
Lo que comenzó como una entidad dedicada al baloncesto para integrar minusválidos acabó multiplicando sus secciones, desde tenis de mesa, tiro con arco, natación para discapacitados, atletismo, etc. Incluso en su día se creó un departamento de aeromodelismo.
En la actualidad, la crisis ha supuesto un paso atrás en esta expansión, como se lamentan los directivos.
Aquel auge supuso que en Badajoz se celebraran competiciones importes de deporte adaptado y que hasta entonces estaban fuera del punto de mira de Extremadura. Así, en 1997 La Granadilla acogió el Campeonato de Europa de Natación para discapacitados.
Todo un logro con más de 500 nadadores. O la final del Campeonato de España de Tenis de Mesa, con más de 300 jugadores.
Además, el club albergó algunos campeones nacionales. Por ejemplo José Antonio Chaparro ‘Chapi’, campeón de España de minusválidos físicos de halterofilia en 1997, en Oviedo.
Algunos récords nacionales son obra suya. O Alfonso de la Cruz, segundo en el mencionado campeonato de tenis de mesa. Son solo algunos ejemplos.
Pese a todos los logros deportivos, el título más importante de la historia del Mideba es la integración de personas a las que un accidente o enfermedad les convierte en rechazados por la sociedad. «Lo más destacado de este club es que estas personas aquí se sienten válidos. Esa es la mayor satisfacción que podemos sentir nosotros», comenta el presidente actual, Lalo Cabanillas.
«Además de ser presidente, yo he sido jugador, también me saqué el título de entrenador, y te puedo asegurar que es muy gratificante porque te das cuenta de que no puedes hacer los 100 metros vallas, pero sí otras muchas cosas», apostilla Pablo Segovia, presidente fundador. «El jugador Madriles, de mi época, me dijo una vez que la minusvalía solo está en el cerebro de aquellos que nos miran por nuestros defectos físicos», resume Juan Antonio Ortiz.