CLAUDIA NEGRETE/estadiodeportes.com.mx. De cara a que den inicio los Juegos Paralímpicos en Londres 2012, ESTADIO platicó en exclusiva con una “Guerrera” no sólo en el deporte sino también en la vida, María de los Ángeles Ortiz, lanzadora de bala por afición y medallista olímpica por pasión.
La originaria de Villahermosa, Tabasco, compartió como fueron sus inicios en el deporte desde antes de aquel fatídico accidente, el cuál le quitara su pierna izquierda, pero a la vez le regresara a su vida lo que más disfruta hacer.
“Yo fui deportista desde muy pequeña, la verdad no recuerdo alguna etapa en mi vida en la que no esté el deporte en ella. Aprendí distintas disciplinas como la natación, el patinaje entre otros, pero fue hasta los ocho años cuando comencé a lanzar bala y de ahí hasta el segundo año de preparatoria, lo dejé cuando califiqué a mi primer torneo internacional; evento al que mi papá no me dejó asistir, pues él quería que esto sólo fuera un pasatiempo y no mi estilo de vida”, indicó.
María de los Ángeles sufrió un accidente automovilístico en 2004, en el cuál perdió la pierna izquierda, situación que hasta el momento no se aclara, pues el responsable del accidente se encuentra libre y sin ningún tipo de cargos en su contra.
“Necesite dos años para restructurarme después del accidente, pues fue un evento muy fuerte para mi, y es a finales del 2006 cuando una atleta veracruzana me invitó a practicar de nuevo y aunque yo no sabía del deporte adaptado, mi idea no era quedarme en una silla de ruedas. Me insistió mucho, fue como si mi cuerpo recordara mi vida antes del accidente, desde entonces sigo en esto sin parar”, comentó.
Ortiz a pesar de haber retomado esta disciplina, declaró que los Parapanamericanos en Río de Janeiro, fueron el parte aguas para darse cuenta que este era el estilo de vida que la hacia feliz, ya que no sólo enfrentó a rivales internacionales, sino obtuvo una presea. Sentimiento que no pudo describir con palabras, pero si con una amplia sonrisa de satisfacción en el rostro.
“Los Juegos Río en el 2007 fueron lo que me hizo determinar que esto es lo que quería, pues me enfrenté con rivales internacionales y el lograr una medalla fue como la cereza del pastel en ese momento, siempre he dicho que por algo pasan las cosas, por eso creo que este fue mi camino para apostarle al deporte”.
La originaria de Tabasco comentó que después del accidente comenzó a ver su vida de otra manera, por lo que también se percató que los límites de la discapacidad son impuestos por la sociedad, a la cuál no se le debe tomar en cuenta al respecto.
“Para mi el deporte es una forma de vencer mi discapacidad, cada vez que subo a un podio me río de los límites que la sociedad le ha dado. Muchos piensan que se tienen límites, pero siempre he planteado una pregunta al aire ¿Cuántas personas que no tienen discapacidad han logrado algo parecido?”, asegura la azteca.
Entre los logros que tiene en su vitrina, se encuentran la medalla de oro en los Parapanamericanos de Río de Janeiro en 2007 y repite este metal en los JPP de Guadalajara 2011, en donde no sólo se lleva la presea sino también rompe su récord mundial.
Sobre lo que desea conseguir en Londres, indicó que una de sus grandes aficiones y retos, es romper los récords establecidos en estas justas y de igual manera derrotar a sus rivales más fuertes como, María entra en participación el 8 de septiembre: “Las nigerianas, la búlgara, pero la verdad mi principal rival es la cinta métrica, ya que no trabajo pensando en ellas principalmente sino en los alcances que puedo tener”.
La lanzadora también externó que para ella el ir a unos Juegos Paralímpicos no sólo es ir y presentarse, sino sentirse orgullosa y mostrar que es un privilegio representar a tu país: “Yo me siento honrada y orgullosa de portar la playera de México en toda justa internacional y en especial en este tipo de competencias, de hecho yo no cambió camisetas con mis contrincantes, porque amo a mi país y voy a poner en alto su nombre con una gran participación”, comentó.
La ganadora del Premio Nacional del Deporte en 2011, no sólo se encuentra lidiando con una discapacidad, sino también con el tan conocido Cáncer desde hace dos años, cuando le detectaron algunos tumores los cuáles se le han extirpado, dicha enfermedad la considera como una prueba más de vida.
Madre, amiga, esposa, hija, profesionista y deportista, sólo son algunas de las denominaciones con las que se puede describir a esta medallista, quien a pesar de tener en puerta distintos retos por superar, mantiene la fe como pocas personas, y no sólo en Dios sino también en ella misma, situación que concuerda con la famosa frase “La fe mueve montañas”.
