lne.es – La vida de Francisco Galán se vio alterada con ocho años ya que siendo tan niño fue arrollado por un tren mientras recogía moras con un amigo. El resultado del accidente fue la amputación de las dos piernas. A pesar del dramático accidente, este corverano de Las Vegas siempre ha afrontado su situación con optimismo y el deporte ha sido sin duda un apoyo fundamental para asimilar y superar su discapacidad. Francisco Galán fue campeón de España de press banca en cuatro ocasiones y en otra se proclamó subcampeón. Paradójicamente, también consiguió el título regional en esta disciplina compitiendo con personas sin ningún tipo de discapacidad, algo que no le hizo sentirse de manera especial. Sus buenos resultados le llevaron a estar preseleccionado para los Juego Paralímpico de Barcelona, aunque al final no pudo cumplir su sueño, aunque sigue luchando por superarse.
Abandonó hace más de diez años la competición por lo complicado de compaginarlo con el trabajo y la familia, pero no su pasión de hacer deporte a diario.
-¿Cómo comienza a practicar press banca?
-Por un amigo. Cuando tenía diecisiete años empecé a ir por el gimnasio con él y ahí empecé a hacer algo de deporte, algo que me era totalmente desconocido porque hasta entonces nunca lo había hecho. Al principio probé haciendo pesas, pero al final me decanté por la press banca porque me di cuenta de que no se me daba nada mal, al contrario.
-Ha sido cuatro veces campeón de España y una subcampeón, ¿qué han supuesto estos títulos para usted?
-Sobre todo una satisfacción muy grande de ver que a pesar de tener una discapacidad como la mía, se pueden hacer muchas cosas y conseguir resultados que a mi me parecen importantes.
-Usted se proclamó campeón de Asturias de press banca compitiendo con rivales que no tenían ningún tipo de discapacidad, ¿cómo recuerda ese título?
-Ya han pasado unos años de esto. Me acuerdo que fue en el Grupo Cultura Covadonga de Gijón y que para sorpresa de todos me hice con el campeonato. Poco más.
-¿Le hizo este título sentirse de manera especial dado que usted padece una discapacidad?
-No, nada especial para mí, aunque supongo que a los demás, a lo mejor, le resultó más paradójico.
-Hace más de diez años que dejó de competir, ¿qué recuerdos guarda de aquella época?
-Pues fue una época que me dejó una sensación agridulce. Estuve federado con el Club San Mateo de Oviedo, y lógicamente los buenos recuerdos están ligados a los títulos. Me acuerdo que con veintiséis años gané el primer campeonato en Tomelloso, Ciudad Real. Los otros dos fueron en Madrid y el último en Barcelona. En este último ya me desencanté bastante con el tema de la competición y por eso lo acabé dejando enseguida.
-¿Se cansó de competir, de entrenar o de viajar?
-La verdad es que la competición conlleva un esfuerzo y un sacrificio muy grande en todos los aspectos. Antes iba todos los días al Palacio de los Deportes de Oviedo para entrenar, y entre ir y venir y compaginarlo con el trabajo era muy complicado. Y en el último campeonato que gané en Barcelona las cosas no fueron todo lo grato que esperaba. El club donde estaba me hizo devolver el chandal y no tuve ningún tipo de ayuda. Si a caso lo que más ilusión me hizo fue subir en avión porque nunca lo había hecho y tenía muchas ganas de hacerlo.
-Usted estuvo preseleccionado para las Juegos Paralímpicos de Barcelona 92, pero al final no participó, ¿qué pasó?
-Pues fue por un tema de pesajes. Realmente yo competía en un peso, pero al ser amputado siempre me aumentaban el peso, algo que sinceramente nunca llegué a comprender. Así que, no pasé el corte por decirlo de alguna manera y un gallego fue el que se ganó la plaza.
-¿Practica más deportes?
-Juego al frontenis con profesores del Colegio Santo Ángel en el polideportivo del centro. Hice natación con el Club Natación Avilés y los entrenadores querían que compitiera con ellos. También hago rutas de montaña e intento hacer todo lo que puedo porque me gusta prácticamente todo. Me considero un deportista todo terreno a pesar de mi discapacidad.
-¿Qué le aporta el deporte a su vida?
-Lo más importante es que me ayuda a mantenerme en forma. Creo que a través del deporte también consigo descargar adrenalina, y es una vía de escape del trabajo. No sé cómo explicarlo pero me hace sentir muy bien.
-¿Hace deporte a diario?
-Sí. Ahora voy todos los días, menos el domingo, al gimnasio de las Piscinas de Las Vegas y allí me junto con unos amigos para entrenar un poco.
-¿Animaría a la gente que ha sufrido algún tipo de discapacidad a que hiciera deporte?
-Si pueden yo lo recomiendo, ya lo creo. Pienso que el deporte es necesario para la vida de cualquier persona, bien con discapacidad o no. Si no es por el deporte que hago no sé dónde estaría yo.
-¿Se ha mejorado lo relacionado con las barreras arquitectónicas?
-Algo se hizo, pero creo que hay mucho que mejorar aún. Yo por suerte me valgo solo con ayuda de dos prótesis, pero hay mucha gente que está peor y no lo tienen nada fácil para poder desenvolverse. Las personas deberían de concienciarse más de la gente que tienen alrededor y de cómo están.
-¿Hay algo que le produzca frustración?
-Sinceramente no. Me considero una persona normal que disfruta haciendo deporte, de mi familia y de mi hija Valeria de dos años, y de mi trabajo.
-Usted siempre bromea refiriéndose a su discapacidad, ¿es fundamental el buen humor para afrontar una situación como la suya?
-Por supuesto. Pero yo pienso que es necesario para la vida en general. Hay que tomarse las cosas con buen humor, y más con la que está cayendo hoy en día. Yo siempre digo que la ventaja que tengo con respecto a los demás por mi discapacidad es que soy inmortal porque nunca voy a estirar la pata. O por ejemplo a mí no me huelen los pies. Mi forma de ser ha sido muy importante en mí día a día.