revistaidaraya.com – Liliana Oliveros, posiblemente una desconocida para un alto porcentaje de los lectores de este artículo. Pero una heroína. Además, de las nuestras. De las que llevan a lo más alto la bandera española. Y, curiosamente, todo lo hace desde una silla de ruedas.
‘Lili’ sufre Distrofia muscular facioescapulohumeral. ¿Y esto qué es? Es una debilidad muscular y pérdida de tejido muscular que afecta principalmente a la cara, el hombro y los músculos de la parte superior del brazo. Sin embargo, puede afectar también a los músculos alrededor de la pelvis, las caderas y la parte inferior de la pierna.
Pero esto no le ha impedido ser un referente para el deporte nacional. La arquera habló para Idaraya y nos mostró su lado más personal.
A diferencia de muchos deportistas paralímpicos, su discapacidad es progresiva, ¿cómo se afronta esa dura batalla?
Pues en general bien, aunque siempre hay algún día que a tu cabeza le cuesta aceptar que ya no puedes hacer algo y que tienes que pedir ayuda hasta para quitarte un jersey… Es difícil el cambio por ejemplo, cuando tuve que coger por primera vez un bastón para ayudarme a caminar o cuando pasé a usar silla de ruedas, primero manual y ahora eléctrica para mis desplazamientos fuera de casa.
Pero como en todo hay que ver el lado divertido, ahora puedo echar carreras con mis sobrinos (risas). ¡¡Y a veces les gano!!
¿En qué momento cambia tu cabeza y decides empezar a practicar deporte?
En junio de 2012 debido al avance de mi enfermedad y la imposibilidad de seguir desarrollando mi actividad profesional como hasta el momento, decidí solicitar una incapacidad laboral, que me concedieron un mes más tarde.
A partir de ese momento, empecé a pensar qué me gustaría hacer y aprender. Primero hice un curso de diseño de páginas web, que aunque me gustó bastante no me llenó. Y de repente se me encendió la bombilla… “quiero hacer un deporte adaptado… pero cuál… me llama la atención eso de tirar flechas’ (risas)”. La pregunta siguiente fue, “¿y dónde puedo probarlo?”.
Pues no sabía si iba a tener fuerza suficiente para abrir un arco… Busqué durante un tiempo y tuve la gran suerte de dar con Amanda de Lucio, monitora de tiro con arco de la Escuela Municipal de Deportes de Pozuelo, que tenía experiencia previa en el arco adaptado pues en su clase había un chico con parálisis cerebral. Ella me ofreció la posibilidad de probarlo y fue genial, ¡podía abrir un arco con pocas libras y darle a la diana! Y ahí comenzó mi andadura en el tiro con arco, fui adaptando el material gracias a los consejos de varias personas y entrenando cada vez más, con un entrenador personal, Elías Cuesta Cobo, hasta llegar al momento actual.
¿Cómo son de duras las adaptaciones a tu nueva vida?
Lo más duro, es el ir pudiendo hacer cada vez menos cosas sola. Por ejemplo para ir a entrenar o competir, necesito que alguien venga conmigo. Porque aunque conduzco y tengo adaptada la furgoneta para ir yo sola, necesito que me ayuden con la maleta de arco, a subirla y bajarla del coche, a llevarla hasta el campo de tiro, a montar el arco, a recoger las flechas en la diana… En mi caso tengo la suerte de contar con el apoyo de mi marido que es mi asistente en el tiro con arco y en mi vida está ahí siempre.
De todo en esta vida, se puede sacar algo positivo, ¿con qué te quedas tú?
Con que si tienes una cabeza fuerte, apoyo familiar y también económico, no hay limitaciones, sólo las que tu mente o las de los demás quieran ver, casi todo se puede adaptar…
Metidos ya en materia deportiva, ¿cómo va la preparación para las Paraolimpiadas de Río?
¡Muy bien! Tuve un descanso tras el Mundial de agosto pero ya estamos a tope. Mi entrenador personal, Elías Cuesta, es el que se encarga de marcarme la planificación que por supuesto tengo que cumplir a rajatabla. Ahora mismo tengo 5 de los 7 días de la semana entrenamiento, bien técnico o físico solamente o bien combinados técnico y físico en un mismo día.
Esos dos días de descanso me ayudan a recuperar el cuerpo del esfuerzo pues no tengo que olvidar nunca que mi enfermedad es neuromuscular y si me “paso” luego no puedo entrenar bien. Se presenta un año completo antes de Río, pues tengo varias salidas internacionales, empezando con el Europeo en Francia en abril y varias concentraciones en el CAR de Sierra Nevada.
¿Cómo te sientes cuando logras esa clasificación para los JJOO?
¡¡Casi no me lo creo!! Fue increíble, era la culminación a una temporada perfecta. Estaba en el Mundial con mi entrenador, una técnico de la Federación y otros compañeros de Selección y aunque yo no me vi la cara cuando me dieron la noticia vi las suyas y fue genial, y sobre todo los abrazos que vinieron después. ¡Es un sueño cumplido!
¿Cuál es el objetivo marcado en Río?
Conseguir medalla.
¿Piensas que se valora lo suficiente el deporte paralímpico?
Sinceramente no, creo que no tiene la difusión que tiene el deporte olímpico y eso hace que no sea visible y por tanto valorado.
¿Qué compañero o compañera de disciplina te ha sorprendido?
No te puedo decir nadie concreto, me han sorprendido todos, cada uno tiene una discapacidad pero todos estamos ahí luchando por las mismas metas.
¿Qué mensaje mandarías a todos aquellos que aman el deporte y poseen algún tipo de discapacidad?
Si es alguien que todavía no se ha “atrevido” a probarlo, que busque su deporte y adelante que no hay barreras, todo es adaptable y siempre hay gente dispuesta ayudar. ¡La recompensa al esfuerzo es impresionante!