Sarai Gascón y José Antonio Marí, unidos por la piscina

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Ambos nadadores no solo comparten deporte y vida, también el objetivo del Mundial en Londres y de los Juegos Paralímpicos de Tokio.

Jesús Ortiz / dxtadaptad.com

El destino quiso que ambos se conocieran en la piscina. Desde entonces, comparten una vida y una pasión. Aunque la natación es un deporte individual, Sarai Gascón y José Antonio Marí forman un gran equipo, juntos han conseguido importantes logros como para llenar una habitación de casa con todas sus medallas. Pero no se cansan de ganar y en unos días afrontarán otro desafío en sus carreras: el Mundial en Londres.

«Hemos realizado dos concentraciones en altura, la primera de manera intermitente en Font Romeu (Pirineos franceses) y en la recta final hemos hecho una de 16 días en el CAR de Sierra Nevada. Hemos incrementado mucho el volumen y la intensidad de los entrenamientos, por lo que estoy muy contenta con mi rendimiento», asegura Sarai. «La preparación ha sido buena a pesar de haber tenido que alargar la temporada casi dos meses más de lo previsto. Me encuentro bien, queda afinar durante estos días y plasmar el trabajo realizado», matiza José Antonio.

El nadador valenciano. Fuente: CPE

El valenciano, de 30 años, comenzó a nadar por recomendación médica por la limitación funcional de su pierna izquierda. Con perseverancia y constancia se ha labrado un gran currículum y confía en ampliarlo en su sexto evento mundialista. En los cinco anteriores cosechó siete medallas (cuatro platas y tres bronces). «Nadaré los 50, 100 y 400 libre y los 100 mariposa S9, también puede que los relevos de 4×100 libre y estilos. El objetivo es hacer mejores marcas de la temporada en cada una de ellas. Firmaría ahora mismo los resultados del pasado Mundial -dos platas y un bronce-, pero en aquel campeonato, debido al terremoto muchos países importantes faltaron a la cita, por lo que el nivel fue inferior», dice.

Sarai, con 26 años es una veterana de la selección española, acumula 12 medallas mundiales (siete oros, cuatro platas y un bronce) y seis preseas en los Juegos Paralímpicos (cinco platas y un bronce). La catalana, que nació sin parte del brazo izquierdo, ya chapoteaba en la piscina con tres años y con 14 ganó el oro en 100 braza en el campeonato del mundo de Durban (Sudáfrica). «Cada vez subir al podio se pone más complicado, pero voy a darlo todo para dar lo mejor de mí. Es el Mundial previo a Tokio 2020 y en el cual los países se juegan una cantidad de plazas para participar en estos, por lo cual habrá mucha rivalidad», recalca.

La de Tarrasa competirá en 50 y 100 libre, 100 mariposa y 200 estilos (S9). «Mi objetivo es mejorar mis propias marcas. El nivel está más ajustado y será muy difícil subirse al podio, pero voy a luchar y a darlo todo. Además, en nuestro mundo paralímpico hay deportistas que un año están ganando en una categoría y al año siguiente pasan a ser otra, cambiando los planes de las que nos mantenemos siempre en la misma», lamenta.

Con la ambición intacta

Pasan los años y ambos continúan encaramados en la élite de este deporte y con la ambición de querer mejorar cada día. «He pasado unos años difíciles viviendo malas experiencias deportivas al margen de mis resultados, que han sido los mejores de mi carrera. Empecé muy pronto y cada año he tenido que demostrar en entrenamientos y campeonatos que estoy entre las mejores del mundo, con la presión que eso conlleva. Pero me siento orgullosa ya que después de tantos años puedo seguir luchando por ganar una medalla», subraya Sarai.

Sarai Gascón durante una competición. Fuente: CPE

«Me gusta lo que hago y disfruto entrenando, van pasando los años y lo fácil es llegar, pero mantenerse es mucho más complicado, tienes que entrenar más de lo que lo hacías antes, cuidarte más y ser mucho más constante», añade José Antonio. La presencia del otro en su día a día les retroalimenta de manera positiva y les hace crecer. «Nos apoyamos mutuamente, es una gran deportista, siempre la tengo como ejemplo, es una competidora nata y por eso ha conseguido tantos éxitos, durante la competición es muy nerviosa, pero se hace grande cuando se tira a la piscina, no me gustaría tenerla de rival», sostiene el valenciano.

«Sabemos lo duro que es el deporte de alto rendimiento, pero nos apoyamos cuando tenemos un momento de bajón. Tengo mucha suerte de tenerle a mi lado y me motiva constantemente junto a mi familia. Me alegro más cuando él tiene un buen resultado, me hace muy feliz ver que consigue lo que se propone. Es un deportista de 10, nunca he visto a alguien tan currante y constante. En los entrenamientos es un guerrero y nunca se da por vencido. Para mí, un buen deportista no se define únicamente por sus resultados, sino por sus hábitos y su actitud», afirma la barcelonesa.

Cine y playa para desconectar

Aunque pasan largas jornadas en la piscina, cuando pueden se refugian en sus aficiones para desconectar. «José es un apasionado de las películas y como gran cinéfilo nos encanta ir al cine a disfrutar de las nuevas películas, ya que las anteriores las hemos visto prácticamente todas (risas). Cuando hace buen tiempo nos encanta ir a la playa y disfrutar paseando. A nivel personal, he aprendido por internet a realizar las uñas de gel y acrílicas y me encanta hacérmelas. Ahora he empezado a diseñar mis propios bikinis, tejiéndolos yo misma, me gusra aprender cosas nuevas», apunta Sarai.

Y también sacan tiempo para estudiar: la catalana cursará 3º de Educación Infantil en la UCAM de Murcia, «sin ellos sería imposible compaginar deporte y estudios. Me gustaría ejercer al terminar la carrera. Mi madre era también profesora y desde pequeña me ha transmitido esa vocación». Por su parte, José Antonio hace el Grado en Psicología también en la UCAM. «Algunas veces hago de psicólogo con ella, pero lo mismo le toca a Sarai conmigo. La parte psicológica es muy importante, ya puedes estar todo lo preparado físicamente como quieras que, si no lo estás mentalmente, la competición no te irá como esperas», asegura.

Ambos ya saben lo que es estar en unos Juegos (han disputado tres) y confían en llegar lo mejor posible a Tokio 2020. «La medalla que más ilusión me hace es el bronce que gané en Londres 2012 ya que pude disfrutarla con mi familia, pude lanzarle el ramo a mi madre que estaba en la grada. Me encantaría volver a ganar una medalla en unos Juegos, pero no me obsesiona, de momento pienso en el Mundial, en hacer la mínima y en confirmar mi presencia en Tokio», explica José Antonio.

Sarai debutó en Pekín 2008 con solo 15 años y ganó una plata, la presea más especial de todas las que ha sumado en su extensa carrera. «Participar en mis cuartos Juegos ya es una pasada y más junto a mi pareja. Primero tenemos que hacer la mínima el año que viene y una vez en Tokio darlo todo como en todas las competiciones y estar entre los mejores del mundo», apostilla.

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