La doma adaptada española vuelve a un Mundial más de una década después

España contará con un equipo en los Juegos Mundiales Ecuestre de Herning (Dinamarca). Competirán Iker Beitia con Absolut, Alberto Ferrol con Eco de Tormenta y Félix Gómez con Merlín.

0
340
Félix Gómez con Merlín, Alberto Ferrol con Eco de Tormenta e Iker Beitia con Absolut. Foto: Lily Forado

Crecen brotes verdes en la arena del cuadrilongo de la doma adaptada. La firme apuesta y el trabajo realizado en los últimos años en la Real Federación Española de Hípica, encabezado por Fátima Cao, ha dado sus frutos. Por primera vez desde 2009, España tendrá representación por equipos en los Juegos Ecuestres Mundiales que se celebrarán del 8 al 14 de agosto en Herning (Dinamarca). En 2019 regresó a un Europeo tras ocho años de ausencia y ahora da un paso más para hacerse un hueco en la élite.

En territorio nórdico competirán tres binomios: Félix Gómez con Merlín (Grado II para deportistas con afectación física severa), Iker Beitia con Absolut y Alberto Ferrol con Eco de Tormenta (Grado IV, discapacidad más leve). El día 10 dará inicio la prueba de equipos y el 12 disputarán la clasificatoria individual, siendo el 14 la final en el ejercicio de estilo libre con los ocho mejores de cada grado.

Otros tres deportistas también habían logrado la marca mínima para participar en territorio danés, pero no podrán hacerlo por cuestiones de cupo. Ellos son Daniel Larrañaga, Natalia Quintana y Carla Onrubia, en su caso porque aún tiene 14 años y la edad mínima exigida es de 16 años. Hay mucha esperanza puesta en esta joven amazona junto a su caballo Fuerstenau. La catalana debutó en Portugal en un concurso internacional y consiguió la mejor puntuación en la historia de la doma adaptada española de cualquier grado con un porcentaje de 74,025%.

Los jinetes españoles

La hípica apareció en la vida de Alberto Ferrol a los cinco años como una terapia de rehabilitación. Nació con una parálisis cerebral motora que le dificulta la movilidad en el lado derecho del cuerpo. Ha sido siete veces campeón de España. “Siempre que puedo representar a mi país es un orgullo, pero hacerlo en un evento como un Mundial es más especial, es un sueño hecho realidad. Lo afronto con mucha ilusión y con ganas de estar allí, el objetivo es hacer unas pruebas correctas y disfrutar cada minuto”, ha comentado.

El coruñés participará a lomos de Eco de Tormenta, con cuya complicidad y confianza es máxima. “Llevo 14 años con él, el vínculo es muy fuerte, es un caballo que necesita el contacto con la gente que conoce. Nos conocemos muy bien y a la hora de competir eso nos ayuda. Desde el año pasado la progresión ha sido muy buena, me queda mucho por seguir mejorando y aprendiendo”, ha añadido Ferrol, quien aspira a estar en unos Juegos Paralímpicos: “Paris 2024 es uno de los objetivos a largo plazo por parte de la dirección técnica y nosotros intentaremos sumar nuestro granito de arena para estar allí”.

La vida de Félix Gómez viró su rumbo hace siete años a raíz de un accidente laboral. Un tornado había desmontado unas chapas de uralita en una de las naves de su granja de gallinas, él subió para arreglarlas, con el infortunio de que una se rompió y cayó desde seis metros de altura, provocándole una lesión medular. Después de pasar por el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo volvió a montar a caballo y cuando supo que había competición de doma adaptada, no se lo pensó.

Este año se ha proclamado campeón de España en Grado II junto a Merlín, un caballo hannoveriano. “Nos estamos conociendo, es especial, sabe de las dificultades que tengo, es extraordinario, una joya. Estoy bastante satisfecho porque vamos prosperando y cogiendo buenas sensaciones. Fuimos a Portugal para chequearnos y salimos contentos, después en otro internacional en Bélgica estuvimos un puntito mejor, compitiendo con gente que ha estado en los Juegos Paralímpicos y ahí conseguí la puntuación para clasificarme para el Mundial”, ha explicado.

El toledano de Añover de Tajo empieza a asomar la cabeza en la élite de esta modalidad y acude con motivación a los Juegos Ecuestres de Herning. “Vamos con mucha ilusión, pero consciente de que hay nivel, mi objetivo es entrar en la Kür. Agradezco a toda la gente que tengo detrás, entrenadores y fisios, son parte clave para acudir a cualquier campeonato, sin ellos sería imposible. En cuanto al equipo, vamos a intentar clasificarnos para los Juegos de París, entran los siete primeros y sería un éxito grande”, ha recalcado.

Iker Beitia lleva desde los 12 años entre caballos, aunque un accidente en 2007 cambió la forma de vivir la equitación. “Tenía un potro llamado Gedeón, fuimos a competir a Cantabria en un concurso completo, habíamos realizado las pruebas de doma y salto de obstáculos y quedaba la de cross. El caballo saltó mal y caí con él, provocándome un traumatismo craneoencefálico que hizo que permaneciese en coma tres semanas. Al salir del hospital estaba en silla de ruedas y ni siquiera podía hablar”, ha relatado.

Sufrió daños cerebrales y se rebeló contra el diagnóstico médico, a los seis meses ya estaba montando otra vez. “Es una pasión y un modo de vida. Dos piernas mueven el cuerpo de los jinetes y amazonas, pero cuatro mueven nuestra alma. Al principio solo podía ir al paso y sujetado por dos personas, ya que mi equilibrio era inexistente y la coordinación bastante mala. Poco a poco, a base de esfuerzo, trabajo y frustración, he conseguido mejorar. Ahora me encuentro en mi mejor momento deportivo, ya que poder competir en unos Juegos Ecuestres Mundiales es un sueño hecho realidad. La vida siempre nos da una segunda oportunidad”, ha subrayado.

Después del aprendizaje se labró un buen palmarés nacional y ahora estará con la élite mundial en Dinamarca junto a Absolut, su otra mitad. “Llevamos diez años juntos, no sólo se trata de una herramienta para la competición, es un compañero, un miembro del equipo, un animal de compañía, en definitiva, un miembro más de la familia. Cuando llego a la cuadra, a través de su mirada me transmite su estado de ánimo y supongo que también será viceversa”, ha confesado.

El deportista del Club Zuzenak debutará en un Mundial después de participar en los Europeos de 2017 y 2019. “Es una oportunidad para cada jinete a título individual de cara al currículum deportivo, pero también de cara a la disciplina, ya que con tal visibilidad puede ser positivo para el aumento de personas que se incorporen a la práctica de esta modalidad. Competir con rivales de este gran nivel es un reto, lo principal es conseguir una buena clasificación y realizar pruebas técnicamente correctas como las que actualmente hemos estado realizando”, ha apuntado.

Beitia no oculta su deseo de estar en unos Juegos Paralímpicos. La única vez que la hípica española ha estado en la cita magna fue en Sídney 2000, con Sonia Villalba: “Los siete primeros países en la clasificación final obtienen plaza directa para los Juegos de París 2024, por lo que el objetivo principal del equipo sería conseguir esa clasificación. Pondremos todo lo que se encuentre en nuestras manos por intentarlo, nada es imposible”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí