Daniel Gavilán parece otro judoka tras el desengaño de Tokio 2020. Tiene ganas de redimirse al quedarse sin ir a los últimos Juegos Paralímpicos y su camino hacia París 2024 ha comenzado de forma brillante. Aquel varapalo no le debilitó, todo lo contrario, decidió resetear y el duro trabajo sobre el tatami está dando sus frutos. Si el pasado mes de septiembre subió al tercer peldaño del podio en el Europeo, ahora se ha llevado un bronce en el Mundial en categoría J2 -60 kilos.
El madrileño arrancó la competición en el Heydar Aliyev Arena de Bakú (Azerbaiyán) con una victoria por ippon frente al indio Deepak Kumar. En cuartos de final superó también por ippon al surcoreano Min Jae Lee, cabeza de serie número dos del torneo. En las semifinales no pudo con el ucraniano Davyd Khorava, que a la postre se llevaría el oro.
Y en la pelea por el bronce tuvo que sudar y trabajar cada segundo del combate para lograr el triunfo frente al uzbeko Sherzod Namozov, oro paralímpico en Río de Janeiro 2016 y campeón asiático. Ambos llegaron empatados a wazari y con dos shidos (penalizaciones), por lo que el duelo tuvo que resolverse en la técnica de oro. Gavilán atacó a su contrincante sin encontrar un resquicio por el que doblegarlo, hasta que el uzbeko cometió un tercer shido que le daba al español el bronce.
El madrileño se cuelga su primer metal mundialista, se quita así la espinita clavada del quinto puesto de 2019 y empieza con buena nota el proceso clasificatorio para París 2024. “El combate ha sido muy duro y largo, he tenido que pelear mucho. Estoy muy contento con la medalla y con el campeonato que he hecho, es un premio al trabajo realizado”, ha apuntado.
La cruz de la moneda le tocó a Sergio Ibáñez, que terminó quinto en J2 -73 kilos, una categoría a la que se está adaptando un año después de ganar la plata paralímpica en -66 kilos. El aragonés tuvo un estreno gris al perder con el azerbaiyano Namig Abasli, pero pudo resarcirse y en la repesca sumó dos triunfos por ippon frente al lituano Osvaldas Bareikis y al georgiano Bachuki Shelia. Sin embargo, en la pugna por el bronce, el kazajo Olzhas Orazalyuly marcó un ippon a los ocho segundos del combate.
También con sabor agridulce se marcha Marta Arce, que rozó la medalla en categoría J2 -57 kilos tras ser quinta. La vallisoletana -plata en Atenas 2004 y Pekín 2008, y bronce en Londres 2012-, que llegaba motivada después de ganar un bronce en la Copa de España absoluta frente a rivales videntes, comenzó a un buen nivel al derrotar por ippon a la egipcia Marwa Hasany y a la brasileña Lucía Araújo. En semifinales cayó con la turca Zeynep Celik por técnica de inmovilización, y después perdió por wazari en el combate por el bronce con la kazaja Dayana Fedossova.
La joven debutante María Manzanero finalizó en la séptima posición en J1 -57 kilos. En la primera ronda la madrileña doblegó por ippon a la italiana Asia Giordano, una de las favoritas a las medallas. En cuartos no pudo con la turca Dondu Yesilyurt y en la repesca venció a la india Priya por ippon, pero luego perdió ante la argentina Paula Gómez.
Por otro lado, Carmen Herrera y Álvaro Gavilán se quedaron sin competir ya que no pasaron el reconocimiento médico. Un jarro de agua fría para ambos, que llegaban ilusionados al campeonato. La malagueña -campeona paralímpica en Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012- tenía previsto reaparecer en un Mundial siete años después, pero el estricto nuevo reglamento acabó con su sueño. Ambos tratarán de someterse a otro examen médico para saber si pasan la clasificación y pueden competir en futuros torneos IBSA.