No hay competición internacional en la que el ciclismo español se vaya de vacío. Ya sea sobre la carretera o en el velódromo, este deporte goza de una gran salud, y cada temporada exhibe su enorme potencial, como así demuestran las numerosas medallas logradas. Para asegurar el futuro y reforzar los cimientos y la competitividad, la Real Federación Española de Ciclismo ha llevado a cabo una jornada de captación de nuevos talentos en Tarancón (Cuenca) con el objetivo de descubrir a posibles deportistas que tengan cualidades para llegar a la selección en un futuro.
Esta iniciativa ya dio resultados en su primera edición y el mejor ejemplo de ello es la irrupción y el rendimiento esta temporada del manacorí Joan Sansó, uno de los participantes de este programa, que debutó con el combinado nacional este año, compitiendo en el Mundial de carretera y cosechando una medalla de bronce en la ruta de la Copa del Mundo de Quebec (Canadá) formando tándem con el piloto murciano Fran Rus.
En esta ocasión, después de recibir más de 40 solicitudes de inscripción, las jornadas han contado con 11 deportistas, que fueron los seleccionados por el equipo técnico de la RFEC dado su interesante perfil deportivo. A lo largo del fin de semana, el seleccionador Félix García Casas y sus ayudantes se han reunido con cada uno de ellos para evaluar sus capacidades y conocerlos a nivel personal.
“Estas jornadas de captación son un evento fundamental. Es una de las claves del desarrollo del ciclismo adaptado en nuestro país y el objetivo principal es descubrir nuevos corredores que tengan potencial y recorrido en esta disciplina”, ha explicado el entrenador, que además ha destacado el éxito de esta iniciativa, puesto que han encontrado “dos o tres perfiles muy interesantes que nos han ilusionado de cara al futuro”.

Algunos de ellos proceden de otras modalidades deportivas, como es el caso de Félix Vargas, jugador de la selección española de goalball, o de Miriam Martínez, plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y campeona de Europa en lanzamiento de peso categoría F36. La alicantina, a la que en 2018 le sobrevino un daño cerebral que le dejó paralizado parte del cuerpo, ha sido una de las elegidas para este programa. “Es una oportunidad única de adentrarte en un mundo precioso. En muchas ocasiones si no te dan herramientas como las que nos están ofreciendo aquí, es difícil y hay que aprovecharlo al máximo”, ha comentado.
También del atletismo llega Joan Munar, campeón de Europa en 100, 200 y 400 metros lisos T13 (discapacidad visual) y con presencia en los Juegos de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. “Estoy contento de esta gran experiencia, me llamó Begoña Luis -directora del Programa Cofidis de Promesas Paralímpicas-, me dijo que podría ser válido de cara a la pista y a la contrarreloj, ya que soy velocista. Ya veremos cómo acaba la historia y si entro en el equipo. Les pedí a los responsables que me dijeran sinceramente si tengo el perfil para ir a competiciones internacionales, ya que si cambio, quiero competir con los de arriba, si no, me quedaría en atletismo. En enero se sabrá todo y tomaré una decisión”, ha confesado.
Los deportistas se han sometido a diversas valoraciones fisiológicas y de fuerza, una clasificación funcional orientativa con un calificador internacional y algunas entrevistas para conocer su perfil psicológico y personal. También realizaron un entrenamiento en carretera como para clausurar el encuentro. “Quiero llevarme todas las ideas posibles, darlo todo y ser parte de este equipo. Es una oportunidad muy importante en la vida y no quiero perderla”, ha recalcado Kiko Segadura, otro de los participantes junto a Estefanía Moreno, Lucía Ramo, Leonardo Pedrero o Jacobo Barchín. Todos disfrutaron de una charla de Luis Miguel García-Marquina, bronce en Tokio 2020 y medallista mundial con la handbike, que les animó a introducirse en el mundo del ciclismo y les recordó que “el deporte es la mejor medicina para la vida”.