Alberto Suárez finaliza quinto en la maratón de Tokio

El asturiano se queda a más de dos minutos del podio en los Juegos Paralímpicos. Gustavo Nieves es octavo, mientras que Mari Carmen Paredes y su guía Lorenzo Sánchez acaban en el noveno puesto.

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Alberto Suárez y Gustavo Nieves en la salida de la maratón en los Juegos de Tokio. Fuente: CPE

Después de dos Juegos Paralímpicos consecutivos sumando medallas en maratón, España no ha podido mantener en Tokio su idilio con el podio en la distancia de Filípides (42,195 kilómetros). Alberto Suárez ha sido el atleta español que más cerca se ha quedado de las preseas en la dura prueba disputada en un día desapacible y bajo una incesante y molesta lluvia. El asturiano ha finalizado en la quinta posición en la categoría T12 (discapacidad visual), a más de dos minutos del bronce. Gustavo Nieves ha sido octavo y Mari Carmen Paredes y su guía Lorenzo Sánchez, novenos.

Ganó el oro en Londres 2012 y la plata en Río de Janeiro 2016, quería su tercer metal en una cita paralímpica, pero esta vez no pudo ser y Suárez se tuvo que conformar con la quinta plaza, un puesto que duele porque peleó hasta el final, pero las piernas no respondieron con la energía suficiente para alcanzar las tres primeras posiciones. El de Riosa (Asturias) cruzó la meta en 2:30.44. Por su parte, el gallego Nieves tampoco ha podido conseguir en sus quintos Juegos la anhelada medalla, que sigue resistiéndose, y ha terminado octavo con 2:32.08.

Con salida y llegada al Estadio Olímpico, los corredores se encontraron con un clima totalmente distinto a lo esperado. Nada de humedad ni de calor pegajoso como se temía durante los meses previos de preparación. La lluvia persistente en la capital nipona les acompañó durante todo las más de dos horas en un recorrido por lugares emblemáticos de la ciudad como el Kaminarimon en el barrio de Asakusa, el Palacio Imperial, el templo budista Zozoji, con la Torre de Tokio de fondo o el puente de Nihombashi.

Los primeros 15 kilómetros transcurrieron sin sobresaltos, era una prueba muy táctica, quedaba lo más duro y nadie cambiaba el ritmo hasta que el marroquí Amin El Chentouf -campeón en Río 2016- metió un hachazo serio y se marchó en solitario para apropiarse de un nuevo oro paralímpico (2:21.43). Por detrás se quedaba un grupo de siete corredores de gran currículum que poco a poco se fue desmenuzando y empezó a definirse en el kilómetro 30, el muro que señala a los elegidos.

Ahí aceleró el australiano Jaryd Clifford -atleta que hizo este año el récord mundial- hacia la plata (2:26.09). Los tunecinos Hatem Nasrallah y Wajdi Boukhili, así como el ovetense Suárez parecían que pelearían por el bronce. A falta de siete kilómetros el español estaba a poco más de 30 segundos de la medalla, pero aparecieron los dolores en los isquiotibiales. El que sorprendió fue el japonés Tadashi Horikoshi, que pasó a todos como un avión para subir al podio con 2:28.01. Alberto llegó quinto, muy mareado, y poco después Gustavo Nieves entraba en el estadio en la octava posición.

“Hasta el km 30 íbamos bien, porque el ritmo era muy cómodo para mí, es al que estoy acostumbrado a entrenar, pero a partir de ahí se me ha hecho largo con esos problemas en los isquios. Es algo que ya tuve y que me hicieron parar 15 días en San Cugat (Barcelona) y he llegado escaso de volumen. Los primeros días entrenando por la Villa no pude hacer series largas”, ha lamentado Suárez.

En la prueba femenina T12, Mari Carmen Paredes y Lorenzo Sánchez estuvieron muy lejos de las medallas, a más de diez minutos. La catalana y su guía y también marido no tuvieron opciones de luchar por los metales y quedaron rezagados muy pronto. Cruzaron la meta novenos con 3:37.44.

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