MEXICO: Ángeles apunta al cielo

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DESTACADA. Ortiz reorientó su vida gracias al deporte, lo que le ha redituado ser multimedallista parapanamericana y Premio Nacional del Deporte 2011 (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )

eluniversal.com.mx – Como todos los días, María de los Ángeles Ortiz se dirigía a la escuela la mañana del 28 de junio de 2004. Mochila en mano, la estudiante universitaria delineaba sus sueños hasta que la imprudencia de un conductor ebrio, le dio un vuelco a su vida.

Perdió parte de la pierna izquierda y no sólo eso. Sus metas de desdibujaron de tajo para comenzar a partir de entonces, una constante lucha contra la discriminación.

“La persona que me lastimó era influyente. Pasé más de dos años litigando el caso. Yo no quería una remuneración económica, sino justicia. El chico tenía grado etílico y me dejó ahí sin importar lo que me pasara. Me dieron 32 mil pesos por mi pierna y me dijeron deja de hacer ruido”, relató.

Tras 70 días de hospitalización, la veracruzana tuvo tiempo para reflexionar y elegir entre dos opciones: Olvidarse de todas sus metas o hacerle frente a la vida pese a sus circunstancias.

Se inclinó por seguir. Y así, con muletas, la ganadora del Premio Nacional del Deporte 2011 terminó la carrera de comercio internacional y con mención honorífica tras concluir las materias con promedio de 9.9.

Pero no sólo eso. Además comenzó una carrera deportiva que la ha llevado a ser multimedallista parapanamericana en lanzamiento de bala.

“Todo fue una coincidencia. A un lado de mi casa se mudó la deportista panamericana Estela Salas, campeona en Atenas 2004, quien me invitó a participar en una competencia y me presentó al entrenador Juan Castillo. Si no hubiera sido por ella quizás no me hubiera convertido en atleta. Creo que Dios me tenía reservado este destino”.

Dejó atrás las miradas curiosas, la discriminación y el pesimismo. A partir de entonces, daría el cien por ciento para no ser una atleta más.

“Había lanzado bala en secundaria y preparatoria, pero después del accidente no tenía cabeza para pensar en nada. Afortunadamente mucha gente me convenció de que no podía dejar mi carrera trunca. Decidí competir en mi nueva categoría y afortunadamente he conseguido grandes logros”.

El récord parapanamericano impuesto en Río de Janeiro 2007, plata en los paralímpicos de Beijing y la mejor marca mundial en su especialidad son apenas algunos logros de Ortiz quien, además, es esposa y madre.

Su labor no termina ahí. Ángeles, quien fue la encargada de encender el pebetero parapanamericano en Guadalajara, realiza también pláticas a jóvenes para prevenir el uso del alcohol.

Para María, el deporte paralímpico no significa una forma de evadir su condición de persona. “Es mi pasión, la vida me mostró otra faceta y con el tiempo pude recuperar mi sueño de pasar a la historia como atleta”.

En Guadalajara, la seleccionada espera contribuir con una presea áurea a la cosecha de la delegación nacional. Y lo más importante, espera que más personas con capacidades diferentes se den cuenta de que no hay barreras, que “todo se puede mientras haya vida”.

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