Los 55 atletas y 16 entrenadores boricuas que acudirán a los Special Olympics ya se preparan para vivir la experiencia de sus vidas al competir ante otros 7,000 atletas provenientes de 177 países.
Primera Hora – Quienes han asistido a los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales cuentan que la experiencia de desfilar junto a la delegación de su país durante la ceremonia de apertura es transformadora.
¿Por qué? Pues porque estos no son juegos de competencia con afán de victoria, sino unas justas de solidaridad, donde se procuran y se festejan los logros individuales de todos los participantes por pequeños que parezcan. Para estos atletas con Síndrome de Down, autismo o discapacidad intelectual –y sus familiares–, superarse es lo que cuenta.
“Yo creo que la experiencia más grande que yo he tenido en mi vida fue cuando entramos al coliseo en Grecia, cuando vi el coliseo lleno de gente de todas partes del mundo. Eran miles y miles de atletas. Yo creo que no tiene descripción”, rememoró la entrenadora de gimnasia rítmica Annelisse Vélez, sobre su experiencia en los Juegos de Atenas en el 2011.
Ángel Miguel Arroyo González, que acudió a Grecia como entrenador de baloncesto, comentó que “fue una experiencia grande e inolvidable”.
Además, las actividades cotidianas se volvían extraordinarias por el respeto y reconocimiento que se les expresaba a los atletas.
“Cuando llegábamos a los restaurantes nos aplaudían, era como una celebración. Ellos son las estrellas”, destacó Vélez, que imparte clases en la escuela La Esperanza, en San Juan.
Una delegación de 73 puertorriqueños y puertorriqueñas –incluidos Vélez y Arroyo– se expondrá a tales vivencias desde el próximo 25 de julio cuando desfile, monoestrellada en mano, durante la apertura de los Juegos Mundiales de Verano de Olimpiadas Especiales, en el estadio californiano Los Ángeles Memorial Coliseum.
Serán 55 atletas, 16 entrenadores y dos delegados quienes tendrán el privilegio de caminar por Puerto Rico en “La Gran Dama Antigua”, un estadio que ha sido sede de dos Juegos Olímpicos (1932 y 1984), dos Súper Bowls (I y VII) y una Serie Mundial (1959). La organización ha informado que habrá 7,000 atletas y 3,000 entrenadores de 177 países, así como 30,000 voluntarios y alrededor de 500,000 espectadores.
Optimismo con la delegación
El grueso de los atletas boricuas está entre los 20 y 29 años de edad; las dos más jóvenes tienen 12 años y el mayor, 49. Su elección para este evento ocurrió mediante sorteo, indicó Arroyo González, que ahora irá como jefe de delegación.
Puerto Rico participará en nueve de 26 deportes: natación, aguas abiertas, atletismo, baloncesto, bochas, boliche, gimnasia rítmica, sóftbol y tenis.
“Es una delegación que se ve que está bien comprometida y entrenada. Los atletas y entrenadores son excelentes. Entiendo que vamos a tener una buena cantidad de medallas y vamos a representar a Puerto Rico dignamente en todas las facetas, cultural y deportivamente”, señaló Arroyo González.
Como el enfoque es premiar la superación, en estos Juegos se otorgan medallas para el primer, segundo y tercer lugar, y cintas del cuarto al octavo puesto. Invitados de honor y dignatarios participarán de las premiaciones.
Las sedes de los eventos serán la Universidad del Sur de California (USC) y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde los deportistas permanecerán acuartelados con sus entrenadores. El contacto con los familiares que viajen a verlos será únicamente durante las competencias. Por tanto, serán los entrenadores los encargados del aseo personal, alimentación y cuidado general de los atletas, aparte del aspecto competitivo.
La delegación viajará el martes 21 de julio a San Diego para asistir a las actividades de recibimiento. Allí permanecerán tres días en la Universidad Point Loma Nazarene. Los Juegos se extenderán hasta el domingo 2 de agosto, cuando se efectúe la ceremonia de clausura.
El presidente de Special Olympics Puerto Rico, licenciado José Barea, reveló sentirse “muy contento” porque ya tienen los pasajes de avión y los uniformes, aparte de que ya tuvieron el acuartelamiento general. Su deseo, dijo, es que esta justa sirva para visibilizar la población con discapacidad y los logros que está obteniendo en el deporte adaptado.
“Las expectativas con este viaje son lograr que el país conozca lo que son las Olimpiadas Especiales y que reconozca la capacidad y el esfuerzo que hacen estos jóvenes y adultos por representar a su país. Porque nadie compite con más ánimo que ellos, que dan el 100 por ciento y más”, aseveró Barea.
Desde que se crearon en 1968, se han efectuado 24 juegos mundiales, alternándose en verano e invierno cada dos años.