A sus 50 años, Ricardo Ten no necesita demostrar nada. Pero quiere hacerlo todo. El ciclista valenciano, leyenda del deporte paralímpico español, ha vuelto a cambiar el chip para afrontar un nuevo desafío en su inagotable carrera: el Mundial de ciclismo en pista que se celebra del 16 al 19 de octubre en Río de Janeiro. Lo hace con una ambición intacta, con el objetivo de seguir ampliando su palmarés.
Es el español más laureado de la historia en ciclismo con 17 maillots arcoíris, pero aspira a más. En ocho años ha transformado su trayectoria deportiva: de referente de la natación a estrella sobre dos ruedas. Acumula 32 medallas en mundiales, más de una treintena en Copas del Mundo y un oro, una plata y dos bronces paralímpicos que certifican su grandeza.
De la carretera al velódromo sin descanso
A finales de agosto, Ten conquistó el oro en la contrarreloj y una plata en la prueba en ruta en el Mundial de ciclismo en carretera celebrado en Bélgica. Apenas unos días después, ya estaba rodando en el velódromo con nuevos retos por delante.
“La temporada de pista acabamos de empezarla. Fue volver del Mundial de ruta, y a la semana siguiente tuvimos el Campeonato de España. Han sido semanas muy intensas, con concentraciones en Valencia y en Anadia (Portugal), intentando aprovechar los entrenamientos al máximo”, explica. “Me veo bien, mantengo el pico de forma que tenía para la ruta. En el velódromo estoy teniendo buen feeling”, añade.
En Río competirá en cuatro pruebas de la categoría C1: el kilómetro contrarreloj, el sprint, la eliminación y el scratch. En todas es uno de los favoritos al oro. Precisamente es esta última, el scratch, su gran apuesta. Una disciplina en la que la astucia, la lectura de carrera y la agilidad son clave. Justo donde él se siente más fuerte.
“Es mi gran objetivo de cara al futuro, prueba nueva que han metido en el programa oficial de los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028”, detalla. En cambio, han quitado la persecución individual, en la que ganó el bronce en París.
Un Mundial diferente, pero con ilusión intacta
Ten reconoce que este Mundial es “diferente”, al celebrarse en año post-Juegos Paralímpicos. “Suele haber bastantes ausencias. Echo en falta a chinos y alemanes, así que me veo optimista, puedo hacer un buen papel en las pruebas que voy a disputar”, confiesa con la sinceridad de quien sabe que las oportunidades no se pueden dejar escapar.
No competirá, sin embargo, en la prueba de velocidad por equipos, donde había cosechado grandes éxitos como el bronce en Tokio 2020 y la plata en París 2024. El nuevo reglamento obliga a que uno de los tres integrantes del equipo sea una mujer, lo que ha dejado fuera a Ten. Lejos de lamentarse, lo celebra por un motivo muy especial.
“El hueco lo ocupará Isabel Yinghua Hernández, mi pareja”, cuenta con orgullo. La extremeña ha cambiado la natación por el ciclismo, como él hice. “Será un Mundial especial para nosotros porque lo vamos a vivir muy intensamente”, apostilla.




