Álvaro del Amo, un discóbolo de bronce en el Stade de France

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Álvaro del Amo logra el bronce en lanzamiento de disco F11 en los Juegos Paralímpicos. Foto: CPE

Durante los primeros cinco intentos se había instalado en puestos de medalla, hasta que el iraní Mahdi Olad lo desbancó del podio. A Álvaro del Amo solo le quedaba una oportunidad, una última bala. La tensión aumentaba, pero el atleta madrileño está hecho de otra pasta, confiaba en su potencial. Necesitaba superar 39.15 metros. Visualizó el movimiento, llenó los pulmones de aire, agarró el disco, giró sobre sí mismo en el círculo y lo lanzó hasta los 39.60 metros para alcanzar el bronce paralímpico en categoría F11 (deportistas ciegos).

Cuando supo que era medallista explotó de júbilo, soltó un grito liberador, abrió los brazos con los pulgares hacia arriba y se fundió en un abrazo con su entrenador, Jorge Gras, clave en su enorme progresión en el último año. Con una enorme sonrisa descorchó su alegría en el Stade de France. Se marcha a lo grande los Juegos, ya que también había ganado un bronce en lanzamiento de peso. Calcó los mismos metales que se colgó hace un año en el Mundial, también celebrado en París.

Ha firmado una competición brillante el madrileño de 34 años, vendedor del cupón de la ONCE, que nació con retinosis pigmentaria, enfermedad de carácter generativo que se agudizó a partir de los 18 años. El ‘Fortius’ español de esta cita paralímpica llegó a la jaula de lanzamiento con ambición, dispuesto a plantar batalla. En el primer intento envió el disco hasta los 39.09 metros, situándose en cabeza.

En los cuatro siguientes no mejoró su registro, fue de más a menos, quedándose en 38.63, 37.90, 36.74 y 35.28. El oro lo había amarrado el italiano Oney Tapia (41.92) y la plata el iraní Hassan Bajoulvand (41.75). El otro iraní, Mahdi, se puso tercero con 39.15. Parecía que a Del Amo le flaqueaban las fuerzas, estaba contra las cuerdas y hablaba con su entrenador, que le daba instrucciones y puntualizaciones. Era su última opción y el español sacó su versión para dejar el disco en 39.60 metros, marca personal y segundo bronce paralímpico. De esta forma toma el testigo del gran David Casinos -cinco medallas en Juegos y siete veces campeón del mundo- en los lanzamientos en categoría F11.

Del Amo logra su segundo bronce en los Juegos Paralímpicos de París. Foto: CPE

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