El ‘teletrabajo’ de los deportistas paralímpicos ante el coronavirus

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    Los españoles se las ingenian para ejercitarse en estos días de aislamiento en casa por la propagación del Covid-19.

    Jesús Ortiz / dxtadaptado.com

    Con la que está cayendo por la propagación de la pandemia Covid-19, el deporte ha pasado a un segundo plano. Los Juegos de Tokio siguen en el aire y mientras se toma una decisión, los deportistas siguen preparándose, aunque deben tirar de imaginación y creatividad para entrenar durante estos días de aislamiento. Todos se apuntan al #Quédateencasa, siguiendo las recomendaciones de Sanidad, y han montado improvisados gimnasios en sus hogares para mantener la forma física. Recogemos las impresiones de cómo están llevando los deportistas paralímpicos el ‘teletrabajo’. Paciencia y prudencia es la receta que siguen todos.

    Con las piscinas cerradas, los nadadores se las ingenian para ejercitarse. “Jaume Marcé nos ha pasado una rutina para hacer flexiones, planchas, sentadillas, isométricos, ejercicios con Theraband y cardio. Son tiempos difíciles, nos limita mucho el no tocar agua, lo notaremos después ya que tendremos que ir a contratiempo. Lo único que tenemos claro es que hay que seguir entrenando en seco e intentar perder lo mínimo, hay que hacer esto para frenar cuanto antes este problema de salud mundial”, explica Toni Ponce, que utiliza el gimnasio de su centro de fisioterapia en Vilafranca del Penedès (Barcelona), donde vive.

    Sarai Gascón, que también tiene la mínima para Tokio, cuenta que está haciendo “estiramientos para no perder flexibilidad, ejercicios de autocargas para mantener el tono muscular y estoy a la espera de recibir una bicicleta estática que el Comité Paralímpico Español está intentando facilitarnos”. Otra de las referentes en la piscina, Núria Marquès, asegura que estos días están siendo “un poco duros psicológicamente. Es un momento delicado y de impotencia al ver que el trabajo de esta temporada no sigue y que eso conlleva perder un poco la forma física y las sensaciones en el agua, ya que en el caso de los nadadores se pierden y muy rápido”.

    Núria Marqués haciendo abdominales.

    Ella, que ni en vacaciones para 15 días, saca el lado positivo a este panorama sombrío. “Valoro mucho estos momentos en familia. Tanto por mi carrera deportiva como por mis estudios no podía dedicarles tiempo. Me he adaptado a esta nueva situación y hago una rutina diaria aprovechando materiales que tengo. Saltos, sentadillas, flexiones, utilizo una pelota medicinal y mil inventos que hago para poder hacer la rutina marcada. Mi hermano me acompaña, así se me hace más ameno”, añade.

    Del río al ergómetro

    El piragüista Higinio Rivero, que ya tiene plaza para Tokio, estaba concentrado en el CAR de La Cartuja (Sevilla) y ha pasado del río Guadalquivir al caserío de su madre en Bilbao. “Hago ergómetro, handbike con rodillo, mancuernas pequeñitas, TRX y barra para hacer dominadas. También intentaré fabricarme un rodillo para una silla de atletismo y estoy a la espera de más pesas y algún banco de gimnasio que igual nos suministran para poder completar al máximo. Excepto entrenamiento en agua, lo demás puedo entrenar casi al 75-80% con respecto a un centro de alto rendimiento”, asegura.

    El piragüista Higinio Rivero en el ergómetro.

    Los triatletas también se ven afectados porque no pueden entrenar la natación en piscinas o en el mar. “Es algo que no hemos vivido nunca y ojalá no volvamos a vivir. Tengo claro que antes que deportista soy persona, la situación es delicada. A nivel deportivo, he subido a Serra (Valencia), donde tengo un buen rodillo, la bici, estoy tirando de mucha imaginación, hago sentadillas con una bombona de butano y estoy esperando a que me llegue una cinta para correr. Lo malo es la natación, tengo una piscina comunitaria y si esto se alarga no descarto hacer series de diez metros en ella”, confiesa el valenciano Héctor Catalá.

    El salmantino Álex Sánchez Palomero llegó a Palma de Mallorca procedente de Vitoria, una de las zonas donde empezó a extenderse el brote de coronavirus, pero se encuentra bien y sin síntomas. “Prefiero hacer las cosas bien y de casa no salgo. Eso sí, me avergüenza la gente que no se lo toma en serio. Estoy haciendo rodillo con trabajo aeróbico o de series, compaginado con gimnasio y ejercicios de fuerza. Estamos esperando una cinta o una elíptica que nos va a mandar el Comité Paralímpico. Es lo que nos toca, responsabilidad social colectiva que empieza de forma individual”, subraya.

    El triatleta Héctor Catalá.

    Eva Moral trabaja en su domicilio “con rodillo de bici y silla de atletismo, así como con gomas y core”. La madrileña iba a contraer matrimonio el sábado 28 de marzo con su pareja, el también triatleta Ángel Salamanca, pero ha tenido que cancelar la boda. Y Jairo Ruiz tuvo que dejar el CAR de Madrid para marcharse a Almería, donde se recupera de problemas físicos. “Estoy bastante jodido, salgo de una lesión y no estaba corriendo ni montando en bicicleta, solo nadaba e iba al gimnasio, algo que ya no puedo hacer. Solo hago gimnasia preventiva para fortalecer las articulaciones y un poco de rodillo, pero sin hacer series de calidad para no lesionarme ya que aún no tengo el alta. He asimilado que voy a perder la forma”, lamenta.

    Los ciclistas, en rodillos

    En una situación similar a la de Jairo se encuentra Ricardo Ten, quien tras ganar dos oros, una plata y un bronce en el Mundial de ciclismo en pista en Canadá sufrió una caída en un entrenamiento en Sierra Nevada. “Me hice una luxación de hombro, me rompí los ligamentos y se me salió la clavícula. En casa podemos hacer ejercicio de core, tobilleras con peso y rodillo, pero sin forzar el hombro. A ver si se soluciona todo y somos capaces de acortar el virus”, apunta. El seis veces campeón del mundo en kilómetro contrarreloj, Alfonso Cabello, asevera estar “cansado de estar aquí, muy limitado entrenando en el cicloergómetro, con sesiones de cuatro horas”.

    Ignacio Ávila en el rodillo.

    Otro campeón del mundo, Ignacio Ávila, lo lleva “con paciencia, tranquilidad y pensando en el día a día, no en un futuro muy lejano para no agobiarnos. Entretenido jugando con mis dos niños, disfrutando de ellos porque estamos mucho tiempo fuera de casa. En cuanto a entrenamientos, no voy a notar diferencia porque el 80% entreno en indoor con el rodillo, el 20% restante es en tándem. Mi consejo para la gente es hacer ejercicio para mantenernos y cualquier excusa como limpiar u ordenar un armario, nos dará una activación física. Y para relajarnos, escuchar música o leer, dos herramientas que nos ayudarán a pasar estos días y a olvidarnos de la nevera, muy tentadora cuando estamos tantas horas en casa”, comenta con un toque de humor.

    Por su parte, el navarro Eduardo Santas se une al resto de ciclistas que piden al Gobierno permiso para entrenar en carretera de forma individual, como ya ha pasado con otros países como Italia. “Estamos concienciados de que es un problema grave y hay que ser solidarios y responsables para salir adelante en esta crisis sanitaria. Estoy a la espera de saber si alguien podrá proporcionarme un rodillo de potencia, ya que los entrenamientos en rodillo normal solo pueden ser de mantenimiento. Me gustaría que a los deportistas profesionales y a los que estamos preparando los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se nos permita entrenar al aire libre, en solitario y por sitios poco concurridos con un permiso especial y extremando precauciones”.

    Un permiso especial para salir

    La gallega Adi Iglesias en la bici estática.

    En la misma línea se expresa Adi Iglesias, doble medallista de plata en el Mundial de atletismo de Dubai. “Sin instalaciones está siendo muy complicado, nuestros entrenamientos son difíciles de adaptar en un piso, lo único que puedo intentar hacer son series en el garaje. Ahora mismo, solo bicicleta estática y pesas. Si a los trabajadores se les deja ir a sus trabajos, ¿por qué a los deportistas de alto nivel no? En Italia, a sus atletas les han dado permiso. Sé que acabamos de empezar la cuarentena, pero a los que vamos a ir a unos Juegos, ya sea este año o el que viene, nos deberían dar una cierta libertad, solo unas horas, respetando siempre las normas”, expone la velocista gallega.

    Otros atletas, como Héctor Cabrera, han decidido frenar su preparación. “He aprovechado el coronavirus para adelantar el parón previo que iba a hacer antes del próximo ciclo. Si esto se alarga mucho, haremos circuitos de fuerza y resistencia, subiendo las escaleras de casa o utilizando botellas de agua”, recalca el subcampeón del mundo en lanzamiento de jabalina. Difícil también lo tiene José Manuel Marín, que ha tenido que guardar el arco en el mejor momento de su carrera, ya que en el último mes había batido el récord de España de Open Recurvo hasta en dos ocasiones.

    “Teniendo en cuenta que es un deporte que no se puede practicar en cualquier lugar no me queda otra que hacer ejercicios para no perder demasiado la forma, usando una goma elástica o pesas. Aprovecharé también para dar un repaso al material, revisar las flechas y comprobar el estado de las plumas”, finaliza. Los judocas, que en abril y mayo tendrían un par de pruebas cruciales para la clasificación de los Juegos, también se preparan como pueden en sus casas. “Poco podemos hacer de judo al vivir en un piso pequeño. Tenemos una goma que simula entradas y salidas”, dice Álvaro Gavilán, bronce en el pasado Mundial.

    El aragonés Sergio Ibáñez, subcampeón del mundo, ha convertido la bodega de casa de sus padres en un mini gimnasio: “Caliento con series de comba, luego isométricos y circuitos de fuerza. Tengo un TRX casero y utilizo mi propia carga con distintos ángulos”. Con los pabellones cerrados, aquellos que hacen deporte en equipo se tienen que olvidar de del balón. “Estoy haciendo en casa rutinas de mantenimiento con mancuernas y gomas que nos ha preparado nuestro entrenador Esteban Núñez. Y, sobre todo, estar todo el día con las niñas, que es casi como estar 24 horas al día encima de la silla entrenando”, bromea Asier García, el base de la selección española de baloncesto.

    Sin tocar balón

    José Manuel Ruiz juega con su hija en la mesa de casa.

    El balón de cascabeles tampoco sonará estos días para los futbolistas ciegos, como es el caso de Antonio Martín ‘Niño’: “Estoy muy concienciado, salgo a la calle para comprar el pan y sacar a la perra. Uno está acostumbrado al ritmo de ir a trabajar, al gimnasio, entrenamientos, pero es lo que toca. En casa lo que tengo son algunas mancuernas y una barra, así como una colchoneta para hacer abdominales. Habrá que inventar cosas para entrenar algo y no perder mucho el tono. Lo que pretendo hacer en estos días son circuitos funcionales con sentadillas, abdominales, planchas o multisaltos”, explica el malagueño.

    A Álvaro Valera, número uno del ranking mundial en clase 6 de tenis de mesa, lo que más le preocupa es la pérdida de fuerza y musculatura en piernas y en brazos que ya de por sí sufre por la polineuropatía con la que nació. “Estoy haciendo mis rutinas con abdominales, pesas, tobilleras, ejercicios caseros para tonificar y paliar mi atrofia porque la falta de actividad es muy peligrosa para mí”, insiste. Hace unos días José Manuel Ruiz logró su clasificación para Tokio, por lo que se convertirá en el primer deportista masculino español en participar en siete Juegos Paralímpicos.

    “Le estoy viendo el lado positivo, el ritmo del día a día de esta sociedad nos lleva a no dedicarle mucho tiempo a la familia y ahora tomamos conciencia de lo que tenemos. Mi preparador físico, José Ángel Espejo, me ha mandado una rutina, nos conectamos por whatsapp. Algún circuito en casa, gomas elásticas, alguna pesa, balón de fitball y pilates, con eso me apaño. Y jugando al tenis de mesa con mi hija y con mi mujer en la mesa del salón”, asegura.

    Juan Saavedra con el simulador de tiro.

    Al tirador Juan Saavedra no le afecta “demasiado ya que el 60% del entreno normalmente lo realizo en casa con un simulador de tiro, no es igual al 100%, pero si al 90%, espero que tampoco me vaya a trastocar mucho la preparación, lo único es evitar el sedentarismo, así que muchos ejercicios isométricos y a esperar a que se normalice todo y podamos volver a la actividad lo antes posible”. La haltera Loida Zabala también está acostumbrada a ejercitarse en su domicilio y se grabará en vídeo levantando la barra para que su entrenador, Óscar Sánchez, la observe a distancia.

    “El material con el que entreno es el que he ido consiguiendo desde 2015 gracias a Liberty Seguros y Patrocina un Deportista cuando me fui a vivir a Losar de la Vera (Cáceres). Entrenar estos días en casa y con el lujo de poder ver a mi madre cuando quiera, son momentos que estoy saboreando al máximo. Poder bajar un poco el ritmo de vida sin viajes, poder disfrutar de la familia, de los entrenamientos en casa e incluso tener tiempo para poner los emails al día o trabajar en actualizar la web. También hasta podré jugar a videojuegos, que oye, eso es algo que no suele pasar”, apostilla.

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