La selección española femenina de baloncesto en silla de ruedas regresa a un Mundial y espera realizar un buen papel en Hamburgo.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Stoke Mandeville (Gran Bretaña) 1994. Esa fue la última vez que la selección española femenina jugó un Mundial de baloncesto en silla de ruedas. Ahora, 24 años después las chicas que dirige Abraham Carrión saborearán la recompensa tras duros años de trabajo y esfuerzo sobre un camino cargado de obstáculos. Acude a Hamburgo (Alemania) muy motivada, con ambición, desparpajo y con ganas de mostrar el talento que atesora la plantilla.
«La palabra que define al vestuario es ilusión, ninguna ha tenido la oportunidad de disputar un Mundial, siempre lo veíamos como un sueño y ahora se hará realidad», recalca el técnico jerezano, que mantiene el mismo bloque del pasado Europeo. Lourdes Ortega, Sara Revuelta, Almudena Montiel, Sonia Ruiz, Lucía Soria, Agurtzane Eguiluz, Sira Moros, Beatriz Zudaire, Vicky Alonso, Vicky Pérez, Veva Tapia y Michell Navarro -única novedad-, serán las 12 ‘guerreras’.
«Uno de los objetivos que se marcó el cuerpo técnico era el relevo generacional y se ha ido produciendo, tenemos una mezcla buena entre veteranía y juventud, madurez e ilusión», explica Carrión. España se ha preparado durante varios meses para esta cita, exhibiendo un buen nivel en varios torneos amistosos, como el de Lyon, donde tumbó a Canadá, pentacampeona del mundo, así como a Francia, la ‘bestia’ negra en la última década.
«Con estos partidos y con el papel que han tenido las chicas en sus equipos durante la Liga, disfrutando de más minutos, se ha demostrado que empezamos a saber lo que es competir, ocultar nuestros errores y exponer nuestras virtudes. La Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física ha hecho un esfuerzo enorme, hemos tenido la mejor preparación de toda nuestra historia», asegura el seleccionador.
España tendrá que lidiar en la primera fase ante «Canadá, vigente campeona que quiere defender su corona; Gran Bretaña, equipo que hace un baloncesto bonito, dinámico y coral; Brasil, la ‘Cenicienta’ del grupo junto a nosotras; Australia, que peleará por volver a estar entre las mejores y Holanda, la gran aspirante al oro, con un potencial físico y técnico por encima de cualquier selección».
Un sueño cumplido
Sara Revuelta aún no había nacido cuando el equipo femenino disputó su último campeonato del mundo. «Cuando una empieza a jugar sueña con defender a la selección en grandes competiciones como unos Juegos o un Mundial. Hemos dado un gran paso, nos hemos clasificado por méritos deportivos por primera vez y estamos con muchas ganas, aunque también nerviosas por saber qué somos capaces de hacer», dice.
La escolta, pilar importante en los éxitos del CD Ilunion, avisa de que no van a Hamburgo de vacaciones: «Queremos disfrutar del torneo, iremos partido a partido y competiremos en cada encuentro, pero el objetivo principal es ganar dos encuentros en la fase de grupos y meternos en octavos. Es complicado medirse a las favoritas, pero esto es deporte y podemos dar alguna sorpresa».
Su compañera Vicky Pérez también cuenta las horas para el debut del próximo día 16 ante Holanda. La pívot madrileña aplaude que este año por fin han podido medirse a selecciones femeninas en la preparación, algo que les ha servido para conocer el nivel en el que se encuentran. «En años anteriores nos enfrentábamos a amigos nuestros que se prestaban para jugar partidos. Este año hemos estado más tiempo juntas para pulir cosas ante rivales a las que nos vamos a enfrentar», dice.
«La historia del baloncesto femenino español ha tenido muchos impedimentos, como problemas para entrenar y encontrar jugadoras. Es un premio haber aguantado tanto sufrimiento para alcanzar la calidad que tenemos ahora. Pero también es una obligación, hay que pelear por aquellas chicas que lo dieron todo por este deporte y se quedaron en el camino, hay que sacar el orgullo que hemos heredado para darles una alegría», apostilla.