José Manuel Marín recupera la ‘libertad’ con el arco y las flechas

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El arquero almeriense, que antes del confinamiento batió dos veces el récord de España, vuelve a entrenarse en un campo de tiro.

Jesús Ortiz / dxtadaptado.com

“El confinamiento fue un mazazo, es como si vas en un Fórmula Uno a 200 km/h y frenas en seco”. Así explica José Manuel Marín, uno de los mejores arqueros paralímpicos de España, los dos meses encerrado en casa ante el estado de alarma por la crisis del coronavirus. Durante ese tiempo cambió los 70 metros al aire libre en los que suele lanzar, por los cinco metros del estrecho pasillo de su piso donde practicaba cada mañana ante un pequeño parapeto y una diana. Ahora vuelve a ejercitarse bajo el sol mediterráneo en el campo de tiro de Roquetas de Mar, con el objetivo puesto en la diana de los Juegos de Tokio.

“Recuperamos otra vez la libertad y el sentir el viento en la cara. Ha sido duro, porque me dedico en cuerpo y alma a esto, pero no quedaba otra ante la difícil situación sanitaria que estamos viviendo. Al menos no he dejado de tirar flechas que me han servido para entrenar los movimientos y no perder sensaciones con el arco. Los lanzamientos cortos forman parte de nuestra preparación cuando necesitamos hacer mucha carga, ejecutar tiros que sirven para mejorar la técnica. Aunque al lanzar tan cerca castiga mucho los brazos y no es lo más idóneo”, explica.

El almeriense había arrancado el curso de forma brillante tras batir en dos ocasiones el récord de España que él mismo ostentaba en Open Recurvo, con una marca de 628 puntos. “Me pilló en un momento de forma excelente, quizás en la mejor etapa de mi carrera desde hace años. Había encontrado esa serenidad que me estaba ayudando mucho a la hora de lanzar, gracias al trabajo mental había mejorado mi rendimiento y gané los dos clasificatorios para formar parte de la selección española para acudir a competiciones internacionales”, asegura.

Después de dos meses tirando a una distancia máxima de cinco metros, el arquero andaluz ya lleva una semana vaciando el carcaj al aire libre: “Estoy entrenando solo en el campo de tiro gracias a las facilidades que me ha dado el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, que se ha volcado conmigo. Con la primera flecha tuve miedo e inseguridad, y eso que llevo más de 20 años en esto. Sin embargo, entró en el círculo amarillo, así que no estaba tan mal como pensaba. Estoy cogiendo confianza poco a poco y tirando unas 100 flechas al día, no hay que sobrecargarse, la vuelta se coge con muchas ganas y eso me puede llevar a lesionarme”, recalca.

Marín confía en recuperar el nivel que tenía antes del parón y disputar alguna competición esta temporada. “Estamos pendientes de un tercer clasificatorio y del campeonato de España. El calendario internacional también se suspendió hasta septiembre y se rumorea que puede haber un torneo en la República Checa este año. En 2021 supongo que el Europeo que se iba a celebrar en abril en Olbia (Italia) y otra prueba continental serán las competiciones con plazas en liza para los Juegos Paralímpicos”, comenta.

Los planes solo han cambiado de fecha, ya que el almeriense mantiene el mismo reto. “Después de tres años sin competir, volví con la motivación de llegar a Tokio, me encantaría vivir mis cuartos Juegos”, dice el deportista almeriense, que ya estuvo en Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. El siete veces campeón de España y medalla de oro por equipos en el Europeo de 2006 y en el Mundial de 2009 se muestra “positivo y con opciones de clasificarme. Estoy con la misma ilusión de cuando fui a los primeros, voy a poner toda la carne en el asador para cumplir otro sueño”.

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