Con esa sonrisa taimada grabada en su rostro, dosis de talento, ambición y trabajo ingente, Martín de la Puente ha logrado auparse a la atalaya privilegiada del tenis en silla de ruedas. Después de 10 años edificando piedra a piedra una exitosa carrera, el vigués se ha afianzado entre las mejores raquetas del circuito internacional. Lleva un 2022 para enmarcar, subcampeón de la Copa del Mundo con España, participó en Roland Garros, su primer Grand Slam, e hizo lo propio en el US Open, donde descorchó su alegría tras ser campeón de la modalidad de dobles. El broche a esta temporada lo pondrá en el Masters de Holanda, torneo acotado para los ocho mejores del ranking. Y luego en una exhibición en Chile junto a Rafa Nadal. Sueña con ser el número 1 y con una medalla en los Juegos Paralímpicos de París 2024.
Pregunta.- ¿Qué siente al ser el primer español en ganar un Grand Slam de tenis en silla?
Respuesta.- Es uno de los trofeos más valiosos, ya lo he digerido, siempre tendrá un lugar especial en mi corazón. Ganar un Grand Slam no es moco de pavo, al tenis se juega para ganar y lograr éxitos, pero también para disputar estos torneos tan grandes. Mis padres lo tienen expuesto en el salón de casa para no perderlo porque en estos días lo había paseado por demasiados sitios -ríe-.
P.- ¿Cuánto le ha costado llegar hasta la cima?
R.- He luchado un montón, estoy invirtiendo mi vida y dejándome los huevos en la pista, trabajando mucho cada día para brindarme estas oportunidades y jugar finales. Me ha costado sangre, sudor y lágrimas, también mucho dinero, así que estoy contento. Este triunfo supone para mi carrera un extra de motivación y de confianza, estos logros te permiten creer en uno mismo.
P.- Su título coincidió con el primer Grand Slam de Carlos Alcaraz.
R.- Mi relación con Carlos es bastante buena, le conozco desde pequeño, es muy cercano, es un crack dentro y fuera de la pista, siempre con una sonrisa. En un ambiente de Grand Slam, en el que se respira nervios y miedos, él siempre estaba para saludarnos y hablar con nosotros, eso dice mucho de su persona.
P.- Roland Garros, US Open… El tenis en silla español ha derribado el hermético muro de los Grand Slams, ¿qué supone para vosotros?
R.- Habernos incorporado a estos torneos es una alegría muy grande para Dani Caverzaschi y para mí. En nuestro deporte se lucha para llegar a un Grand Slam, lo máximo, así que estoy feliz por verme cada vez más cerca de los mejores. Con esfuerzo estamos alcanzando aquello que tanto nos propusimos, esos sueños que teníamos de niño cuando empezábamos. Es algo que nos ayudará en nuestra carrera deportiva, acercarnos al grupo de cabeza de este deporte.
P.- El próximo desafío, ¿un título en individual?
R.- Sí, el reto es ganar un Grand Slam individual, lo veo factible, me siento capaz, pero hay que continuar currando y ponerse las pilas, si sigo con esta dinámica tendré la opción algún día de lograrlo. Cada vez me noto más competitivo con la gente de arriba, a esos rivales a los que tenías en un peldaño y demasiado respeto, ahora te vas acercando. Toca remangarse, estoy en el puesto ocho y quiero ser el número uno. Estoy preparado para asaltar el Top 1 mundial.
P.- ¿A qué se debe su progresión esta temporada?
R.- La evolución se debe a todo el trabajo previo, tanto físico, mental como tenístico, también a las horas de preparación fuera de la pista con el fisio o el nutricionista, así como al descanso, todo ayuda. Cuando pones la barra muy alta y buscas tus límites en los entrenamientos, el trabajo recoge sus frutos.
P.- En Holanda disputa ahora su segundo Masters, ¿cómo lo encara?
R.- Será una semana muy especial y exigente, cada partido en un Masters es una final, iré a darlo todo, sin miramientos ni miedos. Me gustaría llegar a las semifinales en individual, aunque es complejo, y estar en la final de dobles con el argentino Gustavo Fernández, ser campeón por parejas es factible. Si ganamos, probablemente acabaré el año como número uno del mundo en dobles, una locura.
P.- Logró diploma paralímpico en dobles en Río de Janeiro 2016 y en Tokio 2020, ¿a la tercera va la vencida en unos Juegos?
R.- No me pongo metas en cuanto a victorias, pero sí el objetivo de ser competitivo y estar cerca de los mejores. París 2024 ya se ve en el horizonte, hay que trabajar mucho, Dani Caverzaschi y yo estamos listos para ello. Somos jugadores con casta y con experiencia para jugar grandes partidos, sabemos que será difícil, solo hay tres medallas en juego, pero iremos a competir y a luchar por ella.