Montserrat Alcoba Membrilla (Sabadell, 1981). Halterofilia. En Tokio debuta en unos Juegos Paralímpicos.
¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de unos Juegos?
El encendido del pebetero en Barcelona’92. Pero lo primero que marcó en unos Juegos fueron las medallas de Usain Bolt en Pekín 2008.
¿Qué cosas no pueden faltar en su maleta cuando viaja para competir?
La Tablet para leer libros y ver películas.
Completa la frase. Si gana una medalla en Tokio…
Sería demasiado, pero ni me lo planteo, es muy complicado, soy realista, mis marcas no están para medallas, así que mi objetivo es un diploma.
¿Qué apuesta estaría dispuesta a hacer por ganar una medalla?
Hacer el Camino de Santiago.
¿Un momento imborrable en su carrera?
La medalla de plata que gané en el Europeo de 2018 en Francia, era mi regreso a la halterofilia tras varios años sin competir.
¿Alguna manía antes de salir a competir?
A excepción del momento de la respiración antes de agarrar la barra, no me considero una deportista con manías o rutinas.
Un defecto y una virtud.
Soy muy gritona, así como constante y trabajadora.
Una frase o lema.
La diversidad nos enriquece.
De no haber practicado halterofilia, ¿qué deporte le habría gustado hacer?
Ya lo hice durante varios años, así que elegiría el baloncesto en silla de ruedas.
¿A qué personaje retaría en su deporte?
Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o al de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, para que sepan lo que cuesta ser un deportista de alto rendimiento y se pongan en nuestra piel.
¿Qué fotos decoraban su habitación cuando era pequeña?
Tenía la pared llena de fotos de Leonardo Di Caprio -ríe-.
Cuando era niña, ¿con qué soñaba ser de adulta?
Con ser enfermera y maestra. Lo segundo lo conseguí.
Algo que aún no haya hecho y que le gustaría hacer.
Viajar con mi marido a Escocia y a Nueva York.
Si fuese presidenta del Gobierno, ¿qué cosas haría o cambiaría?
Mejoraría el ámbito de la educación inclusiva, está muy mal montado y para mí, como profesora de educación especial es súper importante porque los niños son nuestro futuro.
Si pudiera cenar con cualquier personaje, ¿a quién elegiría?
A Nelson Mandela.
¿Cuál es su forma de desconectar?
Cuando leo o me subo a la elíptica y paso horas y horas mientras veo una película.
¿Qué alimento nunca falta en su nevera o despensa?
Pasta y fruta.
¿En qué tarea doméstica podría aspirar a medalla?
En hacer la compra -ríe-. En casa quizás el poner la lavadora, tengo la suerte de tener un marido que es fantástico, él se encarga de todo.
¿Qué suele ver en televisión?
Series en Netflix.
Una canción que le motive.
‘Gonna fly’, de la película de Rocky Balboa, me motiva mucho.
Reportaje. Montse Alcoba, a Tokio con el peso de su fuerza y coraje