No parece tener techo Martín de la Puente cuando empuña la raqueta. Lleva varios años advirtiéndolo, quiere ser número uno del tenis en silla de ruedas. No va de farol, su rendimiento en la pista emite claras señales de que tarde o temprano llegará a la cima del ranking. Desde hace un par de años no para de derribar barreras, conquistando un Grand Slam o una Copa de Maestros en dobles. En individual también come en la misma mesa de los mejores. Lo ha demostrado una vez más al ganar el prestigioso Open de Cerdeña, en el que ha superado a varios jugadores tops.
Es el segundo torneo ITF1 que alza esta temporada tras el TRAM Barcelona Open, donde venció por primera vez en su carrera a rivales de enjundia como son el británico Alfie Hewett y el argentino Gustavo Fernández. En territorio italiano estrenó su casillero de victorias en su duelo particular ante un histórico de este deporte, el francés Stephane Houdet, al que sorprendió en la final con una espectacular remontada.
Empezó su camino con un cómodo triunfo en primera ronda frente al croata Antonijo Arambasic por un doble 6-0. En octavos no dio ninguna opción a su adversario, el galo Geoffrey Jasiak, al que tumbó por 6-0 y 6-1. En cuartos de final le tocó lidiar con el holandés Tom Egberink, al que le tiene tomada la medida y le ha ganado en los seis últimos enfrentamientos. Esta vez lo arrolló con un doble 6-0.
El vigués llegaba con confianza a unas semifinales donde se medía al británico Gordon Reid, con el que había perdido en siete de los nueve partidos que han disputado, tres de ellos este año. El campeón paralímpico en Río de Janeiro 2016 y bronce en Tokio 2020 se llevó el primer set (3-6). Pero el gallego, que lleva desde julio instalado en el Top 4 mundial, se mostró sólido y más inspirado para darle la vuelta al marcador (6-3 y 6-3).
En la final le esperaba Stephane Houdet, un muro inexpugnable a lo largo de su carrera. Nunca había ganado al francés, que cuenta con un palmarés excelso en el que destacan casi una veintena de títulos de Grand Slam y cinco medallas paralímpicas. El veterano tenista fue un vendaval en el primer set, que se lo adjudicó por 1-6. También dominó la segunda manga, llegando a ir por delante 3-5, pero dejó con vida a su rival y lo acabó pagando. Pese a estar contra las cuerdas, el español no claudicó, sacó su garra y fortaleza mental para igualar el choque (7-5).
En el definitivo set, espoleado por su gran juego y henchido de fe, De la Puente dio una magistral lección a Houdet con un 6-3 para llevarse el título. «Estoy muy contento por cómo he trabajado. Han sido partidos durísimos tanto en semifinales como en la final, ganándole a dos ex Top 1 mundiales. Así que feliz por esta semana, toca seguir con esta buena dinámica para acabar bien el año”, ha recalcado.