La deportista española no logra ningún intento válido en el campeonato del mundo en Kazajistán ante la exigencia de los jueces con la técnica.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Llegaba en un gran momento físico y cargada de confianza, pero la mala fortuna, la falta de experiencia y la exigencia desmesurada de los jueces han impedido que Montse Alcoba diera un paso importante en su camino hacia los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. La deportista española se ha marchado del Mundial de halterofilia paralímpico en Nur-Sultán (Kazajistán) con mal sabor de boca tras cometer tres nulos.
La catalana, que competía en el grupo B de la categoría de -73 kilos, falló en sus tres intentos y no pudo aspirar a acabar entre las ocho primeras del mundo. Tras cinco años retirada de la competición por maternidad, regresó en 2018 con una medalla de plata en el Europeo de Francia en -86 kilos y en un año ha bajado casi 15 kilos con el objetivo de tener más opciones de acudir a unos Juegos. En su segundo Mundial desde 2010, Montse no ha superado el listón y tendrá que esperar hasta abril para saber si tiene billete para la cita de Japón.
«En el primero intenté 95 kilos y se me soltó la cincha que sujeta las piernas, me desequilibró y moví un pie, algo que se considera nulo. Es un accidente que puede pasar. Decidimos aumentar hasta los 97 en el segundo y luego 100 en el tercero porque me veía fuerte. Los levanté bien pero los jueces percibieron que sigue habiendo un fallo técnico, son muy exigentes y hay que hacerlo perfecto», ha relatado la barcelonesa.
Por su parte, el coordinador español de halterofilia, Domingo García, se ha mostrado muy molesto con la actuación de los árbitros: «No se puede dar tan alegremente un nulo, hay jueces que quieren aparentar ser duros. Soy juez-árbitro internacional y estoy en contra de aquellos que van al fallo, la mayoría nunca han sido levantadores y no saben lo que es entrenar, ni la soledad y oscuridad de trabajar en un gimnasio. Montse no ha sido la única que ha blanqueado aquí, campeonas del mundo y paralímpica, como la francesa Souhad Ghazouani o la mexicana Amalia Pérez -cuatro oros en los Juegos-, también lo han hecho».
En cuanto al concurso de Montse Alcoba, el seleccionador ha apuntado que «no ha tenido suerte, ha sido una competición muy dura. Los entrenamientos que había realizado aquí demostraban que estaba como un toro, tenía una actitud positiva e iba a por todas. En el segundo intento, al tocar la barra en el pecho da un golpe que no es reglamentario y en el tercero intentamos los 100 kilos para meternos entre las ocho primeras del mundo, los levantó pero el brazo derecho no lo extendió del todo, apenas se notó, aunque aquí los jueces no perdonan. Mi valoración es positiva, costará levantarla emocionalmente porque venía con ganas de hacer historia».
La haltera catalana se había machacado en el gimnasio para llegar en el mejor estado posible pese al escaso apoyo que recibe ya que no cuenta con entrenador ni fisioterapeuta ni tampoco con una banca adaptada para ejercitarse. «Lo que me preocupa es que pese a que me ven con mucha capacidad, el presupuesto limitado de la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física haga que no sigan apostando por mí. Necesito competir mucho a nivel internacional y vamos a buscar los medios para no cometer estos fallos. Sé que puedo ser mejor», ha añadido.