Yassine Ouhdadi bate el récord del mundo en 1.500 metros T13

El tarraconense cierra una gran temporada siendo el atleta con discapacidad visual más rápido en el ‘milqui’ con 3:47.68. Hace poco más de una semana logró también la plusmarca europea en los 5.000 metros.

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Yassine Ouhdadi sigue imparable, en un estado físico formidable y demostrando una fulgurante evolución con récords. No ha habido este año un atleta como él en pruebas de mediofondo en categoría T13 (discapacidad visual). Hace menos de una semana batió la plusmarca europea en 5.000 metros, distancia en la que ganó el oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, y ahora ha pulverizado el récord del mundo en los 1.500 metros.

El tarraconense, de zancada ligera y poderosa, confirma con sus resultados que es uno de los referentes del atletismo español. Ha dejado su huella en el Estadi Joan Serrahima durante el Meeting Internacional Ciudad de Barcelona. La temperatura era buena, 25 grados, pero llovía, a ratos intensamente. Aun así, el agua no trastocó los planes del espigado deportista catalán, que quería ponerle el broche perfecto al curso.

“En mi serie había mucha gente, todos los rivales se querían situar bien en el grupo, frenaban y tenía que parar e intentar que no me tirase nadie. Me encontré muy bien y fuerte, fui de menos a más, me puse en medio y aguanté hasta el final, no me vine abajo, sabía que estaba para conseguir el récord porque venía de hacer carreras muy buenas”, ha explicado.

Yassine cruzó la meta en 3:47.68, tiempo con el que le arrebata la plusmarca mundial al argelino Abdellatif Baka, que la tenía en 3:48.29 desde los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. “No es mi prueba, pero este año me he centrado en ella y el rendimiento ha sido muy positivo. Siendo realista, cuando terminé me quedé con la sensación de que podía haber rebajado dos o tres segundos más la marca, pero estoy contento, algo había que dejar para el año que viene”, ha comentado entre risas.

Hace unos días en Gijón fue récord de Europa en 5.000 metros al parar el cronómetro en 14:27.57, mejorando los 14:34.13 que hizo en los Juegos de Tokio. Este año también logró el triunfo en los Grand Prix de Jesolo (Italia) y París, además de ganar la carrera popular de Liberty en Madrid con más de 6.000 participantes, una victoria sin precedentes ya que es el primer atleta con discapacidad en conseguirlo.

“La clave ha sido la pretemporada que he realizado y la tranquilidad con la que lo he afrontado porque no tenía presión al no haber competiciones. También la experiencia acumulada y la conexión con mi entrenador, Benito Ojeda, que ya me conoce mejor y me ha corregido cosas. He trabajado duro, me veo mejor que el año pasado, me ha salido un gran final de temporada y damos el año por bueno, acabo sin lesiones, que era importante. Ya estoy con ganas de empezar la siguiente”, ha recalcado.

Ahora desconectará unas semanas en Cannes (Francia), donde residen sus padres, y empezará a preparar su próximo reto, el Mundial de París 2023. “Toca descansar y recargar pilas, pasar tiempo con la familia y disfrutar del camino. El año que viene está el campeonato del mundo, el cual lo afronto con ilusión y con la intención de doblar, voy a ir a por el oro en 1.500 y en 5.000 metros, eso es innegociable, siempre soy ambicioso. Tengo una espinita con el ‘milqui’ porque en competición no acaba de salir bien, me dejó mal sabor de boca en Dubai 2019 y en Tokio, así que espero romper esa barrera en París”, ha apostillado.

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