CUBA: Ejemplo que multiplica voluntades

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    Oscar Pupo Cortina, campeón Paralímpico de Barcelona 1992 y su entrenador Rafael Figuera, son dos glorias del deporte holguinero que continuamente nos sorprenden por ser fehacientes multiplicadores de voluntades. 

    El campeón Paralímpico holguinero Oscar Pupo impulsa la silla de ruedas con su entrenador Rafael Figuera. Foto: Alejandro González.radioangulo.cu – Tal parece que estas dos personas con discapacidad nacieron para con su ejemplo ratificar que ante las adversidades que nos impone la vida, nada de lamentaciones, hay que enfrentarlas con entereza y optimismo. Oscar, ciego total. Rafael, limitado físico motor. Los dos consagrados al deporte, la familia, el amor en todas sus necesarias manifestaciones y como suprema convicción, la Revolución. Su participación no es casual en muchas de las carreras o maratones populares que se organizan en el territorio; ambos intervienen con la satisfacción reflejada en sus rostros, plenos de alegría porque se saben, sin proponérselo, paradigmas de personas convencionales y con discapacidad.

    Ahora, la lucha contra el cáncer convocaba a través del Maratón de la Esperanza y ellos se sumaron a la masiva presencia de holguineros, sólo que en esta oportunidad su participación fue sencillamente cautivante, memorable desde la humildad que los acompaña.

    En la carrera Terry Fox efectuada en el municipio de Holguín, ambas glorias del deporte inundaron de esperanza la jornada. Figuera sentado en una silla de rueda era impulsado por Pupo.

    No fueron pocos los corredores que quisieron ser los ojos de los invidentes, mas no fue necesario porque ellos multiplican voluntades para avanzar por las arterias establecidas para el recorrido, con la abundancia de afecto que nace del corazón para oxigenar la vida y fortalecer la esperanza.

    Una ovación los premió al llegar a la meta. Vimos lágrimas convertidas en perlas en algunos rostros, y lo más importante, una reafirmación unánime: discapacidad no quiere decir olvido ni muchos menos vida apagada.

    Oscar Pupo Cortina y Rafael Figuera, una vez más, junto a otros integrantes de las asociaciones de limitados físico motores, de sordos e hipoacúsicos y la de ciegos y débiles visuales, entregaron el corazón para reafirmar como dijera el poeta cantor: “¡Quién dijo que todo está perdido!”.

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