Uno es una leyenda, el español más laureado del tenis de mesa paralímpico, y el otro uno de los jóvenes con más talento que ha irrumpido con brío en el panorama internacional. Álvaro Valera y Ander Cepas han desplegado un gran nivel para conquistar la medalla de oro en individual en el Open de Tailandia Factor 40, una de las últimas pruebas clasificatorias para el Mundial de Granada en noviembre.
Hace 25 años se colgó su primera presea, una plata en el Europeo de Estocolmo (Suecia). Desde entonces, Valera ha construido una brillante carrera con un palmarés excelso. El incombustible palista andaluz, que cuenta con seis metales en Juegos Paralímpicos, siete en mundiales y 17 en europeos, continúa devorando medallas. La última ha sido en territorio asiático con una victoria de prestigio en la final (3-2) ante uno de los rivales más potentes de la clase 6, el tailandés Rungroj Thainiyom. Un resultado que le devuelve a la cima del ranking, al número uno.
El sevillano lideró el grupo A con dos triunfos por 3-0 frente al italiano Raimondo Alecci y al francés Esteban Herrault. En semifinales se deshizo del chileno Matias Nicolas Pino por 3-0 (11-7, 11-9 y 11-5). Y en la final le tocaba lidiar con Thainiyom, bronce en los Juegos de Tokio, rival que le arrebató el oro en la cita de Londres 2012 y que venía de ganar varios torneos esta temporada.
A Valera le gustan los desafíos complicados y salió motivado para apuntarse el primer set por 11-5. Los dos siguientes se lo adjudicó su adversario (7-11 y 11-13), tocaba sacar su mejor versión para remontar. Y así lo hizo, con su revés, técnica, estrategia y cubriendo mejor la mesa, el español se llevó un cuarto set muy disputado (14-12). En el definitivo, ambos jugadores no dieron su brazo a torcer y la igualdad se mantuvo hasta el 8-8. El andaluz, que empieza a recuperar su tono y juego tras un declive físico por los problemas degenerativos de su enfermedad, estuvo más acertado en sus golpeos para llevarse el oro por 11-9. En la misma clase, el coruñés Alberto Seoane cayó en cuartos de final.
“Estoy muy contento, ha sido un partido a cara cruz ante un rival que me conoce, que sabe aguantar mis bolas y las coloca bien, es zurdo y sus efectos laterales son bastante incómodos. Ha sido un encuentro muy táctico y abierto. Feliz por retomar el número uno mundial después de una interrupción, esto es un revulsivo y un aliciente para prepararme y luchar por la medalla en el campeonato del mundo de Granada”, ha comentado.
Y de un veterano que no se cansa de ganar a un bisoño que ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad mayúscula. Ander Cepas está firmando un curso espectacular, es una de las revelaciones a nivel mundial. El donostiarra no para de cosechar éxitos con su potente zurda, descaro y juego eléctrico. En Tailandia se llevó el oro dominando a todos sus rivales y sin ceder un solo set en toda la competición en clase 9.
Fue primero de grupo con pleno de victorias por 3-0 ante el kuwaití Abdullah Qasem, el kazajo Talgat Erekeyev y el hongkonés Ka Sing Ho. En semifinales tampoco tuvo problemas para ganar por 3-0 (11-8, 12-10 y 11-7) al iraní Mohammaderfan Gholami. Y en la final volvió a cruzarse con Ka Sing Ho, a quien no le dio opciones y se impuso por 3-0 (11-9, 11-9 y 11-7). Esta es su octava medalla este año, antes consiguió oro, plata y bronce en el Open de Ostrava (República Checa), bronce en Eslovenia, oro y bronce en Francia y una plata en el Open Costa Brava.