Un grupo de chicos con discapacidad inicia hoy una nueva travesía por el Paso Pehuenche. Los acompañan padres y especialistas. Recorrerán 284 kilómetros en 8 días.
losandes.com.ar – A pocos se les cruzó por la cabeza que era posible hacer realidad el enorme desafío que significaba ese sueño que se plasmó hace alrededor de 8 años, cuando el primer grupo de chicos con discapacidad cruzó la cordillera en bicicleta.
Y aunque han pasado los años la jornada de despedida aún sigue en las retinas de quienes participaron de esa primera travesía, al partir los ciclistas desde el kilómetro cero de la ciudad.
Bajo el lema «Los sueños siempre se pueden concretar con amor y esfuerzo», los ciclistas están nuevamente a punto de embarcarse por octava vez en un desafío similar. Los nervios, la emoción y el sueño de trasponer por el Paso Pehuenche la enorme mole, la cordillera de los Andes, se acrecienta y los detalles comienzan a cerrarse.
El profesor Alejandro Dávila, organizador de la travesía desde la primera edición y a cargo de la coordinación de personas con discapacidad de la comuna sanrafaelina, dijo: «El objetivo es reeditar por quinta vez la travesía a Chile después de entrenar todo el año buscando objetivos que se consiguen» con el deporte.
Esta vez son decenas de personas las que participarán de esta aventura que los llevará por el Paso Pehuenche. Son once ciclistas que presentan diferentes patologías (disminuidos visuales, retardo mental, parálisis cerebral, y sordos) y estarán acompañados por doce personas, entre guías, voluntarios y padres que colaboran en fortalecer el sueño y la vida de estos jóvenes sanrafaelinos.
La salida simbólica de la prueba está prevista para hoy a las 10 desde el kilómetro cero de San Rafael para pedalear hasta la vuelta de Stocco en Cuadro Benegas.
Luego de almorzar en el lugar, el grupo partirá en vehículos hacia Bardas Blancas, Malargüe, para alojarse en la escuela 8 – 511 Peregrina Cantos, al pie de la cordillera de los Andes y desde ahí darán la salida oficial al día siguiente.
Lilia Reyes, ya con algunos cruces y madre de Kevin con una discapacidad mental/visceral, (problemas renales) narró su experiencia y destacó los beneficios del programa y de estas travesías.
«Ver a los chicos felices en plena cordillera es hermoso porque el amor lo puede todo y nosotros lo hemos comprobado desde que participamos. Antes vivíamos de hospital en hospital y ahora esto nos ayudó a mejorar la calidad de vida de mi hijo y da fuerzas día a día, ya que este grupo saca a flote a cualquiera», señala.
Ésta será la quinta edición a Chile de las travesías por Argentina uniendo a los dos países por el paso Pehuenche, incluido una por el Paso Vergara.
Además el grupo ha realizado dos por los lagos del Sur, San Martín de los Andes -Bariloche hasta Junín de los Andes y una por San Luis, recorriendo Potrero de los Funes, El Trapiche, La Florida, entre otros lugares de la provincia vecina.
Para poder realizar la octava edición, los ciclistas y sus acompañantes entrenaron desde abril a enero con rutinas de dos veces por semana, los martes y jueves.
En esos «ensayos» recorrieron distintos distritos de San Rafael, totalizando en su gran mayoría de 22 a 30 kilómetros en cada oportunidad. Los sábados, como un entrenamiento especial, transitaban de 40 a 60 kilómetros e incluso algunos de los ciclistas realizaron otras pedaleadas por propia voluntad.
«Esto no sólo se basa en el desarrollo del estado físico de cada ciclista. Lleva un acompañamiento de nutricionistas con dietas personalizadas y el apoyo psicológico de especialistas, para lograr el objetivo en forma general» indicó Alejandro Dávila, coordinador de la travesía.
La prueba tendrá un recorrido aproximado de 284 kilómetros dividido en seis etapas. Los pedalistas alcanzarán los 2.550 metros sobre el nivel del mar, en distintos puntos, tanto desde el lado argentino como del chileno. Según el cronograma, el regreso está previsto para el lunes 19 aproximadamente a las 18 al kilómetro cero sanrafaelino.
Bajo la firme consigna «Los sueños siempre se pueden concretar con amor y esfuerzo», la actividad permitirá que 23 almas desplieguen todo su potencial físico, mental, psicológico y emocional contra la altura y los avatares del clima para lograr el objetivo máximo que es demostrar a la sociedad que con experiencias concretas se puede mejorar la calidad de vida día a día.
