El averno de la segunda división abre sus puertas a la selección española masculina de goalball. El equipo dirigido por Paco Monreal no ha podido cumplir con el objetivo de la permanencia en el campeonato de Europa que se disputa en Samsun (Turquía) y ha descendido de categoría. Apenas dos años ha durado su periplo en la élite continental de este deporte, esta vez no ha ofrecido su mejor nivel para pelear de tú a tú con sus rivales y ha finalizado en la última posición.
Cuatro derrotas, 17 goles a favor y 42 en contra. Ese ha sido el bagaje que ha cosechado en territorio otomano. Las cosas ya empezaron mal antes del inicio del torneo, cuando en la revisión visual dos de sus jugadores fueron clasificados como B4 y, por tanto, se quedaban sin competir -solo pueden jugar aquellos categorizados con B1, B2 y B3-. Así, el técnico nacional no podía contar con José Daniel Fernández, quien volvía tras varios años de ausencia y regresaba para aportar seguridad defensiva, ni con Nicolás Verdejo, uno de los habituales titulares.
Con solo cuatro deportistas disponibles, Félix Vargas, Pedro Martín, Juan Carlos García y el debutante Daniel Sánchez, España arrancó con una dura derrota por 13-3 ante Lituania, oro en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 y bronce en Tokio 2020. En el segundo encuentro nada pudo hacer con Bélgica, recibiendo otra goleada (1-11).
El tercer duelo se antojaba clave para seguir aspirando a la permanencia y enfrente estaba Rusia, rival con el que había perdido en partidos de preparación. El equipo español salió bien y aprovechó tres errores de los rusos para mantener la igualdad al descanso (5-5) con dos goles de Vargas y tres penaltis materializados por Martín. Sin embargo, en la segunda parte se le mojó la pólvora y Rusia se puso por delante (7-5). A falta de un minuto recortó distancias Vargas (7-6), pero pese al empuje, el marcador ya no se movería.
La derrota obligaba a España a vencer en el último partido a Ucrania, vigente subcampeona de Europa y que firmó un buen papel en su estreno paralímpico en Tokio. El gol de Vargas en el primer minuto fue un espejismo, ya que el cuadro ucraniano fue una apisonadora hasta el intermedio (1-8). Un parcial de 5-1 parecía meter de nuevo en el partido a los de Paco Monreal, pero el rival evitó la rebelión para llevarse el triunfo por 7-11 y mandar a la selección española a segunda división.
“Ha sido complicado superar ese bache mental -tras perder a dos jugadores en la revisión médica-. Ante Lituania era un resultado previsible, aunque no esperábamos perder por esa diferencia. Con Bélgica no salieron las cosas, no hay excusas, no terminamos de entrar en juego y ellos nos fueron sacando poco a poco del partido. Al día siguiente nos jugábamos todo o nada contra Rusia y ahí estuvimos mucho mejor, a pesar de tener fallos productos de los ajustes que debimos hacer. Aunque perdimos, teníamos otras sensaciones, el equipo fue competitivo. Y ante Ucrania no ha ido bien, hemos podido pelear con ellos en un partido más igualado de lo que parecía a priori”, ha resumido el seleccionador.
Ahora toca resetear y pensar ya en el Europeo B del próximo año, en el que España buscará de nuevo el ascenso. “El futuro pasa por reestructurar el equipo otra vez, hay que sacar gente más joven con la que estamos trabajando. El campeonato lo afrontaremos con esta base de jugadores y alguno más. Soy optimista y esperamos volver al Europeo A en 2023. Estamos trabajando con un grupo de jóvenes que aún están verde, pero la idea es que vayan entrando en la dinámica del equipo”, ha añadido Monreal.