Hace seis meses Sergio Ibáñez subía al podio con una plata en el Nippon Budokan de Tokio, recuperando el idilio del judo español con las medallas en unos Juegos Paralímpicos. Desde su debut en Barcelona 1992 hasta la cita en la capital japonesa la cosecha ha sido de 20 preseas, siendo el cuarto deporte -tras natación, atletismo y ciclismo- que más éxitos le ha reportado a España. En el último ciclo han sido pocos los judokas en competiciones internacionales y no se avistaba un relevo generacional. Sin embargo, empiezan a florecer brotes verdes con una nueva hornada de jóvenes.
Se ha visto reflejado en el Campeonato de España celebrado en Villaviciosa de Odón (Madrid), que regresaba tras dos años de ausencia por la pandemia de la Covid-19. En el tatami madrileño participaron hasta 15 jóvenes que irrumpen con ganas y mucha ilusión. Después de convivir unos días en una concentración en el Centro de Alto Rendimiento, las promesas desplegaron sus mejores acciones en la competición.
“Muchos cuentan con una buena base y nivel, son el futuro del judo paralímpico español. La concentración salió muy bien, les hemos podido conocer y trabajar con ellos. Han tenido la oportunidad de compartir entrenamientos con los más veteranos, que son sus referentes. Nos hemos llevado una sorpresa, tenemos un grupo de adolescentes que están preparándose en clubes inclusivos y con el que podemos trabajar ese relevo. Pueden llegar lejos porque hay nivel”, ha explicado la seleccionadora española, Marina Fernández.
Entre los nombres propios destaca el de María Manzanero, a quien le costó vencer a la andaluza Ana Gómez, de 12 años y que apunta alto. La madrileña, que en 2019 ganó un oro en el Torneo de Heidelberg (Alemania) y una plata en los Juegos Europeos de la Juventud en Pajulahti (Finlandia), es una de las apuestas de la federación. Al igual que Adrián Taboadela, otro judoka que ya despuntó con varios oros en cadete y junior en esas mismas pruebas internacionales.
El madrileño se llevó el bronce en -73 kilos, categoría que tiene nuevo campeón de España, Sergio Ibáñez. El aragonés se ha visto obligado a subir de peso ya que su anterior clase, la de -66 kilos con la que ganó la plata en Tokio, ha sido eliminada del programa paralímpico de París 2024. Y en su estreno dejó buenas sensaciones tras imponerse por shido a su compañero Álvaro Gavilán -bronce mundial- en un reñido combate.
También en sénior en -60 kilos se vivió un duelo muy igualado entre los dos referentes, el onubense Borja Pahissa y el madrileño Daniel Gavilán, con victoria para este último. No estuvieron en el campeonato dos de las judokas españolas más laureadas, la vallisoletana Marta Arce -plata en Atenas 2004 y en Pekín 2008 y bronce en Londres 2012- por motivos personales y la malagueña Carmen Herrera -medallista de oro en tres Juegos- porque anularon su categoría ante la falta de competidoras, al igual que le ocurrió a Íñigo Gerbolés.
En cuanto al resto de jóvenes, en cadete mixto se llevó el oro Sergio Crespo, la plata Andrés Zhao Díaz y el bronce Laura Xueyuan; en cadete -55 kilos ganó Jorge Crespo, plata para Nicolás Kesselmark y bronce para Javier Muñoz, mientras que en +73 kilos Hugo Fidalgo derrotó a Rodrigo Suárez. En infantil, el podio lo coparon Juan Manuel Polo (oro), Lucía Muñoz (plata), Anna Lucía y Yordi Julián Ordóñez (bronce). Y en alevín, Álvaro Sánchez se impuso a Mónica Prados.
Este mes, la selección española viajará hasta Alejandría (Egipto) para disputar el primer torneo internacional de la temporada. María Fernández ha convocado para esta ocasión a Daniel Gavilán, Borja Pahissa, Sergio Ibáñez, Álvaro Gavilán, María Manzanero y Adrián Taboadela. El Grand Prix de Antalya (Turquía) en abril será el primero en puntuar para el ranking clasificatorio para los Juegos Paralímpicos. El Europeo se celebrará en septiembre en Cagliari (Italia) y el Mundial en noviembre en Baku (Azerbaiyán).