El remo, la nueva ilusión de Enrique Floriano

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El extremeño, que lo ha ganado todo en la natación, disfruta ahora a golpe de paladas. Su objetivo, formar parte del bote PR3Mix4+ que representará a España en pruebas internacionales.

Jesús Ortiz / dxtadaptado.com

Cuando apenas levantaba unos palmos del suelo, Enrique Floriano se acercó al judo, pero el tatami no le llenaba lo suficiente y con siete años cambió el kimono por el gorro y el bañador. La piscina captó su atención cuando veía a su hermana entrenar en el CN Badajoz. En el agua desplegó su enorme talento durante 15 años de exitosa carrera en la que lo ganó todo. Campeón del mundo y de Europa, conquistó nueve medallas en cuatro Juegos Paralímpicos. Tras un tiempo retirado de la competición, a sus 37 años ha recuperado la ilusión por el deporte a través del remo, una disciplina que empieza a salir del ostracismo en España.

Enrique Floriano en su etapa como nadador. Fuente: CPE

En la natación alcanzó la cima con perseverancia, tenacidad y esfuerzo. “Aprendí rápido a nadar en la piscina de La Granadilla, que desde hace cuatro años lleva mi nombre. Venía del judo, pero fue una etapa muy poco halagüeña porque recibía palos por todos lados”, dice entre risas. Casi tres décadas han pasado ya de su primer gran duelo contra el cronómetro. “El primer triunfo que tengo grabado a fuego es cuando conseguí la mínima para ir a un campeonato de Extremadura con nueve años. Mi primer trofeo fue un gorro blanco que daba mi club por lograrlo”, recuerda Floriano, que en 2011 hizo historia cuando el récord del mundo en 400 estilos que batió en Berlín le granjeó una plaza para el campeonato de España absoluto.

En sus vitrinas cuenta con 40 medallas mundiales y más de 30 europeas. Aunque las más preciadas son las nueve preseas en los Juegos: dos oros, una plata y un bronce en Sídney 2000, una plata y dos bronces en Atenas 2004, una plata en Pekín 2008 y otra plata en Londres 2012. “Una de las más especiales es la que gané en China, tuve un aneurisma cerebral pocos meses antes, no era maligno, pero era necesario operar. Esa capacidad de resiliencia fue lo que me llevó a darle más valor a la medalla, no por el color del metal que te llevas colgado al cuello, sino por la experiencia de superar barreras para conseguirla. Fue un muro duro que tuve que romper gracias a mi carácter competitivo. Cuando flaquean las fuerzas salía esa garra y rabia por lograr un objetivo”, relata.

Dejó la alta competición en 2012 tras subir al segundo cajón del podio paralímpico en Londres en los 400 metros libres. “Cuando me retiré lo hice en mi mejor estado de forma, pero no encontraba esa inquietud por la que priorizar la natación ante mi vida laboral. Mi preocupación era la de encontrar trabajo y lo hice por medio del Plan Adop del Comité Paralímpico. Luego intenté probar otras disciplinas deportivas como la natación en aguas abiertas o el triatlón, que fue un fracaso absoluto, requería de una implicación de la cual no disponía”, asegura.

Enrique Floriano en la Casa de Campo de Madrid.

En 2018 desempolvó el bañador para buscar una plaza en el Europeo de Dublín (Irlanda), aunque se quedó a tres décimas de la mínima. “Aquello me escoció bastante, pero entendía que uno se hacía mayor y las marcas son más exigentes. De nuevo dejé la práctica deportiva, algo que me hizo engordar unos kilos”, recalca. Por casualidad, en enero de este año le llegó la oportunidad de descubrir el remo, una modalidad ávida de savia nueva en España.

Pleno de victorias en ergómetro

“David Casinos nos comentó que se habían convocado unos test de ergómetro para formar parte de la selección española. Me inscribí y gané la primera prueba de seis kilómetros, eso despertó más mi curiosidad. Antes del confinamiento por el coronavirus hicimos otro test de 2.000 metros y también hice el mejor tiempo. En los tres meses en casa me preparé a tope y se vio reflejado en el test de julio, donde volví a ser primero en mi categoría”, explica. Un pleno que le ha permitido formar parte del equipo español que vivirá su primera concentración del 23 al 30 de agosto en Laias (Ourense) con deportistas como Jorge Pineda, Javier Reja, Casinos, Pepi Benítez, Miguel Ángel Arroyo o Maximiliano Rodríguez.

La Federación Española de Remo se ha volcado en la creación de una embarcación de PR3Mix4+ (dos mujeres y dos hombres), en la que tendrían cabida un máximo de dos remeros masculinos ciegos o con deficiencia visual. “Voy a darlo todo para ganarme un sitio en un bote en el que se ha depositado mucha ilusión para hacer algo importante en el futuro. Ahora habrá que trabajar para encajar el puzle, ya que nunca hemos remado juntos y tendremos que encontrar el equilibrio, la coordinación y la mejor fórmula para sacar el mayor rendimiento”, indica.

Enrique Floriano durante un entrenamiento.

Floriano aún está en plena cocción en el remo, pero cada día se siente más cómodo hendiendo el agua con el bote. El extremeño se forja en el lago de la Casa de Campo con el Club de Remo Madrid Velocidad: “El conocimiento del trabajo en el agua lo llevo innato y me estoy adaptando bien al nuevo medio. Las sensaciones son buenísimas, tengo mucho margen de mejora. La carencia de ilusión y competitividad la he recuperado con el remo, es un deporte en equipo que me está apasionando”, insiste el pacense, que sueña con disputar otra vez unos Juegos Paralímpicos, que serían sus quintos, aunque prefiere dar pasos firmes y no “vender humo”.

“Primero necesitamos pasar una clasificación médica a nivel internacional y luego ir a un campeonato para poder meternos en el ranking, que será lo que nos dará la posibilidad de ir al preolímpico. Siendo egoísta, lo único favorable que encontramos de la pandemia es que se han aplazado los Juegos y hemos ganado tiempo para preparar una estrategia de equipo e intentar estar en Tokio. Hay que trabajar palmo a palmo y aprovechar cada minuto para aprender. Con pasión, dedicación y entrenamientos los resultados vendrán solos. Me motiva estar en unos Juegos, tengo hambre de competitividad para tratar de estar en los del próximo año. Si no, lucharemos para ir a París 2024”, finaliza Floriano.

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