ARGENTINA: Entrevista a Leonor Silvestri: discapacidades, cuerpos y potencias

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Con la excusa de la edición de Games of Crohn.

Marcha.org.ar – Diario de una internación, entrevistamos a Leonor Silvestri. Pensadora, escritora, profesora, activista de género,  deportista de combate y discapacitada legal.

¿Cuál es el origen de la escritura de este libro?

Dos personas, mi psiquiatra Daniela Telia y mi ex compañero de colegio Ricky Estévez, me sugirieron echar mano del recurso de la escritura para transmutar la aberración del encierro hospitalario en algo que impida que me mate. La primera con fines terapéuticos, evitar mi depresión y aprontar mi mejoría (al menos la psíquica); la segunda en clave política y de investigación, como quien te dice “ahora este es tu campo de acción”. Y así empecé.Cuando salí de la internación más larga, porque fueron varias, continúe narrando las vicisitudes de un cuerpo que se enfrenta a los dispositivos discapacitantes de nuestra sociedad y a las diferentes normativas de lo que denomino la buena conciencia.

¿El cuerpo siempre te dejó escribir? ¿Te marcaba ritmos propios?

Ahora, a mi cuerpo cuando más le cuesta escribir es cuando mejor anda. Al contrario de Nietzsche, son en los momentos de mayor potencia física donde me dan deseos de otras cosas que no sean estar sentada leyendo/escribiendo. En cuanto al proceso de internación, usualmente he escrito hasta en las peores situaciones. Descubrí que enmorfinada se escribe muy bien, lo cual era una obviedad de la que hemos sido extraídas. Con solo leer a los románticos, los malditos y los góticos tendría que haberlo sabido. Lo que no respeta la más mínima idiorritmia, es decir el más mínimo ritmo singular de un cuerpo, es el hospital y sus agentes de control, personal médico y de enfermería. Un hospital es una picadora de carne hecha para subjetivar y convertir un cuerpo tal vez un poco descompuesto en un paciente, literalmente. Hacer cualquier cosa allí dentro, desde masturbarse hasta descansar es literalmente imposible. El hospital contemporáneo, hasta en sus versiones de clase más alta, es similar a la cárcel, son campos de exterminio, dispositivos de maximización del rédito económico sobre cuerpos supuestamente en necesidad de inactividad. El problema jamás fue Crohn sino los dispositivos a los cuales Crohn te somete en nuestra coyuntura actual.

¿Cómo relacionas este libro con el documental Games of Crohn?

El documental surgió primero, tengo una amiga que deambula entre Dinamarca y Argentina, que tiene una cámara, le gusta hablar poco y hacer mucho. Se iba y me dijo “hagamos un documental o algo”. Es realmente un documental muy básico de una persona con Crohn. Esta misma amiga, Mai Staunsager, es también la diseñadora de la tapa del libro. Hay puntos de encuentro, claramente, como la teoría spinoziana de la potencia del cuerpo. De eso se trata el documental, como ver la discapacidad y lo que la medicina llama “enfermedad” como un acontecimiento.

Por lo que nos venís contando, la discapacidad nos pone frente a la pregunta de los usos normativizados y las potencias del cuerpo. Por esto, ¿la discapacidad se acerca a la teoría queer?

Creo que podríamos hablar ya directamente de potencias, del possest spinoziano, qué puede el cuerpo en términos de qué intensidades es capaz un cuerpo, de que capacidades de afectación, cómo vibra y cuáles son sus potencias. Me pregunto por qué no se contemplan algunas singularidades del cuerpo como diversidades valiosas, no me refiero desde la buena conciencia, sino desde su exquisita belleza mientras en el mismo movimiento hacerlas corrientes. Que a nadie le sorprenda que una persona con una cierta prótesis se hace un tatuaje o hace deporte. Creo que todas necesitamos técnicas y prótesis para movernos, interconectadas, tecnovivas que somos. Solo que ciertas plataformas tienen mejor prensa que otras. Al fin de cuentas, el taco aguja para bailar tango, o la zapatilla de punta es análoga a una prótesis de fibra de carbono de una pierna apuntada, o una silla de ruedas. Sueño con un mundo que erotice esos elementos, como erotiza otros, ¿no?

¿Sos una persona con discapacidad o sos disca?

Legalmente soy discapacitada, como legalmente soy mujer. Eso dicen los documentos. No sé por qué tengo que renovar mi certificado en 5 años cuando el Estado sabe bien que Crohn es una condición, y tal como ser daltónica o ser enana, soy así y así quedo, una esencia singular corporal. En la jerga supongo que nos reapropiamos de la injuria y entre pares nos decimos discas, como  Jimmy en South Park, prefiero que me digan disca que “persona con capacidades especiales” o “diferentes”, ¿diferentes a qué? ¿A quién? ¿Especial por qué? Ahora, si me preguntás  a mí, cada día que pasa por difícil que muchas veces pueda ser llevar adelante Crohn, que además es como el poder, bastante invisible y solo se lo percibe en sus efectos o el despliegue de sus fuerzas, a mí me alegra convivir con esa singularidad. Me alegra no ser normal, me gustaría no obstante ser más corriente. Usualmente en los espacios deportivos no me hacen diferencia ni miramientos y me permiten elegir a mí cuánto y cómo y lo qué puedo.  Todo es adaptable, todo es diversificable. Y todavía estamos en el alba de lo que podrían ser ciertas posibilidades tecnológicas protésicas, como quien dice desarrollo de técnicas propias para ciertas singularidades físicas en el ejercicio de tal o cual disciplina. Creo que no soy nada más que mis potencias, lo que mi cuerpo puede. Y conozco pocos cuerpos que puedan tanto, y eso incluye tener devenires alegres con respecto a la condición con la que he sido galardonada, que no es lo mismo que esa cosa triste de la resiliencia. Pero si, me alegra pertenecer a un mundo no normal, donde encontrarme con gente como vos, por ejemplo, por duro que sea a veces llevar adelante esta condición o esencia singular.

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