Gustavo Molina, en su primera participación, firmó una décima posición que le llena de esperanza de cara a la misma competición pero para el año próximo, con los puntos de las Paralimpiadas de Río en juego.
lanzadigital.com – La cita en la Casa de Campo de Madrid constaba de 750 metros a nado, 24 kilómetros con handbike y 5 más con la silla de atletismo y el paratriatleta ciudarrealeño se las tuvo que ver con los mejores. En declaraciones a Lanza, Molina explicó que en Madrid se sintió “mucho mejor que el fin de semana anterior en Águilas. Lo peor fue el tramo de bici en el que no encontraba el golpe de pedal, lo mejor en la silla de atletismo y en el agua, que es mi peor tramo, perdí mucho”.
“No tenía ni idea del puesto que podía alcanzar en Madrid, lo bueno es que el tiempo, quitando los tres primeros, el resto están ahí. El objetivo del año próximo es correr estas series que son las que dan puntos para las olimpiadas y estar con los mejores”, indicó el infanteño.
El resumen de la cita mundialista no puede ser más positivo. Dice Gustavo Molina que está ”contento para ser el primer año que participo y estando un poco flojo”.
Así que toca terminar la temporada, descansar y ponerse a tope a preparar la campaña entrante que se antoja fundamental para el objetivo de llegar a los Juegos Paralímpicos de Río 2016.
Ahora se enfrenta a una última prueba esta temporada, el handbike del Circuito de Jerez, al que va “a pasarlo bien y a poner punto final a la temporada para después coger 15 días de descanso y empezar la temporada siguiente”.
Y en el horizonte ya un primer reto, nada menos que el Maratón de Lanzarote, el próximo 29 noviembre.