Prensa Fundosa ONCE – Quizá sus actuales compañeros Alejandro y Pablo Zarzuela, y Manuel ‘Tarín’ Berzal (ex del Fundosa ONCE y ahora en el CID Casa Murcia Getafe) son los únicos españoles con más envergadura que Gavira sentados en una silla de ruedas y sobre una cancha de baloncesto. La “torre” amarilla, que, además, encesta y rebotea con la zurda, escasa en este deporte, continúa de vigía de los aros y ansía, para morir tranquilo, dos sueños ahora ahora imposibles: la Copa de Europa de Campeones y una medalla paralímpica.
Gavira, que tiene secuelas de poliomielitis, lleva 20 años jugando al baloncesto en silla de ruedas, los últimos 15 en el Fundosa ONCE. Es el “abuelo” del equipo por edad y el “senador” por antigüedad, honor éste compartido con Jaume Llambi.
Su historia con el deporte de la canasta se remonta a antes de sentarse en una silla de ruedas. Asiduo al baloncesto en su localidad natal, Jerez de la Frontera, una vez un chico le comentó que Sevilla tenía un equipo de “centauros” que practicaban este deporte con ruedas.
Formó parte del equipo fundacional del CB Jerez y debutó en la Segunda División en la temporada 1992-93, con sillas de hospital, sin conocer las reglas y buscando ingresos para comprar sillas de ruedas propias para el baloncesto.
Después de tres temporadas en el club jerezano, de donde se formaron años después Abraham Carrión y los mellizos Alejandro y Pablo Zarzuela, ahora entrenador y jugadores del Fundosa ONCE, respectivamente, fichó por el ONCE Andalucía, que acababa de encadenar tres ligas y conseguir dos Copas del Rey.
El ciclo en el ONCE Andalucía se cerró dos años después, hasta que en la temporada 1997-98 emigró a Madrid para vestir los colores del Fundosa ONCE, entonces prácticamente imbatible y que sólo había perdido un partido de liga, precisamente contra el ONCE Andalucía.
En 14 campañas con el club madrileño, Gavira ha contribuido a ganar siete ligas y siete Copas del Rey, además de llegar al segundo puesto en la Copa de Europa de Campeones en Battipaglia (Italia) en 1998 y en Manchester (Gran Bretaña) en 2003.
¿Cómo era el baloncesto en silla de ruedas hace dos décadas?
No se parecía en nada al baloncesto actual. No era nada físico y los materiales eran menos sofisticados y muy simples. Primaban los ataques sobre las defensas, lo que se trataba era que las metieras.
¿En qué ha evolucionado más este deporte?
En las instalaciones, antes se jugaba en pabellones descubiertos, y los materiales: las sillas antes eran muy pesadas, para nada aerodinámicas, no individualizadas, todas del mismo modelo. Ahora las sillas se han personalizado y se busca el máximo rendimiento y la implicación del deportista. Antes era un deporte medio hobby, con otro sentido, y ahora es más profesional, más competitivo, mucho más exigente.
¿Considera que el profesionalismo en el baloncesto en silla de ruedas es una utopía?
No es una utopía. En los momentos en que estamos de crisis posiblemente haya habido un parón hacia esa carrera profesional, pero no lo veo muy lejano. No hay más que ver en la liga española o en las ligas europeas, donde todas tienen jugadores profesionales de otros países. Tendría que haber un poco más de repercusión mediática, sobre todo de la televisión. En el momento en que, con la televisión, millones o miles de personas vean este deporte, las empresas empezarán a apostar y será un deporte profesional.
Usted ha militado en tres equipos diferentes. ¿Qué opinión tiene del Fundosa ONCE?
El Fundosa ONCE para mí es todo, donde me formé como jugador y como persona. Llevo 15 años de mi vida en este equipo. Los primeros años fueron de iniciación y de conocimiento, venía de una época en la que no se trabajaba el baloncesto como se trabaja ahora. Me ha dado muchas alegrías, también muchísimas decepciones, pero todo lo que tengo, tanto profesional como personal, se lo debo al Fundosa ONCE.
¿Qué entrenadores le han aportado más como deportista?
De todos he podido coger algo y de todos he aprendido también mucho, pero no solamente entrenadores, sino también jugadores en cada situación, porque esto, por suerte o por desgracia, es una rueda donde hoy estás arriba y mañana abajo por circunstancias. Lo que hace grande este deporte y hace grande a muchos jugadores es que si eres mejor o peor persona te hace mejor jugador. Si tienes la cabeza amueblada y eres humilde, vas a llegar mucho más lejos. En cada momento he podido aprender de todos ellos.
¿Y jugadores?
Aprendí mucho en primera etapa de Diego de Paz, he aprendido también mucho en esta última etapa como jugador de Terry Bywater, pero no quiero dejar a nadie porque todos me han aportado algo. Todos me han ayudado y me han sabido decir lo que tenía que hacer en cada situación. Eso para mí es muy importante porque suelo tener altibajos emocionales muy frecuentes y eso afecta a mi rendimiento deportivo. Soy capaz de lo mejor, pero también soy capaz de lo peor. Entonces, que cada uno de mis compañeros en cada momento me haya sabido comprender para que la autoestima vuelva a ser importante, me ha ayudado. No quiero dejar a nadie, no quiero dejar de nombrar a los 13 compañeros que tengo ahora. De todos he aprendido algo.
Supongamos que es mayo de 2012. ¿Cuál es su pronóstico para esa fecha?
Mi pronóstico y deseo, en primer lugar, es ser campeón de Europa con mi club. En varias ocasiones he estado a las puertas, pero nunca lo he podido conseguir. Y en segundo lugar, estar al 100% para poder representar a España en Londres 2012, suponiendo que formo parte de los 12 elegidos.
¿Hasta dónde está dispuesto a estirar su carrera deportiva?
En el momento en que deje de jugar lo pienso dejar. No tengo aspiraciones como entrenador, asistente o técnico. En principio, terminaría cuando deje de jugar. No se puede decir nunca de esta agua no beberé, pero creo que en el momento en que deje de jugar, por desgracia, tendré que dejar el baloncesto.
¿Qué le pide a los Reyes Magos para 2012?
Además de salud para todos los míos, trabajo y poder ir a los Juegos Paralímpicos, conseguir una medalla allí y ser campeón de la Copa de Europa. Con eso ya me podré morir.
EL CUESTIONARIO
Un sueño: poder estar en Londres.
Comida favorita: el arroz.
Color favorito: el rojo.
Un libro: Los pilares de la tierra.
Una película: Forrest Gump.
Un grupo musical: La Oreja de Van Gogh.
Una serie de televisión: The walking dead.
La última película que ha visto: Cómo entrenar a un dragón.
Actriz favorita: Julia Roberts.
Actor favorito: Tom Hanks.
Un instrumento musical: la guitarra.
Una prenda de ropa: la gorra.
Las vacaciones favoritas: en el Caribe con la familia.
Un ídolo deportivo, en general: Rafa Nadal.
Un ídolo en el baloncesto en silla de ruedas: Patrick Anderson.
Un momento de su carrera deportiva: la medalla de bronce en el Europeo de Nazaret 2011.
Qué opina de la política: algo importante para el desarrollo económico del país, pero los políticos actuales no me inspiran confianza.
Un momento del día: cuando vuelvo a casa y me encuentro con mi familia