ciclismoadaptado.es – Jueves de tarde: acabo de limpiar la bici y me propongo a salir a soltar piernas cuando de repente la bici se resbala y cae del lado derecho rompiéndose el cambio y la patilla del cuadro. Con resignación cargo la bici y me dirijo de urgencias al mecánico que me comenta que tardara una semana en pedir la patilla, el cambio y en arreglarlo todo. Aparte, aquí empiezan los gastos del viaje. Con resignación y nervios me regulo una antigua bici que tenía preparada para en junio hacer la marcha cicloturista de Paris-Roubaix y la cargo en el coche junto a la ropa de invierno, xubasquero y demás para dirigirme por la mañana hacia el norte donde se pronostican lluvias todo el fin de semana.
Modesto Vicente Pascual Valls
Viernes por la mañana a las 7:30. Salgo de Altea dirección Norte pasando por Zaragoza, Pamplona y Vitoria, llegando a Bilbao a las siete de la tarde. Me inscribo en la carrera y me dirijo al hotel de cuatro estrellas a descargar y cenar junto a la selección.
Sábado de mañana, como bien pronosticaban lluvia y temperaturas máximas de diez grados. Llegamos a la salida de la crono mañanera de 12 kilómetros nos vestimos y reconocemos el recorrido antes de calentar un poco a conciencia de lo que vamos a hacer. Me siento raro con esta bici con la que nos suelo salir nunca. Me centro en no caerme y en no romper nada de la bici. Me enfrió un poco antes de salir pero enseguida entro en calor cuando de repente al pasar de plato grande a pequeño se sale la cadena y me obliga a parar para volver a arrancar con lo que el Cesar que venía detrás me adelanta sin miramientos. Intento ir tras él, pero me doy cuenta de la falta de entreno que tengo y lo bien entrenado que esta él. Me resigno he intento que no me adelante nadie más. Acabo muy frío y me dirijo rápidamente a la bañera del hotel. Me meto en agua caliente durante 30 minutos y me recupero bastante bien del esfuerzo. Llega Antonio Hernández, mi compañero de habitación y comentamos las diferentes suertes que hemos sufrido. Él por cuatro segundos no ha ganado la etapa.
A la una tenemos la comida y a las cuatro la salida de la segunda crono. Llegando a la salida vemos que llueve más que por la mañana y decido salir directamente del coche a la salida sin calentar tanto como por la mañana. Han recortado el tramo y solo serán cinco kilómetros de crono. Más de lo mismo que por la mañana. Acabo helado y me dirijo al hotel rápidamente. Descanso hasta la hora de cenar con las piernas en alto, cena y a dormir.
Domingo de mañana: por fin vemos algún claro en el cielo. Mientras nos dirigimos a Mungia vemos como escampan un poco las nubes y dejan entreverse los rayos del sol para poco a poco secar las carreteras. Todo listo para dar la salida. Se sale a mil como siempre y poco a poco se van definiendo los grupos. Yo me quedo en el segundo y veo que puedo mantener el ritmo esforzándome en las rampas. Cuando se acaba tengo la sensación de que tengo que entrenar mas la fuerza ya que de fondo voy bien servido. En Murcia intentare estar más adelante. Duchas en el poli, entrega de premios, comida final, despedidas y para casa.
Que corta se hace esta carrera tan bien organizada. Saludos y hasta pronto.