El Comercio – El Garmat Avilés de baloncesto en silla volverá a vivir un verano tan intenso como complicado. Como ocurriera la temporada pasada, el cuadro avilesino no sabrá hasta septiembre si podrá salir a competir o no, ya que todo depende de las ayudas económicas que pueda recibir y de la confección de los grupos, ya que la Federación podría incluirle en un grupo con equipos catalanes o incluso canarios.
Todo ello después de una campaña complicada, en la que Burgos, Vitoria y Ferrol ocuparon durante toda la Liga los puestos altos de la tabla. «Es cierto que sabíamos que iba a ser una temporada difícil, porque había dos recién descendidos y clubes que pueden realizar incluso fichajes, pero siempre quieres más y aunque hicimos lo que pudimos, la esperanza de hacer algo más siempre está ahí», explica Gonzalo Vega, técnico del Garmat Avilés.
El conjunto local ganó los partidos que tenía que ganar y evitó la última posición, por lo que se puede decir que el objetivo inicial de la temporada se cumplió, aunque sí que es cierto que en algunos choques pudo dar algo más. «Somos conscientes del equipo que tenemos. Contamos con una cantera, pero de gente que viene por afición y no vive de ello. Entonces bueno, hicimos lo que pudimos», admite.
De cara al próximo curso baloncestístico todo está en el aire. «Estamos dentro de un club que atraviesa dificultades económicas, no sólo en la sección de baloncesto, por lo que cada año se hace más complicado salir a competir», lamenta Vega. «Este año pudimos acabar la temporada a duras penas pero es que la próxima campaña no sabemos si la vamos a poder iniciar. El aval para salir en Primera Nacional es bastante importante y después todo depende del grupo que nos toque».
Con respecto a la campaña que acaba de finalizar, Ferrol y Vitoria ya son equipos de División de Honor B, mientras que Burgos continuará en Primera Nacional al no poder lograr el ascenso en la fase. La composición de los grupos dependerá en gran medida de lo que ocurra con Santander y Palencia, equipos que llevan dos temporadas sin competir por motivos económicos. «La verdad es que hay bastantes clubes en nuestra misma situación, pero siempre está la opción de que salga un patrocinador y puedan volver a competir. Al final dependemos unos de otros, porque nos arriesgamos a tener que hacer seis viajes a Barcelona, como nos tocó algún año, o que nos metan a los equipos de Canarias», explica el entrenador del equipo avilesino.
De poder inscribirse en la Liga, Gonzalo Vega adelanta que «seguiré, ya sea como primer o segundo entrenador, salvo que ocurra algo de fuerza mayor; y la plantilla será prácticamente la misma. No se esperan bajas y es muy complicado que podamos incorporar a alguien». No corren buenos tiempos para el Garmat Avilés.