La deportista intentó suicidarse en la adolescencia, pero el deporte le abrió un nuevo camino.
latercera.com. La santiaguina Macarena Cabrillana encontró en el deporte aquel camino que la vida parecía cerrarle. La actividad física, el tenis, llegó luego de que intentará suicidarse cuando era una adolescente y estaba sumida en una profunda depresión. Se lanzó desde un quinto piso y se rompió la columna en la zona lumbar.
Nunca más volvió a caminar y tuvo que pasar largas jornadas en la Teletón para lograr una rehabilitación completa.
Ella, sin embargo, descubriría en el tenis paralímpico un motivo para vivir con la máxima energía y entusiasmo. Había sido parte de la terapia médica, pero también aportó una llama nueva a su espíritu.
Tanto, que decidió dedicarse por completo a trabajar con la raqueta, logrando éxitos en competencias de Europa y América, incluyendo el Mundial de Holanda, en mayo pasado, donde alcanzó el sexto lugar por equipos junto con Francisca Mardones y María Paz Díaz, mejorando en dos lugares la posición obtenida en el Mundial de Corea del Sur 2008, justamente cuando Macarena comenzaba a interiorizarse, ya como profesional, de esta disciplina.
“Quiero ser top 10, llegar lo más alto posible y ojalá tener una larga carrera, sin muchas lesiones”, dijo a La Tercera hace algunos meses. El camino será duro, pero a ella no le asusta nada.