La selección española de judo para ciegos vuelve a perder efectivos sobre el tatami, pero continúa ofreciendo un buen rendimiento a nivel internacional. El estricto nuevo reglamento de IBSA con respecto a las clasificaciones médicas acabó el año pasado con las carreras del onubense Borja Pahissa y de la malagueña Carmen Herrera. Ahora, el afectado ha sido Álvaro Gavilán, quien, a pesar de contar con informes positivos de tres centros distintos de Madrid, no ha pasado la revisión y no volverá a competir. La cara de la moneda le ha tocado a su hermano Daniel Gavilán, quien sigue de dulce tras obtener un bronce en el Grand Prix de Portugal, donde Marta Arce también ha sumado una plata.
El madrileño atraviesa por el mejor momento de su carrera deportiva, como así lo corroboran sus resultados. Desde que se quedó sin billete para los Juegos de Tokio 2020, parece un judoka distinto, más competitivo, agresivo y hambriento de triunfos. El año pasado dio un salto importante tras colgarse dos bronces en el Mundial y en el Europeo. El mismo metal ha conseguido en la ciudad portuguesa de Almada en categoría J2 -60 kilos.
En cuartos de final se impuso por wazari al veterano canadiense Justin Karn. En semifinales plantó batalla al kazajo Anuar Sariyev, pero terminó cayendo en el punto de oro ante el actual subcampeón paralímpico. Gavilán pudo redimirse y subir al podio por tercer torneo internacional consecutivo tras vencer por ippon en el combate por el bronce al brasileño Thiego Da Silva. Apenas 15 segundos le duró al español su rival, vigente subcampeón del mundo. Con esta presea se situará entre los cuatro mejores del ranking clasificatorio para los Juegos de París 2024.
En la capital francesa también espera estar Marta Arce, quien se llevó una plata en el Grand Prix de Portugal y puntos valiosos para el ranking. La vallisoletana -plata en Atenas 2004 y Pekín 2008, y bronce en Londres 2012- añadió un nuevo metal a su palmarés tras cosechar tres victorias y una derrota en un grupo de cinco judokas en categoría J2 -57 kilos.
Solo cedió en su debut frente a la ucraniana Inna Sych, subcampeona del mundo y de Europa en 2022. Después ganó por ippon a la brasileña Lucía Araújo, a la croata Jelena Breskovic y a la ucraniana Lludmyla Yakymchuk para amarrar la medalla de plata. «Las sensaciones han sido geniales, me he encontrado fenomenal, me he sentido fuerte, rápida y ágil. En el primer combate con Inna fui capaz de marcarle un wazari, pero luego me pilló en el suelo. Después tuve un duelo eterno con Lucía Araújo, nos conocemos muy bien y le gané en la técnica de oro. A la croata, que es muy fuerte de brazos, le luxé el codo, y a la otra ucraniana, también muy buena, le marqué un ippon”, ha comentado.
Además, Marta ha afirmado estar “muy contenta porque después de que el Comité Paralímpico Español haya decidido retirarme las becas a pesar de mi resultado en el Mundial -fue quinta-, dicen que por mi edad no tengo posibilidades de conseguir medalla en los Juegos de París. Me ha afectado psicológicamente al perder ese respaldo, no por el dinero, sino por la estimación que han hecho. Esta medalla me ha devuelto la confianza».
La joven María Manzanero cayó en cuartos de final en J1 -57 kilos frente a la estadounidense María Liana Mutia, oro en el último Panamericano y bronce mundialista, y después también perdió en la repesca con la canadiense Christina Mowatt. Por su parte, el aragonés Sergio Ibáñez -plata paralímpica en Tokio 2020- no pudo competir por lesión ya que durante un entrenamiento sufrió la rotura en el músculo flexor de los dedos del pie.