“Esta no se me escapa”, escribía Sergio Ibáñez en sus redes sociales antes de viajar hasta Antalya (Turquía) para afrontar el Grand Prix, cita crucial en su camino hacia París 2024. La medalla la tenía en su cabeza, quería resarcirse de los últimos resultados en Tokio y en Heidelberg (Alemania), escenarios en los que había perdido en las primeras rondas. Sobre el tatami otomano, esta vez el judoka español ha desplegado su mejor versión para conquistar una plata que le acerca a los Juegos Paralímpicos. Allí también espera estar la veterana Marta Arce, que se ha colgado un bronce.
No está siendo un ciclo fácil para el aragonés, que tras conseguir la plata en Tokio 2020 se vio obligado a cambiar de categoría y pasó de -66 a -73 kilos para luchar por estar en París el próximo verano. Con los 300 puntos que acaba de sumar, el pupilo de Javier Delgado continúa en la batalla por meterse entre los siete primeros del ranking, que obtendrían billete directo. Ibáñez, que el pasado año fue bronce en el Europeo y plata en el Grand Prix de Bakú (Azerbaiyán), comenzó el torneo en Antalya con una victoria por ippon frente al portugués Ruben Gonçalves.
En cuartos de final superó al uzbeko Feruz Sayidov. Y en semifinales firmó una buena actuación para imponerse por ippon al alemán Nikolai Kornhass. En la final le tocó lidiar con un viejo conocido, el uzbeko Uchkun Kuranbaev, rival que le arrebató el oro paralímpico en la capital japonesa. Ambos protagonizaron un combate muy igualado e intenso, con el zaragozano siendo valiente y atacando, aunque no pudo tumbar a Kuranbaev, que se llevó el oro con un wazari.
Unos minutos antes el equipo español había conseguido el primer metal gracias a la incombustible Marta Arce. A sus 46 años y tras cambiar de peso también porque -63 kilos desapareció del programa paralímpico y bajó a -57 kilos, ahora mismo estaría entre las siete clasificadas para París a falta de un último torneo puntuable, el de Tiblisi (Georgia) en mayo. La vallisoletana, que había perdido ante la alemana Ramona Brussig, pudo desquitarse con un triunfo en el combate por el bronce. Ganó por ippon, con estrangulamiento en el suelo, a la japonesa Hiroko Kudo.
La triple medallista paralímpica -plata en Atenas 2004 y Pekín 2008 y bronce en Londres 2012- suma 240 puntos y está más cerca de amarrar la plaza para disputar sus quintos Juegos. En Turquía, menos fortuna tuvo Daniel Gavilán, quien perdió en primera ronda en -60 kilos ante el georgiano Zurab Zurabiani por tres shidos. Aún así, el madrileño ya estaría clasificado matemáticamente para París. Solo queda por competir María Manzanero (J1 -57 kilos), que este martes se enfrentará a la uzbeka Uljon Amrieva.