Una caída sufrida en un entrenamiento a principios de mes hizo saltar las alarmas. Temió por su presencia en el Mundial de ciclismo en pista por un fuerte golpe en el hombro, pero nada iba a frenar a Ricardo Ten. Cuando se pone el dorsal de competición muta en un deportista voraz e insaciable. Lo ha vuelto a demostrar sobre el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines (Francia), donde ha conquistado un oro en scratch C1, revalidando el maillot arcoíris en esta prueba.
El ‘pistard’ español ofreció un recital de potencia, fortaleza y lectura de carrera en la modalidad de 15 kilómetros y 60 vueltas al oval. Al poco de arrancar, el valenciano propuso un cambio de ritmo que solo pudieron seguir el estadounidense Aaron Keith y el alemán Pierre Senska. A falta de 32 vueltas, el norteamericano lanzó un ataque, pero Ten pudo sofocarlo y pegarse a su rueda. Los dos intentaron marcharse en solitario en varias ocasiones, aunque no fructificó y no pudieron evitar una resolución por el oro al sprint.
La presea dorada se la jugarían en un sprint final muy ajustado. Cuando la campana sonó anunciando el último giro, el español desplegó su explosividad y capacidad de sufrimiento para superar casi sobre la línea de meta a su adversario. Se trata del tercer título mundial que consigue en esta disciplina, ya que también ganó en 2019 en Apeldoorn (Holanda) y en 2020 en Milton (Canadá). Es su décima medalla mundial en pista: un oro y un bronce en Río de Janeiro 2018; dos oros y un bronce en Holanda 2019; dos oros, una plata y un bronce en Canadá 2020; y un oro en Francia 2022.
En el velódromo parisino también logró la primera posición en los 200 metros tras batir el récord del mundo con 12.203 segundos, por lo que se posiciona bien para llevarse medalla en el ómnium. Además, aspira a subir al podio en persecución y en kilómetro contrarreloj. “Muy contento con las sensaciones en este comienzo de campeonato, mejor no se puede. El 200 fue muy bien, estaba ilusionado con bajar la marca de Milton y así ha sido. El scratch fue una carrera dura, pero pude rematar al final. Soy consciente de que no están todos los rivales, faltan rusos, chinos y canadienses, gente que son puntera, pero la experiencia me dice que hay que aprovechar los momentos y disfrutar de lo que puedo hacer ahora sin mirar más allá”, ha comentado.
La otra alegría para la selección española la dio unos minutos después Eduardo Santas, que se colgó la plata en scratch C3. Sensacional carrera la que ha cuajado el aragonés, que sigue estirando su gran momento. Después de su exitosa temporada en carretera, en la que alcanzó el ansiado oro en la contrarreloj en Canadá, ha comenzado el Mundial en pista con muy buenas sensaciones tras llevarse una plata que sabe a victoria.
El zaragozano supo aguantar en el grupo cabecero y se jugó las medallas en una escapada a falta de dos vueltas con el británico Finlay Graham, que se hizo con el oro, y con el holandés Matthijs Drenth, que fue bronce. Con esta ya suma 15 medallas en ocho mundiales en el velódromo. Y espera ampliar su palmarés ya que tiene opciones en el ómnium -fue tercero en los 200 metros-, en la persecución, que es su prueba fuerte, y también en el kilómetro. Por otro lado, en la persecución individual C4, el andaluz Óscar Higuera terminó 12º (4:58.584).