El jienense, referente de este deporte en España, lamenta que no cuentan con él para la mayoría de torneos clasificatorios para los Juegos Paralímpicos.
Jesús Ortiz / dtxadaptado.com
Simón Cruz se agarró al deporte para superar el duro golpe que recibió cuando un molino de orujo en el que trabajaba le dañó la pierna izquierda, la cual tuvieron que amputarle por encima de la rodilla. Desde 2007 se convirtió en la referencia del parabádminton español, labrándose un palmarés con siete medallas en europeos (un oro, tres platas y tres bronces) y una plata en un Mundial. Su sueño es estar en Tokio 2020, donde esta disciplina debutará en los Juegos Paralímpicos, pero se ha topado con un obstáculo: «La Federación Española de Bádminton me ha dado la espalda en el camino hacia Japón».
Según ha informado el jugador, hace unos meses le comunicaron que no entraba en los planes de la selección para el periodo de clasificación, que abarcará 14 competiciones entre marzo de 2019 y marzo de 2020. «Tuve una reunión con el coordinador nacional, Miguel Ángel Polo, y con la entrenadora Loli Marco y me dijeron que no contaban conmigo, que no me iban a apoyar económicamente para la mayoría de las pruebas clasificatorias. Alegan que tengo cero posibilidades de lograr una plaza para Tokio», ha comentado.
El deportista de Andújar recibirá ayuda para los dos primeros torneos internacionales de la temporada, en Turquía y en Dubai. «Solo me pagan íntegro los gastos para estas dos salidas, mientras que para la competición de Canadá me dan 600 euros, cuando solo el billete de avión me cuesta casi 1.000 euros. Me dicen que después tengo que buscarme la vida, que no hay dinero suficiente para todos», ha lamentado Cruz.
Por su parte, Miguel Ángel Polo ha explicado que «los recursos económicos de la federación son limitados y no podemos apostar por algo que es inviable. Le estamos apoyando para que se clasifique para el Mundial, pero no para Tokio porque no tiene opción de ir a los Juegos Paralímpicos». «El criterio de clasificación es complejo, en su clase SL3 se clasifican solo seis y de esos jugadores, las tres primeras parejas de dobles mixtos, una modalidad en la que Simón no participa, por tanto, quedarían tres plazas para el ranking individual. Hay muchos rivales que tienen más nivel que él, ganar un Mundial es imposible y vamos a trabajar sobre realidades», ha añadido.
La federación sí apuesta por Marcela Quinteros y por Esther Torres (clase WH2), «que tienen algo más de opciones de conseguir una plaza para Tokio, aunque es complicado, porque las dos no pueden acudir como pareja pero sí en individuales», ha asegurado Polo. «Lo veo injusto, se centran en mis dos compañeras, que ojalá una de ellas logre la clasificación, pero es que ambas tienen la misma remota posibilidad de acudir a los Juegos que yo, todos estamos en una situación parecida», ha recalcado el andaluz.
De momento, no le queda otra alternativa y buscará su pase para el Mundial en los tres torneos clasificatorios: Turquía, Dubai y Canadá. «Me dan por muerto antes de empezar a competir en la pista. Llevo 12 años representando al bádminton español, logrando resultados importantes y no veo justo este trato. Soy consciente de que es muy difícil estar en Tokio, pero quiero luchar e intentarlo, no me rindo, la ilusión no me la van a quitar», ha apostillado.