Por octava vez consecutiva
ONCE. El equipo de Tarragona se ha proclamado ganador, por octava vez consecutiva, del XV Campeonato de España de ajedrez para a ciegos, celebrado del 16 al 23 de noviembre en el Hotel Tryp Cambrils (Tarragona).
Dieciséis equipos de todo el Estado disputaron el XV Campeonato de España de Ajedrez por equipos de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), donde los tarraconenses fueron los dominadores absolutos. Nadie les ha podido arrebatar el título desde el 1997.
En primera división, el Equipo de Tarragona, formado por Manuel Palacios, Gavril Draghici, José Luis Ortiz, Albert Olivo y Jesús Ariste, jugó a un alto nivel y ganaron casi todos los premios individuales por tableros.
Lejos de ellos, se libró una bonita lucha por el segundo lugar, que finalmente consiguió el equipo de Madrid. Completó el podio el equipo de Barcelona A, que obtuvo el tercer lugar de la clasificación.
En segunda división resultó ganador el equipo tinerfeño, seguido por el equipo de Barcelona B. Los dos consiguieron el ascenso a Primera División para la próxima edición.
Los equipos que han disputado el Campeonato han sido: Tarragona, Valencia, Barcelona A, Madrid País Vasco, Castilla-La Mancha, Alicante y Castilla y León, en la Primera División; y Andalucía (tres equipos), Aragón, Barcelona B, Asturias, Tenerife y Vigo, en la Segunda División.
El ajedrez, uno de los deportes más integradores
El ajedrez es un deporte de larga tradición entre las personas con discapacidad visual, por su facilidad para ser practicado de forma integrada en las competiciones con personas que ven.
Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan sólo algunas adaptaciones en el material de juego. Por ejemplo, el tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos para hacerlos diferentes al tacto. Además, las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas.
Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro, en el cual se insertan las piezas en su parte inferior. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.
Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros. Cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero de forma que, al tocarlas, no moleste ni sea molestado por su contrario. Los relojes de ajedrez disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.