No hay quien frene su ímpetu, hambre y ganas en la piscina. Tampoco una lesión en su hombro izquierdo que le obliga a nadar con un solo brazo, cambiando por completo su rutina tras más de dos décadas de éxitos. Teresa Perales es pura pasión y todavía acumula gasolina para competir, aún no ha dicho su última palabra en la natación. La aragonesa acaba de batir el récord del mundo en 150 estilos SM2 en las World Series de Aberdeen (Escocia) en dos ocasiones.
En la sesión matinal firmó un tiempo de 4:44.16, rebajando en más de un segundo y medio la anterior marca, que estaba en manos de la italiana Ángela Procida. Y en la final volvió a darle un mordisco a la plusmarca tras parar el crono en 4:40.44. Ha empezado con brío el nuevo curso la deportista española más laureada de la historia, un año ilusionante con los Juegos Paralímpicos de París como gran objetivo. El trabajo realizado el pasado mes en el CAR de Sierra Nevada empieza a dar sus frutos ya que hace unos días en el Grand Prix Open de la RFEN de la Comunidad de Madrid también batió dos veces el récord de España de los 100 libre S3, dejándolo en 2:04.60.
La nadadora zaragozana, que ya tiene tres mínimas para la cita en la capital francesa del próximo verano, tendrá que pasar a finales de este mes una clasificación médica en las Series Mundiales de Melbourne (Australia) para saber si se mantiene en la misma categoría, a la que bajó el año pasado tras su lesión. En caso de quedarse en clase S2, Perales enfocará su preparación en las pruebas de 50 y 100 espalda de cara a París, donde disputará sus séptimos Juegos. Allí peleará por aumentar su palmarés, en el que luce 27 medallas paralímpicas. Antes, afrontará el Europeo de Madeira (Portugal) en abril.