Treinta años sin barreras

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El grupo de deportistas que forman parte de las escuelas deportivas del Amfiv y los jugadores del primer equipo.farodevigo.es – Treinta años de lucha que corren peligro. La falta de apoyos y la reducción del presuesto en un sesenta por ciento no permiten al Amfiv festejar sus tres décadas de vida como le gustaría. Han tenido que renunciar a la celebración de la Copa André Vergauwen y Pablo Beiro, su presidente, asegura que la continuidad del equipo en la máxima categoría no está garantizada. Treinta años rompiendo barreras que se encuentran ahora con el mayor obstáculo posible.

Hace 30 años nació un sueño que se enfrenta a un futuro complicado. El Amfiv, ante la perspectiva de dejar de contar con su actual patrocinador Aldasa, ha visto reducido su presupuesto un sesenta por ciento, lo cual hace difícil mantener a su equipo de baloncesto de silla de ruedas en la élite.

Lo que tendría que ser una fiesta por todo lo alto para festejar las tres décadas de vida de la entidad se está convirtiendo en un pequeño quebradero de cabeza para sus dirigentes. Pablo Beiro, el eterno presidente de la entidad, indica que «vivimos un momento de profunda tristeza cuando deberíamos estar festejando nuestros treinta años de vida».

Tantos años de lucha, junto a José Carlos Castro y otros muchos, ven ahora comprometido su futuro. El primer mazazo fue tener que renunciar a la celebración de la Copa André Vergauwen para concentrar los escasos recursos económicos del club en finalizar la temporada. Aldasa, el principal patrocinador del Amfiv, redujo sustancialmente su aportación a la entidad y Caixanova, después de su fusión con Caixagalicia y la creación de Novagalicia Banco, dejó de ser el sostén de las Escuelas Deportivas retirando todo apoyo económico al club. A esto se unió la falta de ayuda institucional para poder poner en marcha el torneo.

Ahora Beiro piensa en la supervivencia como próximo objetivo. «No hablamos de unas cantidades desorbitadas. Contamos con muchísimos jugadores de la casa, a los que casi les cuesta dinero de su bolsillo practicar deporte, y nuestro presupuesto no es muy elevado pero en la actualidad parece prácticamente imposible encontrar un patrocinador privado que realice esa aportación y las instituciones públicas reducen cada vez más la suya. Por eso, estamos llegando a un punto en el que la situación es insostenible. Nosotros somos un club serio. En estos treinta años siempre hemos cumplido lo pactado con jugadores y proveedores y así va a seguir siendo. Si no contamos con el presupuesto cubierto, sintiéndolo muchísimo y con un terrible dolor de corazón celebraremos nuestro treinta aniversario con la desaparición del Amfiv», subraya con pesar Beiro.

Eso sí, el máximo responsable de la entidad se compromete personalmente a dar continuidad a las escuelas deportivas (que se pusieron en marcha en 2000 bajo la coordinación del exjugador Antonio Riveiro), independientemente de lo que suceda con el club. «No vamos a permitir nunca que esos más de cincuenta niños se queden sin la única oportunidad que tienen para hacer deporte», anuncia.

Porque el baloncesto en silla de ruedas es la punta de lanza de una entidad que nació en 1982 con el reto de la integración social del discapacitado físico a través del deporte, la cultura y la educación. Fue el origen de la Asociación de Minusválidos Físicos de Pontevedra (Amfip), germen de lo que hoy en día es el Amfiv. En aquel proyecto participaron gente como Rafa, Oswaldo, Carlos, Pablo, Paco, Tino y Corroles.

José Carlos González Castro y Pablo Beiro decidieron después crear un club propio, el Amfiv, con un lema muy claro. «A la integración a través del deporte». Treinta años llevan ya luchando por eliminar todo tipo de barreras para el discapacitado a través del deporte. El club cuenta en su haber con tres subcampeonatos de Europa, un subcampeonato de Copa del Rey y un tercer puesto en la máxima categoría.

Pero a lo largo de su historia, el Amfiv llegó a contar con cinco modalidades deportivas. El tenis de mesa, el tiro con olímpico y el atletismo ya han desaparecido de su oferta. Se mantiene la natación y, por supuesto, el baloncesto, con el que cumplirán ya once campañas consecutivas en División de Honor.

Sin duda el baloncesto es la sección estrella de un club que a lo largo de sus treinta años de vida ha contado con varios paralímpicos. Pablo Beiro (baloncesto y tiro olímpico), José Manuel Abal (atletismo) y los nadadores Pablo Cimadevila y Sebastián Rodríguez, ´Chano´, representaron a la entidad olívica en diferentes citas paralímpicas. Un grupo que podría aumentar próximamente si al final Bernabé Costas y David Mouriz acuden a los Juegos Paralímpicos de Londres, una cita en la que también podría estar Agustín Alejos, formado en la entidad viguesa y que actualmente milita en el Pádova italiano.

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