Dos bronces paralímpicos en Atenas 2004 y Londres 2012, dos platas y dos bronces mundiales, ocho títulos europeos, dos platas y otros dos bronces continentales. Es el palmarés que atesora el fútbol para ciegos español, que durante años extendió su filosofía en otros países a los que enseñó a jugar. Este deporte que tantos éxitos ha cosechado, ahora está deprimido y se desangra. No hay relevo generacional inmediato y los únicos futbolistas que han demostrado con números y logros que son capaces de sostener el nivel, han sido borrados de la selección.
La Federación Española de Deportes para Ciegos alega a que se debe a una regeneración. Acaba de arrancar un nuevo ciclo paralímpico y en la primera lista de la temporada no aparecen los ocho jugadores de campo que compitieron en los Juegos de Tokio, donde España no cumplió con las expectativas y quedó eliminada en la fase de grupos. Antonio Martín ‘Niño’, Vicente Aguilar, Adolfo Acosta, Sergio Alamar, Pablo Cantero, Iván López, Youssef el Haddaoui y Miki Sánchez. Los mismos futbolistas que en 2019 levantaron el título europeo en Roma. A ellos se les unen otros dos habituales en el combinado nacional, Javi Muñoz y Robert Echevarría.
¿Qué ha ocurrido para que ya no tengan sitio en ‘La Roja’? Las razones que aduce el seleccionador Jesús Bargueiras son lesiones, comportamientos extradeportivos y la edad de algunos, a los que se les juzga por su DNI y no por su rendimiento sobre el césped. Lo cierto es que el polvorín en el vestuario español estalló tras la cita en la capital japonesa. La imagen que se dio y el pobre resultado obtenido fue la gota que colmó el vaso, aunque, según los jugadores, el problema se venía gestando desde hace tiempo. A la vuelta a España, ese grupo se puso en pie de guerra y redactó una carta que envió a la FEDC y a la ONCE, con una serie de quejas mostrando su disconformidad con el actual cuerpo técnico, tanto en el plano deportivo como en el trato humano.
“No había ‘feeling’ con el entrenador y con sus ayudantes, se producían conflictos, los enfriábamos porque queríamos representar a España y no dejar tirada a la selección, pero volvían a surgir y nunca se solucionaban los problemas. La bola se hacía cada vez más grande y la vas arrastrando. No acudíamos a gusto a las concentraciones, no disfrutábamos, pero como nos veíamos pocas veces, al regresar a casa tu mente descansaba y reseteaba y la siguiente convocatoria la afrontabas al principio con ilusión, pero volvías a lo mismo. Así año tras año hasta llegar a los meses previos a Tokio, cuya preparación fue nefasta y psicológicamente no estábamos bien para disputar los Juegos por el ambiente de crispación”, comentan los jugadores.
“Fuimos sextos y con la plantilla que teníamos deberíamos de haber peleado por medalla, pero no remamos en la misma dirección, los técnicos iban por un lado y nosotros por otro. En lo físico se trabajó mal y no había ningún plan en lo táctico, no teníamos ningún tipo de información, no sabían leer los encuentros y no sabíamos a qué jugar. Entonamos el mea culpa porque al final somos los que estamos en el terreno de juego, pero nos sentimos solos y así es difícil lograr los objetivos”, relatan. Pero lo que más molestó a los futbolistas fue el “trato humano recibido”, aunque no han querido desvelar detalles porque “es un tema interno”.
Según cuentan, la FEDC les dijo que investigarían los hechos y les instaron a que presentaran pruebas. “Nos sorprendió la carta con una serie de hechos que dicen que se han producido, sobre todo, durante los Juegos. Hicimos una investigación y no pudimos contrastar ninguna de las aportaciones, sino todo lo contrario, el trato ha sido bueno, así que cerramos el tema. Ellos nos comunican que mientras no haya un cambio en el cuerpo técnico no irán con la selección, así que se autoexpulsan. Esto no funciona así, tenemos que ser lo más profesional posible”, ha subrayado el presidente de la FEDC, Ángel Luis Gómez.
En la misma línea se ha expresado Jesús Bargueiras: “Hay informes de 20 personas, responsables del Consejo Superior de Deportes y del Comité Paralímpico Español, servicios médicos, director de Ilunion Hotel… que desmienten todas las cosas que han puesto párrafo por párrafo, son injurias y calumnias”. Y los jugadores responden: “Nos dejan por mentirosos, no nos creen y prefieren mirar hacia otro lado. Es complicado encontrar pruebas cuando buscas en sitios equivocados y no preguntas a la gente adecuada. Es nuestra palabra contra la del equipo técnico y entendemos que las personas que podrían testificar no lo hayan hecho, porque se meterían en un problema sin sacar beneficio propio. Tenemos la conciencia tranquila, lo hemos dado todo sobre el césped. Han tomado una decisión y nosotros hemos pagado los platos rotos, le han dado más poder al seleccionador”.
“A los Juegos llegamos con una selección muy al límite y envejecida. Por actitud y comportamiento inadecuado, a varios no habríamos convocado y fueron porque ya teníamos la fecha encima y tiramos de la mejor manera que pudimos. Esperábamos más en Tokio y se produjo un mal resultado. Para ellos es una decepción, quedan fuera del Plan Adop y dejan de recibir ayudas económicas. Algunos ya no pueden estirar más la cuerda, estaba prevista una renovación porque hay quienes ya no tienen las condiciones necesarias para continuar”, prosigue Ángel Luis Gómez.
Para Bargueiras, hasta hace unos meses estos jugadores eran los mejores que tenía para acudir a unos Juegos Paralímpicos. Ahora ninguno les sirve para el nuevo ciclo. En la primera convocatoria, que tendrá lugar en Madrid esta semana, no figuran los 10 firmantes de la misiva en la que piden su despido y el de sus ayudantes. Según el entrenador, la no presencia de estos futbolistas se debe a los siguientes motivos:
“Adolfo Acosta no puede jugar, le operaron de la rodilla; Vicente Aguilar se jubiló; Miki Sánchez está de baja médica; Antonio Martín fue operado de la rodilla; a Youssef el Haddaoui lo expulsaron en la Liga por insultar e increpar a un árbitro; a Pablo Cantero le dieron a elegir entre ser trabajador de la ONCE como psicólogo o jugar al fútbol y eligió el trabajo; Iván López sigue de baja por pericarditis; y Sergio Alamar no está bien de forma física. Estos tres últimos pertenecen a Alicante, que se ha enfrenado a la federación y no disputará más la Liga por incomparecencia. Javi Muñoz -uno de los mejores defensas que hay España- no cuenta para nosotros y a Robert Echevarría no le vemos nivel para aportar a la selección”, resume.
El canario Adolfo, quien lleva 20 años haciendo goles al son del tintineo de los cascabeles, lleva un par de semanas recuperado y el pasado fin de semana volvió a jugar, marcando dos dianas con Madrid. El alicantino Iván López también entrena con normalidad y solo está pendiente de recibir el alta médica, que se demora más allá de los plazos previstos. El valenciano Pablo Cantero en ningún momento ha renunciado a su carrera como deportista, el trabajo es su prioridad, pero no es el primero ni el último que compatibiliza ambas cosas. De hecho, algunos de los que sí van convocados son encargados o jefes de servicios en la ONCE.
El caso de Youssef, el máximo goleador de la Liga -16 tantos-, es más espinoso, le han abierto un expediente disciplinario y lo han castigado sin jugar toda la temporada en el campeonato liguero por enfrentarse y proferir insultos a un colegiado. Y lo de Sergio Alamar puede sorprender, un chaval de 21 años que está llamado a ser una de las referencias, no va por supuesto bajo rendimiento, cuando en tres partidos en Liga ha marcado nueve goles y es uno de los más talentosos.
El técnico madrileño también achaca la ausencia de estos jugadores a que es necesaria una reestructuración generacional por la edad que tienen. “Hay que renovar y llevar a gente joven. Antes de Tokio tuvimos reuniones con el CPE y el objetivo era rejuvenecer a las selecciones nacionales de equipos, ya sea baloncesto en silla o fútbol. No podemos estar contando con gente de más de 40 años. El problema es que se han montado su chiringuito y no se quieren ir de ninguna manera, ellos son los que han puesto barreras para que no salgan chicos nuevos”, espeta Bargueiras.
Un argumento que queda en duda viendo la edad y el rendimiento que aún ofrecen estos jugadores. Sin ir más lejos, en diciembre se disputó el Europeo de baloncesto en Madrid y en el equipo masculino, de los 12 integrantes solo hubo tres veinteañeros, el resto superan la treintena y Asier García, con 40 años, sigue siendo uno de los mejores bases de Europa y del mundo. Otros deportistas longevos como Teresa Perales, Chano Rodríguez, Miguel Luque, Xavi Torres, Mari Carmen Paredes, Alberto Suárez, Ricardo Ten, Christian Venge, Sergio Garrote, Marta Arce, Javier Reja, Pepi Benítez, Juan Saavedra o José Manuel Ruiz también continúan ofreciendo un gran nivel en sus disciplinas y estuvieron en los últimos Juegos, algunos con medallas.
Vicente (51 años), Adolfo (41), ‘Niño’ (39), Youssef (33), Iván (29), Pablo (27), Miki y Sergio (21 años). Atendiendo a la edad, hay una contradicción en la lista que ha confeccionado para esta concentración, ya que incluye a cinco jugadores con 30 o más años. Algunos han disputado torneos internacionales amistosos y la mayoría no tiene experiencia y ni siquiera disfruta de minutos con sus equipos en una Liga que ha perdido nivel. Tampoco hay más dónde elegir y ya se trabaja de cara al futuro intentando reclutar a niños, aunque el presente se vislumbra muy oscuro.
“Estamos pasando por una situación complicada porque la mayoría de las nuevas afiliaciones de gente ciega total está por encima de los 55 años. Y nos encontramos con problemas a la hora de convencer a los más jóvenes para que practiquen deporte porque están enganchados a otro tipo de entretenimientos. Hemos abierto un nuevo programa para buscar chavales que sustituyan a estos jugadores y podamos recomponer una selección que en 2021 petó por edad, rendimiento y resultados. No se trata de ninguna purga, es lo que hay. Unos por lesión, otros por diversos motivos, no están para ir con España. No cerramos la puerta a nadie, si el técnico ve que están preparados físicamente y hay compromiso y buena actitud, serán convocados, para nada influye la carta. Ahora bien, la elección de acudir será de ellos”, recalca el presidente de la FEDC.
“El fútbol para ciegos ha sido un deporte paralímpico referente en España, pero se lo están cargando. Hace años que nos estancamos mientras otros países crecían. Lo están enterrando y todo apunta a que el año próximo no habrá ni Liga. Solo pedimos que nos escuchen, estamos dispuestos a darle la vuelta a la situación, queríamos seguir, pero no con este cuerpo técnico. A partir de ahora, todo lo que ocurra en el futuro del de este deporte, es responsabilidad de la federación y de los altos cargos, que pudiendo tomar decisiones, no lo han hecho”, apostillan los futbolistas. Algunos de ellos, empujados a salir por la puerta de atrás pese al palmarés que poseen y con todo lo que han aportado a este deporte.
Mientras, otros mantienen su puesto, aunque no hayan cumplido con los objetivos. Por ejemplo, en Argentina, vigente plata paralímpica, han prescindido de su seleccionador tras 14 años en el cargo. Bargueiras lleva casi una década como técnico nacional, con dos oros, una plata y un bronce europeo, campeonato donde el nivel no es nada comparable con un Mundial -fueron quintos en la edición de Madrid 2018- o unos Juegos, donde España no pasó de la fase de grupos ni en Río de Janeiro 2016 ni en Tokio 2020. El primer desafío que afrontará España tras esta reestructuración llega en junio con el Europeo en Pescara (Italia), que reparte cinco plazas para el Mundial de 2023, clasificatorio para París 2024. Meterse entre los cinco primeros es clave, de lo contrario, no iría por primera vez a unos Juegos Paralímpicos.