Alex Zanardi, el piloto sin piernas capaz de conducir un Fórmula 1

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Para muchos, es un espejo en el que mirarse, él demuestra que los obstáculos no están para lamentarse y sí para superarlos

alex zanardi, mexico, zanardi, formula 1, automovilismoLa Gran Epoca – Zanardi perdió las dos piernas en un terrible accidente en Alemania en el año 2001. Diseñó sus propias prótesis para competir con autos de carreras y consiguió dos medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. Además acaba de completar una de las pruebas del Mundial de Ironman en menos de diez horas.

Alessandro Zanardi acumuló 15 victorias y 28 podios en 66 carreras disputadas como piloto, dos títulos en Indy Cars y también compitió para la fórmula 1. Pero su mayor legado consiste tal vez en su valentía, sus ganas de vivir la vida y el ejemplo que nos hace admirarlo. Esta medalla de oro, en la disciplina de ciclismo de mano, en que pedalea con los brazos, es simplemente un símbolo de su inextinguible lucha.

En una ocasión al ser entrevistado, él mismo dijo de sí: “Soy un eterno optimista que busca expandir mi filosofía de vida: soy una persona muy afortunada porque nací con un carácter muy optimista. Siempre veo la botella medio llena, nunca medio vacía. Realmente nunca tuve que recuperarme de mi accidente, al menos mentalmente, porque en cuanto desperté del coma decidí que mi cuerpo sería mi gasolina, ya estaba mirando hacia adelante”.

Desde su adolescencia Zanardi fue campeón italiano y europeo de karting Fórmula 3 y F1 de 1988 al 2000.

El accidente… y una sobrevivencia milagrosa

Tuvo un primer accidente grave a finales de 1993 en Bélgica que le impidió proseguir, los médicos dijeron que había soportado un impacto 18 veces más fuerte del que normalmente supone un accidente mortal. Pero Alex había salido ileso y volvió a mediados de 1994 con el equipo inglés Lotus.

En 2001 decidió volver a los monoplazas americanos pero las cosas no fueron del todo bien. El 15 de septiembre Zanardi lideraba la carrera en el circuito alemán de Lausitz. Entró en boxes en la vuelta 141 y tras una parada algo errática, el italiano se incorporó a pista perdiendo el control de su coche. Patrick Carpentier logró esquivarle, pero su tocayo, el canadiense Alex Tagliani, se lo llevó por delante a más de 320 km/h. El choque destrozó la mitad delantera del monoplaza de Zanardi. La colisión no fue mortal en el acto por apenas 20 centímetros, uno de los accidentes más impresionantes de la historia del automovilismo.

El impacto cercenó de inmediato su pierna derecha por debajo de la rodilla, y la pierna izquierda en la mitad del muslo. Sus extremidades literalmente se evaporaron con la fuerza del impacto, el italiano fue trasladado a una clínica en estado “extremadamente crítico”. Su corazón se paró en siete ocasiones y tuvieron que inducirle el coma. Dos días después, su vida no corría peligro, y unos días más tarde, despertó del coma. Había perdido las dos piernas; tuvieron que amputárselas por encima de la rodilla. Cuando despertó del coma su esposa le contó lo que había pasado. Contó después que lo primero en que pensó fue “¿y cómo me las voy a arreglar para hacer sin piernas todo lo que quiero hacer?”. En seis semanas dejó el hospital y comenzó una nueva vida.

Nada lo detiene

De aquel día trágico dos cosas salieron intactas: su habilidad con el volante y su coraje. Dos años después de su accidente, volvió al mismo circuito donde había perdido sus piernas, y en un auto Indy Cars adaptado dio las trece vueltas que le faltaban para terminar la carrera. Como él mismo cuenta en su página web, la gente esperaba una exhibición lenta, pero su tiempo por vuelta le habría clasificado quinto. Alcanzó los 311 km/h. ¡La misma velocidad que antes!

No sólo no se rindió, sino que se rehabilitó por completo y diseño sus propias prótesis de titanio que le permitieron nadar y cargar a su hijo en hombros, como cualquier persona.. Volvió a competir en 2003, con un BMW adaptado a su nueva condición. Tenía 37 años y acabó séptimo en la segunda manga disputada en Monza, ante su público. Entre 2005 y 2009 ganó cuatro carreras más y en 2009 se retiró del automovilismo, a los 41 años.

Pensando en un nuevo desafío se fijó como meta competir en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 en ciclismo de mano. Y como entrenamiento participó haciendo gala de su simpatía, resistencia física y mental siendo cuarto lugar de su categoría en 2009 en la maratón de Nueva York y primer lugar en Venecia; ganó en 2010 la Maratón de Roma: y segundo en el Campeonato Mundial y primer lugar en la Maratón de Nueva York en 2011.

Ya en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 Zanardi obtuvo dos medallas, la primera de oro en la contrarreloj individual de la disciplina H4 y la segunda de plata en la prueba de ruta H4.

En el Campeonato mundial de Triatlón “IronMan” 2014, completó los 226 km utilizando una bicicleta de mano en la sección de ciclismo y una silla de ruedas olímpica en la sección de maratón. El 23 de octubre cumplió 48 años y ahora ya tiene un diploma que dice que es un Ironman; aunque hace tiempo que es evidente que su cuerpo y su mente están hechos de algo aun más duro que el metal. Sin duda para muchos, es un espejo en el que mirarse, él nos demuestra que los obstáculos no están para lamentarse y sí para superarlos.

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