Alfonso Cabello encarna el espíritu de superación y la determinación para sortear con osadía las barreras preestablecidas. Es una prueba incontestable de que no hay fuerza más poderosa, como decía Albert Einstein, que la voluntad. Al seis veces campeón del mundo y oro paralímpico en Londres 2012 y en Tokio 2020 en el kilómetro contrarreloj le ha llegado la oportunidad que tanto había esperado, ser convocado por la selección española absoluta de ciclismo en pista. Un paso más hacia la igualdad en el deporte conseguida por la convicción y el talento que atesora.
“Estoy muy contento, quizás no esté en el mejor momento físico porque acabo de pasar una infección vírica bastante fuerte y no llegaba al 100%, pero estas oportunidades hay que aprovecharlas, cuando me monto en la bici es para darlo todo”, ha explicado. El nombramiento de Félix García Casas -también dirige el ciclismo adaptado español- como nuevo seleccionador nacional lo ha acelerado todo. El cordobés ha participado en los test de valoración y control del equipo en el velódromo Luís Puig de Valencia.
“Ha sido una sorpresa, es cierto que ya venía hablando incluso con el anterior entrenador, Juan Martínez Oliver, de ir a alguna concentración e incluso disputar una manga de la Copa del Mundo, pero por diversas circunstancias no se concretó. Llevo al lado de Félix más de diez años, sabe de mi valía como corredor y es una persona que mira las aptitudes, no la discapacidad”, ha subrayado.
Cabello no es un ‘pistard’ que venda humo, él habla con el crono en la mano. El trabajo, sus resultados y tiempos demuestran que está más que capacitado para representar a España en una competición internacional. Nació sin antebrazo y creció sin complejos, en la bicicleta siempre le acompaña la convicción y un insaciable gen competitivo. En los últimos años se ha posicionado en la élite del ciclismo en pista, ganando tres medallas en Campeonatos de España: una plata en 2019 y dos bronces en 2018 y 2020.
“Mi vida la baso en ir subiendo escalones, superarme y hacer retos, es lo que me motiva a continuar. Por desgracia, el deporte adaptado no tiene la suficiente difusión y con esto se rompe una gran barrera y unos estereotipos. Demuestro con hechos que por ser distinto no somos menos capaces que el resto, podemos hacer lo que nos propongamos. Nadie me lo ha regalado, estoy aquí porque me lo he currado”, ha recalcado.
El ‘Rayo’ de La Rambla (Córdoba) ha asegurado que la primera toma de contacto ha sido muy dura porque llevaba varias semanas parado por un virus y también por una caída en la que se fracturó una costilla. “La dinámica en la prueba de la velocidad por equipos es totalmente distinta a la que hago en ciclismo paralímpico, que es una progresión. La arrancada, los relevos y el procedimiento es nuevo. Vamos a tope desde el principio, no te puedes despistar ni media décima de segundo porque estás fuera”, ha apuntado. Junto a Alejandro Martínez, Pepe Moreno y Ekain Jiménez se jugará un puesto en el tridente que disputará el Europeo de Múnich entre el 11 y el 22 de agosto.
“Somos cuatro corredores para formar un equipo competitivo, he practicado como tercer relevo y ha sido muy motivante verme con mis compañeros para seguir mejorando. El Europeo es pronto para mí, pero si no hubiese posibilidad, Félix no me habría traído. Soy realista, es complicado, el resto tiene más experiencia que yo en pruebas internacionales, no es fácil la pelea, requiere alcanzar la excelencia. El crono será el que mande”, ha explicado.
Si no es en la cita continental, su debut podría llegar en el Mundial de París, que se celebrará en octubre, justo una semana antes del Mundial adaptado. Sería un hito más el que firmaría Cabello en el deporte. “Hay opciones, para ese campeonato quizás pueda estar mejor de forma que ahora, espero recuperarme del virus y encadenar una serie de entrenamientos buenas y con constancia”, ha añadido.
Lleva casi un año sin ponerse el dorsal de competición, desde que lograse un bronce en la velocidad por equipos junto a Ricardo Ten y Pablo Jaramillo, así como el oro en el kilómetro en los Juegos Paralímpicos de Tokio, especialidad en la que pulverizó el récord del mundo con 1:01.557. Vestir su séptimo maillot arco iris en categoría C5 es su objetivo. “Ya hay ganas de competir. El calendario paralímpico es mi prioridad, donde tengo que batir el cobre y estar al máximo nivel porque aspiro a lo más alto. Intentaré compaginar ambas cosas porque me hará ser mejor ciclista y persona”, ha apostillado.