Por prejuicios y miedo al rechazo, Amadou Diallo se negaba a subirse a una silla de ruedas para jugar al baloncesto. Sus padres, procedentes de Senegal que se instalaron en Gran Canaria a principios de los noventa, le obligaron a hacer deporte. Hoy día, el coloso de piel de ébano del basket español les agradece a sus progenitores su insistencia y apoyo porque en una década se ha convertido en un jugador referente con un gran palmarés. Es una pieza fundamental en su equipo, el CD Ilunion, y también en la selección, con la que ha ganado una plata en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 y otra en el Europeo de Polonia de 2019.
Y eso que le gustaban poco los deportes, aunque de vez en cuando se le veía en el colegio correteando con sus muletas detrás de una pelota de fútbol. “Me pasaba las tardes estudiando o en el sofá sin hacer nada y mis padres se cansaron. Me dieron a elegir entre la natación y el baloncesto, así que como le tengo miedo al agua, me decidí por el balón cuando tenía 16 años. No me gustó nada porque no quería ver a personas en una silla de ruedas, tenía complejo por el qué dirán”, reconoce.
A los tres años le diagnosticaron un trastorno neurológico llamado mielitis transversa, provocado por una inflamación de una sección de la médula espinal que afecta a los miembros inferiores. Poco a poco vio que tenía cualidades para el baloncesto y se tomó en serio el deporte de la canasta. Dio sus primeros pasos en el CB Sureste Gran Canaria y en el BSR ACE Gran Canaria, luego fichó por el Bidaideak Bilbao y hace cuatro cursos dio el salto al CD Ilunion, uno de los clubes más laureados de Europa, con el que ha conseguido una Liga y dos Copas del Rey.
Su interés y entrega descomunal en cada entrenamiento le abrieron las puertas de la selección española, siendo uno de los artífices de las medallas de plata en el Mundial sub 23 de París 2009, en el Europeo de Polonia de hace dos años y en los Juegos de Río 2016. Este año ha dado un salto de calidad y ha mejorado su nivel de juego y sus estadísticas, firmando 13.1 puntos y 7.7 rebotes de promedio: “Han sido mis mejores números y estoy contento con mi rendimiento, ha sido bastante aceptable, pero no ayudaron al equipo a lograr los objetivos, ha sido un año difícil y para reflexionar porque nos quedamos sin ganar nada”.
El pívot de 186 centímetros y brazos arácnidos está preparado para intimidar en la pintura y ayudar a España a seguir haciendo historia. “En la selección todos sabemos el rol que tenemos, cada año asumo mayor responsabilidad y me siento muy contento con el papel que desempeño. Este año he mejorado, me siento con confianza y capacitado para dar un paso al frente y tomar más galones. Quiero seguir demostrando mi potencial para sumar al equipo, ya sea jugando cuatro segundos o 40 minutos, el tiempo que esté en la cancha lo haré con el cuchillo entre los dientes y dispuesto a dar batalla”, apunta el grancanario.
Diallo tiene grabada la gesta de Río, donde la ‘ÑBA’ sobre ruedas dio la sorpresa y se colgó la presea plateada: “Jamás olvidaré el momento de la entrega de medallas, no paré de llorar en el podio. También el pase a la final, fue brutal, un alivio. Nadie apostaba por nosotros, pero completamos un torneo espectacular”. En unos días, los pupilos de Óscar Trigo afrontan un nuevo reto, los Juegos de Tokio, donde deberán medirse en la fase de grupos a Turquía, Colombia, Corea, Canadá y Japón.
“A priori es el grupo fácil, pero es un arma de doble filo porque deberás ser primero para evitar a un ‘coco’ del otro grupo. Aun así, el que nos toque en cuartos será un rival potente”, dice. “Con nuestro juego de transición y una sólida defensa podemos ganarle a cualquiera. Gran Bretaña y Estados Unidos son favoritos, pero estamos con muchas ganas, motivados, ilusionados y preparados para plantarles cara a los mejores. En los últimos años estamos cada vez mejor, atravesamos por un momento dulce y llegamos en un gran estado de forma física. Queremos alcanzar otra final, pero iremos partido a partido, sin obsesionarnos. Jugando al nivel del Europeo de Polonia podemos repetir medalla, somos ambiciosos y aspiramos al oro”, sentencia.