La aparición de deportistas de otras disciplinas como Enrique Floriano, David Casinos, Javi Reja, Pepa Benítez o Miguel Ángel Arroyo permite el impulso de esta modalidad.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Tras varios años encallado, el remo adaptado español parece que vuelve a reflotar gracias a un entusiasmado grupo de deportistas que han empezado a poner los cimientos para el despegue de una disciplina que llevaba tiempo en el ostracismo. La apuesta decidida de la Federación Española de Remo, con Juan Pablo Barcia como coordinador -participó en varios mundiales y en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012-, ha conseguido en los últimos meses reclutar adeptos procedentes de otras modalidades como el piragüismo, el ciclismo, el atletismo o la natación.
El objetivo es confeccionar una selección para llevar a cabo concentraciones y participar en competiciones internacionales. Para ello se tendrán en cuenta los resultados de varios test de ergómetro sobre la distancia de 2.000 metros que se han realizado este año. “Hicimos una prueba en marzo y otra este mes y la progresión ha sido fantástica. La valoración que hago es muy positiva, recién estamos empezando este proyecto y la gente se está animando, hemos tenido 16 participantes. Se ha dado el primer paso, es un empujón para que el remo avance. Hay que presionar a la federación para que siga apoyando a estos deportistas”, explica Barcia.
Desde que el asturiano dejó este deporte por un problema de salud en 2015, España ha estado huérfana en pruebas internacionales hasta la aparición de Jorge Pineda hace un par de temporadas. Precisamente, el bilbaíno firmó una gran actuación con un cuarto puesto en el Mundial del año pasado en Linz-Ottensheim (Austria) en PR2 M1x. “Es un chico joven con mucho futuro, está mejorando cada día, se le ve a un gran nivel y se está preparando muy duro. Lo negativo para él es que su categoría no está en el programa paralímpico y para ir a Tokio 2021 solo podría hacerlo en Doble Sculls Mixto y de momento no encontramos a ninguna chica para formar el bote”, lamenta el técnico español.
Un campeón del mundo de piragüismo
En PR1 M1x destaca la presencia de Javi Reja, campeón del mundo y de Europa en piragüismo y que estuvo en los Juegos de Río de Janeiro 2016. “Me defiendo bien con el remo, me siento cómodo y es otra opción más que se me ha presentado para intentar estar en Tokio. A por ello vamos, mi objetivo es hacer doblete en Japón o al menos participar en una de las dos disciplinas. Como estoy operado de los codos, las dobles sesiones en la canoa me vienen mal para mi lesión, así que introduje el remo en mi preparación, que es compatible con la piragua”, confiesa.
Ahora el sevillano está pendiente de una clasificación internacional: “En octubre iremos al Europeo de Polonia para que un médico me valore y si me mantiene en PR1 podría competir. Es un reto y lo acojo con mucha ilusión y ganas”. En su misma categoría también envió el test de ergómetro Higinio Rivero, una de las referencias del piragüismo español que ya tiene su billete para los Juegos Paralímpicos. Otra de las notas positivas ha sido la aparición de cuatro féminas en PR3: Verónica Rodríguez, Erika González, Estíbaliz Armendariz y Pepa Benítez, que como ciclista logró medallas en mundiales y una plata en Londres 2012.
“Viene del ciclismo y me ha sorprendido gratamente su actuación. El hándicap es que tienen poca experiencia en el agua, a excepción de Verónica, que ya ha competido en Trasona (Asturias)”, recalca Barcia. “Empecé a remar en septiembre y me enganchó, es un deporte que me encanta y me ayuda a desconectar. En mi pueblo, Soto del Barco, competí en una prueba de chalanas, que son barcas pequeñas y un entrenador me vio y me animó a probar el remo. Desde ahí me puse manos a la obra, sin prisas, pero sin pausa, estoy machacándome cada día para dar todo lo que tengo dentro porque me gustaría formar parte de la selección española y participar internacionalmente”, asegura la asturiana.
Ella es una de las candidatas para integrar la embarcación de PR3Mix4+ (dos mujeres y dos hombres), en el que tendrían cabida un máximo de dos remeros masculinos ciegos o con deficiencia visual, para representar a España en competiciones. En esa pelea aparecen, entre otros, cuatro deportistas paralímpicos: Enrique Floriano, David Casinos, Miguel Ángel Arroyo Cique o Maximiliano Rodríguez. “En PR3 solo Juan Luis Moraes, que sufre parálisis cerebral, ha competido. El resto acaba de iniciarse y hay mucho trabajo por hacer, pero los resultados son esperanzadores. El bote de cuatro con timonel tendría más su vista puesta en París 2024, aunque vamos a intentar ir al Preolímpico del próximo año, será complicado estar en los Juegos porque solo quedan dos plazas disponibles”, añade el coordinador nacional.
Dos medallistas paralímpicos
A sus 48 años, a David Casinos no hay nada que se le resista. Con cuatro oros y un bronce en Juegos Paralímpicos (Sídney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012), el valenciano dejó en 2017 el lanzamiento de peso y de disco por la bicicleta, con la que intenta hacerse un hueco entre los mejores tándems. Ahora también demuestra su talento a golpe de paladas: “Sigo enganchado al ciclismo porque disfruto y estoy peleando por nuevos objetivos, pero ha aparecido este reto del remo y son dos deportes que se complementan. Me apetecía probar y no ha salido mal, estoy entre los cuatro primeros en ergómetro”.
“Cuando estoy en el agua experimento una sensación agradable, es un deporte muy competitivo y de equipo, en el que necesitas tener una buena técnica y una gran condición física. El ciclismo me ha ayudado a mantenerme fuerte, pero estoy más ligero, algo que viene bien para el remo. Me ha salido una oportunidad muy buena y quiero aprovecharla”, sostiene el de Moncada (Valencia). Una llamada suya propició que Enrique Floriano se interesase por este deporte. El extremeño, uno de los nadadores más laureados con nueve preseas (dos oros, cinco platas y dos bronces) en cuatro Juegos, firmó el mejor tiempo de los participantes en el test de julio, tras parar el crono en 6:49.8.
“Todo fue de casualidad. David me dijo en enero que había una convocatoria de ergómetro, que se me daba bien cuando me dedicaba a la natación y vi que tenía muchas posibilidades. Estaba con sobrepeso y fue una manera de retomar la actividad física. Desconocía por completo esta disciplina y descubrí que podía adentrarme en un nuevo mundo. De momento está saliendo bien”, apunta Floriano, que entrena en el lago de la Casa de Campo con el Club de Remo Madrid Velocidad.
“Soy un novato, pero estoy súper contento y motivado. La mayor ilusión es el margen de mejora que tenemos, así como tratar de cumplir pequeños objetivos que a largo plazo puedan llevarnos a grandes retos. Hay que ir poco a poco, crear afición y una base para que este deporte crezca y podamos tener el día de mañana una buena selección. No vamos a vender humo, las aspiraciones paralímpicas están muy lejanas”, apostilla. La federación tiene prevista llevar a cabo una concentración en agosto para preparar el Europeo y un campeonato de España en octubre. Queda mucho camino por recorrer, pero ya hay mimbres para soñar. El remo adaptado español recobra el pulso.