Núria Marquès, Toni Ponce, Óscar Salguero y Marian Polo analizan sus opciones en el campeonato del mundo de Londres.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Brazadas de trabajo, perseverancia, disciplina y ambición definen al grupo de nadadores que dirige Jaume Marcé en el CAR de San Cugat. Núria Marquès, Toni Ponce, Óscar Salguero y Marian Polo no paran de acumular metros en el agua. Alrededor de la piscina, el técnico catalán reparte instrucciones a sus pupilos. No hay tiempo que perder, a principios de septiembre afrontarán en Londres el Mundial de natación paralímpica.
Durante 20 días Marcé los ha reclutado en el CAR de Sierra Nevada, a 2.320 metros de altitud sobre el nivel del mar, para realizar una preparación espartana con dobles sesiones de entrenamientos. «Además de las mejoras fisiológicas por entrenar en altura, también ayuda psicológicamente el modo concentración. Están currando como animales, el campeonato del mundo está tan cerca que no pueden relajarse», ha explicado el entrenador, que moldea a campeones desde hace dos décadas.
Confía en que sus nadadores ofrezcan su máximo rendimiento y saquen buena nota en un Mundial que nada tendrá que ver con el de Ciudad de México en 2017. «Será la competición más dura tras los Juegos de Río 2016», ha asegurado. Con confianza llega Toni Ponce, ganador de las Series Mundiales esta temporada y vigente campeón del mundo en 100 braza SB5. «Es su principal prueba, pero hay un ruso -Andrei Granichka- que es más rápido y otro -Iurii Luchkin- que le pisa los talones. Ha pasado de tener una medalla segura, a pelearla», ha apuntado Marcé.
«Presión siempre hay, pero no queremos que eso nos influya, la mente te puede jugar una mala pasada. Me encuentro en mi mejor etapa deportiva, estoy muy competitivo, me he exprimido y aún no sé dónde están mis límites. Quiero ir a por el oro, pero mi intención es realizar mi mejor marca», ha afirmado Ponce, que ya brilló en México hace dos años con un oro, una plata y un bronce.
El barcelonés también disputará el 200 libre, en el que figura tercero en el ranking por detrás de los italianos Antonio Fantin y Francesco Bocciardo. «Estoy lejos de la plata, aunque si no ocurre nada extraño lucharé por el bronce. Después nadaré el 100 libre, 50 espalda y 50 mariposa buscando mejorar mis tiempos», ha añadido.
Algo similar le ocurre a Óscar Salguero tras el levantamiento del veto a Rusia después de los escándalos de dopaje. El deportista de Sabadell, oro paralímpico en Río y campeón del mundo y de Europa en 100 braza SB8, tendrá en Londres al ruso Andrei Kalina como rival a batir. «Posee el récord del mundo (1:07.88) y está un escalón por encima, así que Óscar tendrá que dar su mejor versión. Es un chaval de 21 años, está en una etapa dulce de rendimiento y tiene mucho margen de mejora», ha comentado Marcé.
«La preparación ha ido muy bien, en Sierra Nevada hemos ultimado detalles, me encuentro muy fuerte físicamente y con buenas sensaciones. Mi objetivo no es vencer al ruso, sino acercarme a él y bajar mi marca, que está en 1:09.24. Estoy más rápido que nunca y espero que en la competición se vea reflejada esa progresión», ha recalcado.
Otra de las joyas de la natación paralímpica española, Núria Marquès, tratará de seguir demostrando su ambición y voracidad en la piscina. Una vez más nadará el programa completo, siete pruebas individuales (100 libres, 100 espalda, 100 mariposa, 400 libre, 200 estilos, 100 braza y 50 libre S9) más relevos. «Me gusta la variedad, me divierte, eso me ayuda a no tener la cabeza centrada en una sola y así reparto la presión», ha subrayado la deportista de Castellví de Rosanes (Barcelona).
En México consiguió seis preseas, pero sabe que este Mundial es muy distinto al anterior. «Será un campeonato de mucho nivel, han aparecido nuevas rivales y es una incógnita», ha dicho. Una de ellas es la neozelandesa Sophie Pascoe, que ha pasado de la categoría S10 a S9. «Tiene unos tiempos espectaculares, es la más destacada, pero entreno y lucho cada día para sacar mi mejor versión. He entrenado muy fuerte, estoy con ganas de competir y de demostrar lo que puedo ser capaz de hacer», ha aseverado.
Por ranking, Núria está para luchar por medallas en 100 espalda, 200 estilos y 400 libre. «Siempre aspiro a lo máximo, pero en este Mundial lo que busco es mejorar mis marcas. Tengo 20 años, me queda lo mejor de mi carrera deportiva. Voy a seguir molestando a las que están arriba y a intentar que no me pillen las que vienen por detrás», ha apostillado. Y la más joven del grupo del CAR de San Cugat es Marian Polo (19 años), que nadará en la clase S13 (deportistas con deficiencia visual) las pruebas de 100 espalda, 100 libres, 200 estilos y 50 libres.
«La competición se va a asemejar a unos Juegos, en mi categoría habrá más países y ha subido mucho el nivel desde Río de Janeiro hasta ahora. Lo tengo complicado, mi objetivo es entrar en las finales y llegar a lo más alto posible. Siendo realista, es difícil estar en el podio, pero voy a dar lo máximo y conseguir mis mejores tiempos. En el 50 libre hay un grupo en el que estamos muy ajustadas y puede pasar cualquier cosa, es una lotería e intentaré dar la sorpresa», ha destacado la catalana.