Hace unos años se movía veloz sobre el césped y marcaba goles entre muletas con la elástica de la selección española de fútbol para amputados, pero decidió decantarse por la raqueta y el volante de plumas para seguir su carrera como deportista. Su constancia, entrega y talento permiten a Nacho Fernández erigirse como uno de los abanderados del bádminton nacional. El pasado año ganó un bronce en el Mundial de Tokio, frenando una sequía de 11 años sin medallas para España en esa competición. Esta temporada ya acumula tres bronces.
Después de subir al podio en los torneos de Vitoria y Toledo, el jugador gallego ha agarrado otro bronce en el Internacional de Bahréin en la prueba de dobles mixto junto a la austriaca Henriett Koosz, con quien se entiende a la perfección en la pista, formando una de las mejores parejas del mundo en categoría WH1-2 (deportistas en silla de ruedas).
Lideraron el grupo D con tres victorias frente a los australianos Lochan Cowper (21-10 y 22-20), el iraquí Mohammed Kareem Abbood y el bahreiní Rooba Alomari (21-8 y 21-8) y el inglés Gobi Ranganathan y la australiana Fiona Sing. En cuartos de final aseguraron el bronce tras imponerse por 22-20 y 21-7 a la dupla india Shashank Kumar-Ammu Mohan. Y en semifinales cayeron por 10-21 y 9-21 con el hongkonés Ho Yuen Chan y la belga Man-Kei To.
“La suya ha sido la única medalla del equipo español en el torneo. “Esta medalla es muy importante para mí porque me permite seguir asentándome internacionalmente. El nivel de juego de los rivales es muy alto, están presentes todos los asiáticos. Conseguir estos puntos en dobles mixto nos viene bien ya que de cara al Europeo de Rotterdam en agosto podemos entrar como cabezas de serie”, ha explicado el jugador del Club Athlos de Ourense.
En individuales WH2, Nacho llegó hasta octavos de final con dos triunfos en la fase de grupos. También alcanzó la misma ronda en dobles masculino junto al onubense Paco Motero, quien no pasó de la fase de grupos en WH1. “Elevamos nuestro nivel, seguimos compenetrándonos mejor, hay más feeling, metiéndole más garra a los partidos y entendiendo cómo jugarle a cada rival. Estoy creciendo, me encuentro mejor, le planto cara a rivales que llevan muchos años en este deporte y a otros europeos a los que ya soy superior”, ha añadido.
El gallego y el andaluz son undécimos en el ranking clasificatorio para los Juegos Paralímpicos: “El camino hacia París 2024 es muy difícil, entran las seis primeras parejas más tres invitaciones. Sabemos que hay pocas opciones, pero lo lucharemos hasta el último torneo. Ojalá llegue, aunque no me obsesiono con los Juegos, solo quiero hacer bien el trabajo en el día a día en los entrenamientos y dar lo mejor en las competiciones, y si llega la clasificación, pues será la recompensa. Lo importante es disfrutar del camino y del aprendizaje”.
En la cita de Bahréin también compitieron otros españoles en categoría SU5 (discapacidad en extremidades superiores). En dobles, Pablo Serrano y Manuel García cayeron en cuartos de final. Pero en individuales, ninguno de los dos pasó de la fase de grupos, al igual que Cristina Sánchez de Lechina, Selenia Pla y Álex Santamaría, quien logró su primera victoria en torneo internacional.