Cuando el colombiano Moisés Alonso domina el balón sobre su silla de ruedas, en un partido de quad rugby, se llena de poder. Esta actividad le cambió la vida al deportista tetrapléjico de 38 años.
entornointeligente.com – «Me encanta por el choque y la velocidad, es un deporte muy llamativo», expresó Alonso durante el medio tiempo de un partido de exhibición que se desarrolló el martes pasado en el Ministerio del Deporte, en Quito.
Hay dos tipos de sillas de competencia, de ataque y de defensa. Cuestan cerca de $ 800. Alonso llegó a la capital junto a Jaime Moreno, su compañero de la escuadra Caciques de Medellín, y su entrenador Rubén Vásquez.
El trío se encuentra en Ecuador para promocionar este deporte paralímpico.
Junto con otros deportistas con discapacidad física y miembros del Ministerio, los colombianos protagonizaron un encuentro que se disputó en una cancha con las mismas dimensiones de una de baloncesto, con cuatro jugadores por equipo.
En la vecina nación del norte, el quad rugby tiene acogida y funcionan dos clubes: uno en Bogotá, con 12 integrantes, y el otro en la ciudad «paisa», con 8 miembros.
«Gracias a este deporte he podido salir a otros países y eso me gusta. El logro más grande que he tenido es conseguir el bronce con la selección de Colombia en un torneo Maximus en México, en 2010», manifestó Moisés Alonso.
Rafael Aldaz, coordinador del quad rugby en Ecuador, indicó que este juego lo practican personas que tienen lesiones severas en sus cervicales. La fundación Arcángeles masificó este movimiento en Colombia, pero en Ecuador recién empieza a ganar espacio.
«Desde septiembre se trajeron los implementos, sillas especiales, cintas y se comenzó con los cursos de entrenamiento. En Guayaquil están desde mayo y ya hay un grupo conformado de seis jugadores base, en Quito hay cinco», explicó Aldaz.
El coordinador dijo que la masificación del quad rugby se divide en dos etapas. «La primera arma equipos para conformar una selección que represente al país en torneos internacionales, como el Maximus; la segunda se centra en invitar a personas con discapacidad a que practiquen deporte y no sean sedentarias. Por ahora ya tenemos una base importante».
El quad rugby se caracteriza por ser un juego de mucho contacto. Cada uno de los ocho jugadores en cancha utiliza sillas de ruedas de aluminio específicas para este deporte, que pueden ser de ataque o de defensa.
Las primeras cuentan en la parte frontal con un guardachoques rígido para colisionar contra los oponentes y las otras poseen un tren defensivo similar a una canasta para impedir que los rivales avancen, mediante el bloqueo de las llantas.
«Cada deportista no puede permanecer con el balón más de 10 segundos, sin pasarlo o botearlo contra el piso. Y si el equipo no anota en un máximo de 40 segundos, la posesión cambia al otro cuarteto», detalló Aldaz.
«Me encanta este deporte por el choque, la adrenalina y la velocidad. Cuando estoy en los partidos siento poder». Moisés Alonso Jugador colombiano de quad rugby
Durante la exhibición en Quito, los «caciques» Moisés Alonso y Jaime Moreno se desplazaban con soltura por la cancha, mientras que los otros jugadores intentaban descifrar sus movimientos.
«Cuando estoy jugando me lleno de adrenalina y emoción. Las ganas por esforzarme me permiten entrenar cada vez con mayor ímpetu», señaló el bogotano Moreno.
Para él, que descubrió este deporte hace dos años, gracias a la fundación Arcángeles, el deseo de superación en el quad rugby es la herramienta principal para poder destacarse. «En Ecuador ya existen todos los implementos para practicarlo: las sillas de ruedas, los cinturones, las instalaciones; ahora solo se lo debe complementar con las ganas y el deseo de triunfar».
Moreno quedó tetrapléjico hace 16 años cuando recibió un disparo en una empresa en la que trabajaba como vendedor. «Fue duro porque cuando sufrí el accidente creí que no podría practicar ningún deporte. Fui futbolista en la tercera división de Colombia, pero gracias a Arcángeles, que me invitó a asistir a las sesiones de entrenamientos, descubrí el quad rugby, que es parte de mi vida».
Anhela alcanzar una medalla en el próximo campeonato internacional Maximus Project, que se desarrollará en Bogotá entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre.
Durante el encuentro, que tuvo una duración de 32 minutos, repartidos en cuatro cuartos de 8 minutos cada uno, los atletas y entrenadores que no habían practicado antes quad rugby experimentaron la adrenalina y la explosividad de este deporte en el que, para anotar, los jugadores deben cruzar el área de gol de 8 m de largo por 1,5 m de profundidad con el balón dominado. «Queremos que sientan por dentro el rugby y experimenten toda la emoción que nos produce a nosotros», dijo Alonso.
Su DT, Rubén Vásquez, lleva 4 años en el club Caciques y 2 con la selección de Colombia. Se involucró en el quad rugby para masificar el deporte adaptado en su país porque considera que no recibe la misma atención que tienen los deportistas sin capacidades especiales.
DATOS
El quad rugby se juega en una cancha con unas dimensiones de 28 m de largo por 15 m de ancho. La línea de gol mide 8 m de ancho por 1,5 m de profundidad.
El Maximus Project es un programa de desarrollo en Latinoamérica que promueve la inclusión de personas con discapacidad a través del rugby en silla de ruedas.
La alemana Lisa Maier, delegada del Comité Paralímpico Internacional, observó el partido de exhibición.