La nadadora paralímpica cree que los objetivos no deben marcarse en función de si son posibles
UIMP. Con la maleta llena de optimismo y una intervención que ella misma ha titulado “Todo empieza por un sueño”, la nadadora paralímpica Teresa Perales ha llegado a Santander para participar en el I Encuentro del Deporte Solidario, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con el patrocinio de la Fundación Incorpora Deportistas Solidarios. Aunque ha confesado que no cree en el destino, para Perales “todo pasa por algo” y se ha declarado “fan de las personas, y de lo que cada uno puede hacer”.
La deportista ha resaltado que los objetivos no deben marcarse en función de si son posibles o no, “porque no lo sé antes de intentarlo”. “Yo no he ido al Kilimanjaro porque, de momento, no me ha apetecido”, bromeaba la nadadora. Contraria a marcarse límites, Perales ha resumido su historia: “Soy embajadora de Madrid 2020, y todo comenzó tirándome a la piscina con un chaleco salvavidas”.
Aunque reconoce que nadie te garantiza el éxito, puesto que “si pones un anzuelo, alguna vez sacarás un bota del agua”, la finalista del premio Príncipe de Asturias de los Deportes ha manifestado que, para ella, “los cambios siempre traen oportunidades”, y que no puedes quedarte “en lo más tentador, que es aceptar la imagen de pobrecita que te pone la gente”, y es que, “si te rindes antes de acabar, solo sabes un resultado: que pierdes”, ha subrayado.
Orgullosa de ser paralímpica, Perales no ha dejado escapar la oportunidad de valorar la mejora que de las ayudas a estos deportistas en los últimos años, pero ha recordado que “aún están lejos de las de los olímpicos”, dado que “mientras un oro olímpico trae consigo una dotación de 96.000 mil euros, para nosotros son diez mil”.
