Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Con sabor agridulce ha arrancado una nueva temporada en parabobsleigh el asturiano Israel Blanco. El piloto corverano no ha comenzado con buenas sensaciones su andadura por la Copa del Mundo, tras firmar un Top 10 y un puesto 14 en las dos pruebas celebradas en Lillehammer (Noruega), escenario donde logró una plata y un bronce el año pasado.
El pionero español en la ‘Formula Uno’ del hielo, que se desliza a más de 120 kilómetros por hora sobre un tobogán helado a los mandos de un bólido, sin frenos y casi con los ojos cerrados, llegaba ilusionado y con ganas para afrontar la primera competición del curso. En la primera jornada quedó entre los 10 mejores de 22 participantes con un tiempo de 1:56.53 tras dos bajadas, a 58 centésimas del podio.
En la segunda competición no ha podido mejor su resultado y se ha quedado en la posición 14 con un registro total de 1:57.96. “Las carreras en Noruega me han salido mal, desde los entrenamientos no me he sentido bien, los de arriba iban muy rápido y no había manera de acercarme a ellos. Todavía le doy vueltas a la cabeza para saber qué me ha pasado, venía confiado pero las cosas no me salieron bien”, ha lamentado.
El próximo fin de semana tendrá en Oberhof (Alemania) una nueva oportunidad para redimirse. Esta temporada confía en contar con respaldo económico para participar en todas las pruebas: “Tanto este viaje como el de Alemania me los paga la Federación Española de Deportes de Hielo. En enero habrá dos Copa del Mundo en St. Moritz (Suiza), después dos en Lake Placid (EE.UU.) y otras dos en Park City (EE.UU.). En marzo será el Mundial en Lillehammer. A ver si el Consejo Superior de Deportes nos vuelve a dar el mismo dinero para estar en el campeonato del mundo y hacer el circuito entero de Copa del Mundo”, ha explicado.
Aunque no cuenta con las infraestructuras y con los recursos de sus rivales, Blanco se codea con los mejores y quiere dar otro salto de calidad, como ya hizo en marzo con un sexto puesto en el Mundial. “Teóricamente me conozco todas las pistas en las que voy a competir, así que el objetivo es pelear por una medalla en cada prueba. En bobsleigh se dan medallas a los seis primeros, por lo que espero estar entre ellos”, ha apuntado el asturiano, que con 21 años tuvo un accidente laboral cuando trabajaba como soldador y tras una caída sufrió daños en la pierna izquierda, la cual tuvieron que amputarle.